Contenedores naranja desbordados y basura no diferenciada: mitos y verdades del sistema de separación y reciclaje

Contenedores naranja desbordados y basura no diferenciada: mitos y verdades del sistema de separación y reciclaje

El sistema funciona cada semana, pero debe robustecerse, ya que no da abasto por las proporciones de desperdicios que se generan. El mito de que el servicio de recolección carga toda la basura junta. El objetivo del Plan de Acción Climática de cara al 2030

Por Hagar Blau Makaroff.

Los vecinos de algunos contenedores de color naranja (islas de separación en vía pública) en el macrocentro rosarino, observan ya habituados cómo éstos se desbordan. Otros tienen comida y orgánicos mezclados con sus residuos en seco o fueron vandalizados. Y las más de las veces, el escenario es un desparramo en sus alrededores, signo de que probablemente pasó una familia en busca de materiales para vender. Este panorama dificulta la tarea diaria que realizan de separar su basura en seco, siendo éste el sistema mayoritario de recolección de reciclados.

Ante esta postal a veces cotidiana en las islas ecológicas, Rosario3 pudo saber que la recolección diferenciada de materiales reciclables de la ciudad es un sistema de cuatro modalidades que lleva 15 años de su aplicación con la campaña Rosario Más Limpia. Y aunque funciona con normalidad, lo que se ve es solo un reflejo de que el sistema necesita ser robustecido, si se considera que un total de 800 toneladas de residuos es lo que se genera por día en la ciudad, y de ese total, sólo un 10 por ciento es recogido por camiones e ingresa al Centro Ambiental de Tratamiento de Residuos (CATR), que el municipio posee en el barrio Bella Vista.

Es decir; si bien la recolección es asidua (de basura y de residuos separados), se encuentra muy atrás del ideal para que sea sostenible con la cantidad de basura que los vecinos generan todos los días.  

Distribuidos entre centro y macrocentro de la ciudad, en algunas de las 547 islas, uno de los problemas es la desacertada separación en origen de los materiales (cartones, plásticos, envases de vidrio o de metal, envases de telgopor), los cuales deben ser limpios y secos, y muchas veces son desechados con comida, pañales, excremento de las mascotas, colillas de cigarrillo u otros elementos.

Bolsas, botellas, maderas y restos de comida rodean un contenedor ubicado en Pichincha esta semana (Rosario3)

En la mayoría de los casos, los escenarios de desparramo alrededor del container son consecuencia del contexto social actual en que muchas familias encuentran en el cirujeo un rebusque, en el que acumulan para vender por unos pocos pesos esta clase de residuos.

Del total que se recicla (unas seis mil toneladas anuales), los contenedores naranjas son la recepción mayoritaria, representando un 75 por ciento. Pero además de los contenedores naranjas, miles de vecinos separan en sus viviendas y llevan sus reciclados a alguno de los 700 centros de recepción (un 34 por ciento) que se distribuyen en instituciones públicas y privadas en todas las latitudes de la ciudad.

La tercera modalidad son los barrios con servicio de recolección casa por casa, conocidos como Barrios Verdes (que recogen un 9 por ciento de esta basura), diferenciando por día y por tipo de residuo (de tres formas: orgánico, reciclable y resto). Estos son un total de 10 barrios de la zona noroeste y norte de la ciudad en Hostal del Sol, San Eduardo, Aldea, Fisherton R, Hostal del Sol Este, Fisherton Residencial, Lomas de Alberdi, Parquefield, Sarmiento y Alberdi. También hay barrios que no fraccionan con orgánico pero que tienen servicio puerta a puerta de camiones que pasan cada miércoles en busca de la basura reciclable

En cuarto término, que menos cantidad aporta y sin embargo es el quizás más visible, es la modalidad Canjeamos Tu Reciclable, que desde hace 10 años recibe cada 15 días la basura diferenciada, a cambio de plantines para los hogares. 

La modalidad de separación de residuos a cambio de plantines que decenas de vecinos canjean cada dos semanas.Toneladas que nunca se terminan de reciclar y un pliego

 

En la ciudad se contabilizaron 282.018 toneladas de basura total a disposición final durante el 2023 en el relleno sanitario de la ciudad vecina de Ricardone. De ese total se desprende que se reciclaron seis toneladas de residuos, es decir, un poco más del 2 por ciento.

Como ya se explicó, de las 800 toneladas diarias que generan los rosarinos, sólo un 10 por ciento ingresa al relleno sanitario, en un sistema que no da abasto y que desde hace años espera su debate. La búsqueda es subir ese porcentaje con el Plan de Acción Climática, y que un 60% de la población separe los residuos reciclables para 2030.

Pero todo esto requiere de altas inversiones para mejorar el circuito de recolección, que se prevén en el pliego de higiene urbana con cambios en la ordenanza Basura Cero (que busca reducir el envío de residuos al relleno), que en agosto próximo enviará el Ejecutivo al Concejo para su debate y aprobación.

El avance del debate del pliego y de la ordenanza vigente permitirá luego la compra de contenedores regulares y de reciclaje que reemplacen los existentes en mal estado, así como camiones 0 km y de una posible compra de terreno para nueva planta de tratamiento, ya que la de Bella Vista ya terminó su vida útil.

La directora de Gestión de Residuos municipal, Agustina Rodríguez, precisó a Rosario3: “El relleno ya es inerte. Ya fue usada su vida útil. Se busca avanzar (en el pliego que entrará en agosto al Concejo) en un nuevo terreno municipal para llevar la basura allí, y eso requiere una gran inversión por parte del municipio”.

Detalló entonces que "el año pasado el Concejo no debatió el pliego que se presentó", y señaló que este año, en agosto, se cae el pliego anterior", que viene desde la pandemia con prórrogas, por lo que manifestó la necesidad de que se trate finalmente. Aunque por otra parte, aseveró que siempre desde el municipio se está atento "a conseguir financiamiento internacional para equipamiento de alto costo. Aunque sin acompañamiento desde el gobierno nacional, es difícil que nos den los créditos".

Consultada en torno a los contenedores de separación en origen de color naranja, la funcionaria afirmó que “éstos son vaciados una vez por semana con un camión especial”, y reconoció que “hay un mito instalado de que cargan todo junto con la basura general, pero no es así. Va al mismo relleno sanitario pero al galpón de reciclados”.

En el proceso de clasificación y recuperación de los materiales que separan los rosarinos y las rosarinas, hay miembros de las cooperativas de ex recuperadores urbanos.

En torno al asunto de la basura mal separada por tener restos de comida o por no encontrarse seca, Rodríguez aclaró que “por más que algunas de las cosas que se tiran estén sucias y quede remanente, no pasa nada. En la planta, los clasificadores separan, clasifican y venden luego lo separado. Y un emprendimiento recibe los residuos informáticos y los vende".

La planta de reciclaje dentro del Centro Ambiental de Tratamiento municipal.Las acciones para que los vecinos incorporen el hábito de separar 

En un comunicado, la organización Taller Ecologista Rosario señaló una supuesta falta de políticas públicas adecuadas, al ser las mismas cantidades de basura que en los años anteriores las que se reciclan: “Hace seis años que el Ejecutivo Municipal no tiene iniciativas innovadoras para mejorar la separación en origen en los hogares. Lo último interesante que impulsó fue el programa de Barrios Verdes, que se desarrolló en 2017 y 2018. El resultado es el estancamiento en la recuperación de materiales", advirtieron. 

Consultada sobre si se educa a los vecinos para que aprendan e incorporen la separación en origen en sus hábitos, Rodríguez precisó que eso "es una tarea frecuente", a la que se dedica especialmente la Dirección de Educacion Ambiental municipal, la cual capacita en instituciones educativas constantemente. Destacó que “también se realiza difusión puerta a puerta, hablando con vecinos. En este momento por ejemplo, se está haciendo en barrios del sur de la ciudad”.

Instalar el hábito, reconoció, no es fácil: “Que los vecinos decidan separar es complejo porque no es algo obligatorio por ordenanza, como ocurrió con la prohibición del cigarrillo y con el alcohol cero”. Según la funcionaria, “esto se va a tener que implementar de la misma manera, porque si no es insostenible la ciudad”.

Sucede que la conciencia es clave porque “el imaginario público suele ser que cuando uno saca el residuo de su casa, desaparece el asunto. Por eso, hacemos énfasis en lo importante de separar para que sean muchas toneladas menos las que se acumulan en el relleno sanitario”.

Para que esto se cumpla, la funcionaria destacó que también se requiere de la separación de basura orgánica. Y "esa separación es más compleja: hay que ocuparse para que no sea muy seco ni muy húmedo. Hay que avanzar en esa separación porque casi el 60 por ciento de lo que generamos es orgánico".

Consultada sobre el mal estado de algunos de los contenedores, aseguró que se lleva a cabo un plan de recambio de los mismos y que esta semana se están renovando 120 en algunos barrios de la zona norte. Y en torno a los centros de recepcion, destacó que de los 700, más de la mitad (unos 400) son instituciones educativas. "Los capacitamos, entregamos el contenedor y se incentiva a los vecinos de la zona a separar y llevar. En cada una hacemos un seguimiento de si pueden sostener el compromiso”, remarcó Rodríguez. 

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