El peronismo triunfante realizó la convocatoria con días y horas preestablecidas bajo el apoyo de la mayoría de los congresales del Partido Justicialista provincial. Como respuesta, el Frente Para la Victoria, liderado por Eduardo Fellner, se reunió en privado decidiendo convocar arbitrariamente, con un día de anticipación, una sesión paralela sin representatividad a la misma hora pero en distinto lugar. Como resultado, Fellner y sus compañeros Guillermo Jenefes y Rubén Rivarola, lograron una reunión marginal, que no convocó siquiera a 30 asistentes, y que se convirtió así en la peor derrota sufrida por éstos.

El congreso peronista renovador, al obtener una representación absoluta, aprobó la amnistía general para los miembros del partido que fueron suspendidos o expulsados. A su vez, también se eligieron a las nuevas autoridades del Congreso Partidario y de la Junta Electoral; que quedaron conformadas bajo la representación del actual Diputado Provincial Marcelo Llanos como Presidente del Congreso, mientras que Nicolás Snopek, Leonardo Quintar y Horacio Macedo fueron designados apoderados del Partido Justicialista. Por su parte, la nueva Junta Electoral quedó conformada a través de Rubén Gutiérrez, Mirta Vargas Arce y Claudio Cazón.