Los barras de Independiente volvieron a ser noticia este lunes, cuando ingresaron al Estadio Libertadores de América con un ataúd para despedir a "El Gordo de Wilde", líder de la facción, fallecido el sábado en un accidente de tránsito. Días atrás, la presencia del histórico jefe, Pablo “Bebote” Álvarez, en la cena anual del club, en La Rural, volvió a llamar la atención y a poner las miradas sobre la dirigencia del Rojo, la pelea con los Moyano y el rol del ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.

"Cristian no tiene nada que ver, no conoce a Bebote, no vive en Avellaneda y ya ni va al club", dicen en el entorno del ex vice de la Legislatura porteña, algo que es verdad, porque, desde que integra el gabinete de la gobernadora María Eugenia Vidal, está de licencia de su cargo de vocal de la Comisión Directiva de la institución de Avellaneda. Igualmente, no deja de llamar la atención cómo en el club del que es fanático y hasta hace poco uno de los principales dirigentes el ministro no se pueden prever estos detalles.

La relación entre la barra y la dirigencia está en su peor momento. Pablo Moyano, hijo de Hugo y vocal de Independiente, "no los puede ni ver", le comentó a Letra P una fuente cercana a la institución presidida por el líder camionero. Al parecer, la banda de violentos encabezada por Álvarez acusa al jefe de la CGT de una persecución para meterlo preso y que termine en el penal de Marcos Paz, donde al barra lo estarían esperando. Esto es lo que comentan quienes conocen la interna.

Bebote dijo presente una vez más en la cena anual que Independiente organiza en La Rural para recaudar fondos. Lo insólito de la situación fue que los dirigentes debieron suspender la tradicional subasta porque el barra tenía la intención de comprarse todo. Así lo había anticipado incluso en su cuenta de Facebook. "Preparado para la subasta. Hoy me llevo los botines del kun, las medias y hasta las vendas jajajaja siempre para ayudar a mi querido CLUB ATLÉTICO INDEPENDIENTE", escribió Álvarez. Después de la fiesta, se burló de la dirigencia por haber cancelado los remates.

Pero, si los Moyano están enfrentados con Bebote, ¿por qué sigue apareciendo en estos eventos y cómo es posible que tenga las puertas abiertas del estadio para organizar el espectáculo de este lunes, paseándose con total impunidad por las tribunas y hasta por el campo de juego? La respuesta que dan en Avellaneda es simple: "Porque, si los camioneros tienen que enfrentarse con la barra, imaginate lo que sería eso...".

La semana pasada, en la cena de lujo de la que participaron la dirigencia, el plantel, el nuevo DT, Gabriel Milito, y hasta el delantero del Manchester CitySergio Agüero, Bebote fue con traje y diez personas de su confianza, luego de pagar 10 mil pesos la entrada -cada una-. "Si mandaban a los camioneros a la puerta para decirles ´ustedes no pueden entrar´, podía pasar cualquier cosa", razonan en Independiente.

Por su parte, Ritondo, que hasta hace pocos meses formó parte de la cúpula dirigencial que tomaba las decisiones, hoy está ajeno y no se mete. Solo dice presente en ocasiones especiales.

El panorama, planteado así, resulta preocupante para dirigentes y socios que recuerdan los episodios protagonizados por los violentos bajo la presidencia de Javier Cantero, en el peor momento de la historia del Rojo. Allí, Bebote tomó protagonismo, luego desapareció y ahora volvió, al parecer enfrentado a Moyano y dispuesto a tomar el mando con total impunidad.