Barcelona se consagró como nuevo campeón de la Supercopa de Europa gracias a un gol de Pedro Rodríguez en el segundo tiempo suplementario. El equipo culé sufrió más de la cuenta y terminó los 90 minutos igualando 4-4 un partido que amagó con ser goleada ante Sevilla.
Barcelona y Sevilla se mataron a goles, regalándole una noche soñada a los georgianos, tan poco acostumbrados a espectáculos de semejante categoría. El show se inició con batalla de tiros libres, en un duelo exclusivamente argentino. Ever Banega abrió el marcador con una definición exquisita en apenas 3 minutos de juego, pero de inmediato Messi volvió a ser Messi y dio vuelta el partido por la misma vía.
Un gol de Rafinha llevó el partido al descanso y apenas comenzada la segunda mitad, Luis Suárez gritó presente con el cuarto tanto culé. Barcelona parecía encaminarse a una goleada histórica, pero no. ¡El show debe continuar! se escuchó entre palmas y cantos de sevillana.
Interminable, la Perla Reyes puso el trámite 4-2 en diez minutos del complemento e inmediatamente después, Kevin Gameiro cambió por gol un penal sancionado por falta de Mathieu sobre Vitolo. Pero la sorpresa de todo el estadio llegó con el gol de Krychowiak, que decretó un empate que al inicio de la segunda mitad parecía más difícil que pronunciar su nombre.
En el suplementario, ambos equipos bajaron la marcha, un poco por agotamiento físico y otro poco para no dejar que la locura en que había ingresado el partido terminara por arrebatarles el título. Pero a cinco minutos del final, Pedro, el mismo que se debate entre Manchester y Cataluña, encontró un rebote tras un tiro libre de Messi y le dio a Barcelona su quinta Supercopa de Europa, título por el que pareció haber sufrido más de la cuenta.
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