Termina el primer mes del año y habrá operaciones de cobertura. Gana el peso y, a pesar de buen humor global con los emergentes, los inversores parecen no querer los bonos locales
El Banco Central dejó claro que el dólar tiene un costado político que supera al económico. No sólo no lo elevó hacia la banda inferior de la línea de flotación, sino que compró una cantidad inferior a la habitual, que podría haber mejorado su precio de cierre. Parece estar más cómodo con un tipo de cambio retrasado aun incubando el mismo problema que lo llevó a la actual crisis.
El atraso cambiario le impedirá en el futuro salir gradualmente del esquema. Porque los atrasos no se recuperan escalonadamente, sino en un momento. La proximidad de las elecciones puede ser el fuego que encienda la mecha.
Por de pronto, el riesgo país aumentó 0,72% y perforó el techo de los 700 puntos. Y esta es la verdadera medida de cómo ven los inversores a la economía. Todo lo demás es una escenografía que rodea al actor central: la credibilidad de los inversores en los bonos de la deuda argentina.
El Central parece estar más cómodo con un tipo de cambio retrasado aun incubando el mismo problema que lo llevó a la actual crisis
El Bonar 2024, el título de referencia en dólares, perdió 0,24% mientras el título del Tesoro norteamericano subió de precio y bajó su rendimiento a 2,69%. La Argentina acá tiene un problema grande porque ni siquiera puede aprovechar que Estados Unidos haya renunciado a subir las tasas de interés.
El carry trade (vender dólares para apostar al peso aprovechando las elevadas tasas) es un yo-yo donde siempre las ganancias en moneda local vuelven al dólar. Mientras dure la euforia de las ganancias que alienta el Banco Central que ha estatizado el sistema al absorber, vía Letras de Liquidez, todos los plazos fijos, el dólar seguirá retrasado. Pero, ¿por qué la gente no compra bonos en dólares aprovechando tasas de retorno de 10% anual? La respuesta es que la mayoría de los tenedores de pesos en plazos fijos y en Lecap están en una línea de largada para salir disparados a recomprar los dólares cuando el clima cambie.
La modificación de las reglas de juego en Vaca Muerta que golpeó a las empresas inversoras a las que se las subsidió para que comiencen a trabajar el yacimiento, cayó mal en el exterior. En aras de aumentar la recaudación y bajar el déficit, el Gobierno volvió a cambiar las reglas del juego y eso suma puntos al riesgo país.
La divisa mayorista cerró 22 centavos abajo, a $37,53, y quedó a 33 centavos de alcanzar la parte baja de la banda cambiaria
La dicotomía entre bonos en pesos de elevado rendimiento y dólar barato, es una inconsistencia del esquema porque el dólar devaluado significa economía próspera y los bonos con caída de paridades, que no hay interesados en invertir en ese país próspero. El esquema es tan poco sustentable como armar un equipo con diez grandes jugadores y un arquero sin manos.
En el mercado mayorista, el dólar abrió 10 centavos por debajo del día anterior y el Central salió a "sostenerlo" cerca del final comprando apenas USD 20 millones a $37,58, en lugar de los 50 millones habituales. La divisa reaccionó, pero cerró 22 centavos abajo a $37,53, y quedó a 33 centavos de alcanzar la parte baja de la banda cambiaria.
En aras de aumentar la recaudación y bajar el déficit, el Gobierno volvió a cambiar las reglas del juego y eso suma puntos al riesgo país
Es que el Central tiene otro problema que lo acota en la compra de dólares. Cada vez que compra divisas libera pesos y las Leliq parecen estar agotando su capacidad de aspiración. De hecho, cambió el sistema. Ahora va a anunciar antes de cada licitación el monto que va a colocar. Quiere tener más control sobre la base monetaria.
En la licitación del miércoles colocó $160 mil millones que no sólo le permiten absorber $5 mil millones, sino que posibilitaron otra baja de la tasa de interés. La de corte, la tasa más alta, bajó 0,74 puntos a 55,19% anual y la tasa promedio cedió 0,76 puntos a 54,89% anual.
En bancos y casas de cambio, el dólar al público se vendió 6 centavos más caro a $38,59. El "blue" perdió los 50 centavos que había ganado el día anterior y quedó en $38,25.
Las reservas subieron cayeron 39 millones a USD 66.406 millones, a pesar de que en el exterior por la suba del oro y del euro se ganaron USD 48 millones. Además, hay que sumar la compra de 20 millones y restar 82 millones por pagos a organismos internacionales y a Brasil.
La Bolsa, vivió la euforia de los mercados del mundo al confirmarse que la Reserva Federal confirmo que no va a subir la tasa de interés y habló de su preocupación por la economía mundial.
Fuente: Rava
Con negocios por debajo de lo que era habitual hasta hace 15 días, el S&P Merval subió 1,49% con operaciones por $592 millones.
Los bancos siguieron impulsando el alza del índice. Supervielle (+4,19%) y Francés (+2,54%), fueron lo más destacado. El alza del petróleo de más de 2% incidió en el aumento de Petrobras (+1,77%) e YPF (+1,11%).
Tenaris, del Grupo Techint aumentó 2,29 por ciento. La empresa no fue afectada por el recorte del subsidio al gas que se extrae de Vaca Muerta porque TecPetrol, es la compañía que opera el yacimiento y no tiene acciones en Bolsa. Solo bonos de deuda emitidos en el exterior.
Los ADR's argentinos, certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street, tuvieron alzas casi generalizadas. Lo mejor pasó por Banco Supervielle (+3,8%) y por MercadoLibre (+3,1%).
El jueves termina el mes y habrá operaciones de cobertura. El peso es un amplio ganador y el dólar parece condenado a terminar enero por debajo de la banda de flotación, una historia que puede repetirse en febrero o, al menos, en una parte del mes. La otra historia que tiene altas posibilidades de seguir es la del aumento del riesgo país. Los inversores no quieren los bonos de la deuda en dólares de la Argentina a pesar de que hay más demanda por los títulos de países emergentes.
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