El escrutinio definitivo de la Junta Electoral otorga un triunfo por casi 110.000 votos de diferencia en favor de la fórmula oficialista Manzur-Jaldo.
Cerca de las 20 de ayer, luego de 18 días y noches de contar miles y miles de votos, el secretario de la Junta Electoral Provincial (JEP), Darío Almaraz, hizo un anuncio que generó aplausos y expresiones de alivio entre los apoderados y fiscales partidarios y los empleados del órgano electoral. “El escrutinio definitivo en las tres secciones electorales ha finalizado”, dijo Almaraz. Junto con él estaban el presidente de la JEP, Antonio Gandur, la vocal Ana María Rosa Paz, y el también secretario Alfredo Iramain. Las autoridades de la Junta, contrariamente a los trabajadores, no pudieron expresar su desahogo tras la ardua tarea: por primera vez -al menos desde el regreso a la democracia- un amparo judicial le impide a la JEP que comunique a todos los ganadores de los comicios para su proclamación.
El órgano electoral sin embargo sí pudo dar a conocer los guarismos a los que arribó, tras la última jornada de recuento en la sede de calle Mendoza 1.050.
Según las cifras que brindó Almaraz, la fórmula del Frente para la Victoria (FpV), integrada por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, se alzó con el 51,64% de los votos (491.951 boletas). En segundo lugar, a casi 12 puntos del oficialismo, quedó la alianza del Acuerdo para el Bicentenario (ApB), compuesta por el radical José Cano y el peronista disidente Domingo Amaya, que consiguieron el 39,94% de los sufragios (380.418 adhesiones). En el tercer puesto, pero muy lejos en cuanto a las cifras, quedaron los candidatos de Fuerza Republicana (FR), Ricardo Bussi y Raúl Topa, quienes recibieron el apoyo del 3,14% de los electores (29.904 votos). Los cuatro espacios restantes, Frente de Izquierda y de los Trabajadores (Daniel Blanco), Alternativa Popular (Gumersindo Parajón), Laborista de la Independencia (Osvaldo Cirigliano) y Unión y Progreso Social (Mario Koltan), no llegaron 1% de los sufragios. La cuarta “fuerza” en los comicios fueron los votos en blanco: el 2,64% (25.113 sobres vacíos).
En los comicios del 23 de agosto se pusieron en juego los cargos de gobernador y vicegobernador, legisladores, intendentes, concejales y comisionados rurales. Debido a una cautelar dictada por la sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, integrada porSalvador Ruiz y Ebe López Piossek, no podrán ser proclamados los ganadores del escrutinio definitivo hasta tanto el tribunal no resuelva si, como denunciaron Cano y Amaya en una acción de amparo, hubo fraude general el 23 de agosto.
Teniendo en cuenta ese fallo, Almaraz anunció que “oportunamente se citará a la audiencia contemplada” en el Código Electoral Nacional para que se les notifique a los partidos sobre los resultados y se escuchen las posibles quejas. “Debemos esperar lo que ordene la Justicia”, indicó el secretario.
La última mesa
Desde el fin de semana pasado que la Junta tenía previsto terminar ayer con el escrutinio definitivo, que implicó -desde el inicio hasta el final- la revisión de 3.474 mesas del padrón general, más 120 de ciudadanos privados de la libertad. El reloj estaba por dar las 19.30 cuando en la sede de la JEP terminaron de contar los últimos votos, pertenecientes a la mesa N° 2.934 de la comuna de Benjamín Paz. Como la urna no contenía actas ni certificado de escrutinio, hubo que revisar cada una de las papeletas y los 277 votos. Al terminar con el trámite, que permitió la constatación y validación de los sufragios, algunos fiscales partidarios y los trabajadores de la Junta aplaudieron; estos últimos se retiraron del galpón y se reunieron en el patio central de la sede. “Bien, chicos, bien, con la cabeza arriba”, los arengó el prosecretario Carlos Vidal.
Almaraz, en rueda de prensa, reiteró su negativa a la versión de fraude de la oposición. “Este proceso ha sido apegado a la normativa del Código Electoral Nacional”, dijo. Además, destacó que durante el escrutinio definitivo se anularan 16 mesas de las 3.601 habilitadas (no se incluyen las quemadas ni dañadas el día de la votación). Según Almaraz, el siguiente paso es esperar el fallo de la Justicia. Si la denuncia de Cano no prospera, se debe hacer un juicio de validez de las elecciones y, eventualmente, la proclamación. Esto aún no tiene fecha.
Urnas dañadas.- El secretario electoral Darío Almaraz recordó que habían sido anuladas varias mesas el día de la elección, producto de “actos de violencia registrados en distintos puntos de la provincia”. Esas urnas estaban situadas en Los Ralos (Escuela Lizondo Borda, de mesa N° 2.764 a N° 2.774), en la comuna de San Pablo y Villa Nougués (Escuela San Pablo Apóstol, de la N° 1.309 a la 1.322; y la Escuela Luis F. Nougués, de la N° 1.323 a N° 1.336), en Lules (Escuela N° 222 de El Nogalito, mesa N° 1410), en la comuna de San Ignacio, La Cocha (Escuela Mario Bravo, mesa N° 2.057 a N° 2,060), y en comuna de Sargento Moya, Monteros (Escuela Francisca Bazán de Laguna, mesas N° 1.623 a 1624).
Anuladas.- En el documento que firmaron las autoridades de la Junta Electoral, Antonio Gandur y Ana María Rosa Paz, se enunció la nómina de las mesas anuladas durante el conteo definitivo de las elecciones. “Se resolvieron cada una de las protestas o reclamos planteados en el recinto del escrutinio definitivo y en mesa de entradas (de la Junta)”, remarcaron. Las urnas anuladas durante la revisión final fueron: 326, 342, 726, 732, 1.078, 1.577, 2.543, 2.662, 1.006, 1.023, 1.096, 1.599, 3.388, 2.290, 2.393, 2.678.
El sistema electoral.- Tras el conteo de los votos del 23 de agosto, se le consultó al secretario electoral Darío Almaraz cuál era su reflexión sobre el sistema de acoples, que permite alianzas entre partidos para que varios candidatos “traccionen” votos para un aspirante a gobernador o intendente de otra agrupación. “Será una cuestión de análisis, ha sido un proceso convulsionado, donde el sistema electoral ha propiciado toda esta situación en cuanto a la multiplicidad de partidos políticos y los efectos que eso tiene”, manifestó el funcionario del órgano electoral.
Vigilancia de las urnas
Confían en que Gendarmería rescate datos de las cámaras de seguridad
Las fallas en el sistema de cámaras de vigilancia en la sede de la Junta Electoral de calle Mendoza 1.050 agravaron las críticas de la oposición. Y a la vez generó que el órgano electoral -y la Justicia provincial- solicite informes a Gendarmería. Ayer, autoridades esa fuerza se comunicaron con el secretario electoral Darío Almaraz, quien se mostró confiado con la chance de que se recuperen datos de los discos rígidos del sistema de vigilancia, presuntamente dañados. “Hablé esta tarde (por ayer) con el comandante de Gendarmería, y me dijo que no se podía recuperar (la información), pero no teníamos el informe (oficial). Como placas, parece que se puede determinar que estuvieron grabando, no sé si el contenido o cuál es la expresión técnica, pero quizás haya algunas placas que puedan surgir de ese barrido forense”, indicó Almaraz. Según surgió durante la pesquisa por la denuncia de fraude que hicieron José Cano y Domingo Amaya (ApB), los días en que las urnas con los votos llegaron a la sede de la JEP no se habrían registrado imágenes en el sistema de cámaras. Según la Junta, fue Gendarmería quien contrató por $ 17.000 a la firma Info FOJ, radicada en Santiago del Estero, para colocar los equipos.
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