La ex fiscal Rocío Vallejo, actual titular de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) del Paraguay, entendió que el nivel de quejas y reclamos sobrepasaba lo normal y decidió solicitar una reunión con el presidente Federico Franco para plantearle el problema:
Quizás el clima de efervescencia electoral contribuyó a distraer la atención sobre un problema que cíclica y sistemáticamente golpea a la economía nacional y que actualmente crece en los puestos de frontera, gracias a la devaluación que han experimentado en los últimos meses el peso argentino y el real brasileño.
El contrabando siempre ha ingresado a través de las fronteras, pero lo curioso es que ahora lo hace de una manera descontrolada.
Clorinda
Las miles de personas que cruzan a diario a Clorinda para hacer compras lo hacen amparadas en el régimen de pacotilla, por el cual una persona física puede introducir al Paraguay mercaderías, sin abonar tributos, hasta por valor de 150 dólares, según el Decreto 17428 del 4 de junio de 2002, suscrito por el entonces presidente Luis González Macchi.
“Es exclusivamente para destino de uso o consumo familiar, nada que sea de destino comercial está amparado por este régimen”, expresa el abogado Luis Morales, director de Procedimientos de la DNA.
Pero la realidad demuestra lo contrario. Un ejército de paseros y estibadores introducen todo tipo de mercaderías, con y sin restricciones para su ingreso, bajo la mirada de gendarmes argentinos y ante la indiferencia de funcionarios de Aduanas apostados en el lugar, junto a efectivos de la Prefectura Naval, Senave, etc. Desde artículos de limpieza, pañales, frutas, verduras, vinos, aceites, combustibles, embutidos, quesos, etc., forman parte del volumen que ingresa.
El pasado 11 de marzo, periodistas de varios medios captaron imágenes de lanchones transportando por el río Negro decenas de bolsas de cebolla y de papa, introducidas por estibadores y que no pasan por el control fitosanitario. El río Negro desemboca en el río Paraguay a la altura de Itá Enramada, donde las mercaderías son desembarcadas a la vista de todos.
Al preguntársele a la directora de Aduanas la razón de los hechos, manifestó que: “La institución encargada de patrullar los ríos es la Prefectura Naval, esas barcazas pueden desembarcar en cualquier lado, incluso en lugares donde no está la aduana”, respondió. Fuente “Ultima hora”.
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