Nuevo capitán. Nuevo escenario. Nuevo patrocinante del equipo. Nueva cancha. Nuevas decisiones de dirigentes que no son tan nuevos. Nuevas discusiones para que no todo parezca tan nuevo.
rgentina afronta esta serie de la Copa Davis contra Brasil con la intención de darle aires fundacionales a este ciclo. El buque insignia de esta etapa es el acercamiento de Juan Martín Del Potro al equipo y a la AAT. Su rol fue el de acompañamiento. Un "sparring" de alta calificación. Por ahora como un consejero influyente hasta que su muñeca le permita jugar con continuidad.
Del Potro no puede más que acompañar hasta la puerta de Tecnópolis y dejar que Leo Mayer ,Carlos Berlocq , Federico Delbonis y Diego Schwartzman se las arreglen por las suyas. Salvo Schwartzman, el resto son herederos del grupo que defendió la permanencia de la Argentina en el Grupo Mundial. La serie contra Israel jugada en Sunrise fue el borde del precipicio que lleva en caída directa a las zonas regionales. Ahí donde ahora está España luego de perder el repechaje contra Brasil. Sin agregarle morbo al asunto, son instancias en las que ya no sobra nada si no se atraviesa el momento como una circunstancia más. El tenis argentino, como el resto del deporte, no está hecho de esa madera. Entonces, descender sería un escenario dramático.
Este nuevo recorrido se inicia con la incorporación, por ahora simbólica, de Del Potro. En los términos pactados por el jugador con los dirigentes: que la Copa Davis sea un módulo más en el organigrama de proyectos a futuro que debe tener el tenis argentino. También es verdad que Del Potro precisa volver a la Copa Davis para que el reglamento le permita estar en los Juegos Olímpicos de Río 2016 sin tener que depender de un wild card que, íntimamente, considera que se lo darán. Es deporte profesional. Del Potro precisa a la Copa Davis y la Copa Davis precisa a Del Potro. Después de tantos desencuentros y desplantes, ponerse puntilloso con los motivos es querer seguirla en vez de querer terminarla. Del Potro estuvo visible hasta la cena del martes con los jugadores. Luego, se corrió de la escena para no generar un eclipse constante sobre el resto del equipo. Orsanic lo esperaba nuevamente en la intimidad del hotel el jueves por la noche y para pelotear a los singlistas en la previa del viernes.
Al margen de ese telón de fondo imprescindible para entender estos tiempos de la Copa Davis, la Argentina juega con Brasil con toda la incertidumbre que genera un ciclo que recién se inicia.
Daniel Orsanic tuvo que defender sin desmayo los motivos de la ausencia de Juan Mónaco , Justo cuando el tandilense hizo su mejor torneo en mucho tiempo, a sólo 20 minutos de auto del lugar donde jugarán contra Brasil. Su decisión incluyó la finalización de una secuencia: la de convocar a un quinto jugador. Una modalidad que le sirve a los equipos para no descartar posibilidades hasta último momento, en situaciones en que los tenistas son parejos en lo que pueden ofrecer. Este era el caso. En la práctica ese quinto jugador fue Del Potro.
Argentina juega contra Brasil con tres de los cuatro tenistas que mantuvieron la categoría en septiembre pasado. Pero todo huele a nuevo. Mucho está todavía por revelarse. Desde la respuesta de Mayer a la presión de jugar como local hasta la comprobación sobre si Berlocq tendrá el tanque de reserva habitual con el que cuenta todo el equipo. Daniel Orsanic vislumbra una serie muy difícil.
Es lo que siempre ven los capitanes. Para la Argentina, en la Copa Davis, hace tiempo que se terminaron las certezas. Llega otro momento de afrontar un choque con los ojos bien abiertos, atentos a las fortalezas y a las debilidades. El riesgo puede estar en suponer que las inseguridades propias mejoran a Brasil como equipo.
Juan Martín Del Potro esta vez acompañará a los jugadores hasta el altar. Más adelante se sumará como miembro activo. "Cuento con todos los jugadores para lo que viene. Con Del Potro y con Mónaco también. Lo mismo con Machi González, Facundo Bagnis y Horacio Zeballos. Todos pueden ser parte de este equipo", promete Orsanic el día antes de la serie. Ojalá lleguen esos tiempos y se queden para siempre..
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