Existen más de cien emisarios submarinos en Latinoamérica, dedicados a verter desechos cloacales generalmente en el mar. En la costa. Maniobras durante la instalación del tramo inicial del emisario submarino, a pocos kilómetros del centro marplatense.
Por: Miguel Enrique Ponce - Ingeniero mecánico (naval). Universidad Nacional de La Plata (*).
Hace menos de cinco años que Mar del Plata, la cotizada ciudad de la costa atlántica argentina, resolvió el problema de la contaminación en sus playas y se puede decir que en este momento ese factor de degradación está en nivel cero.
Para resolverlo aplicó la tecnología del emisario submarino, que en la moderna concepción de la ecología es un conducto de traslado de efluentes cloacales bajo determinadas condiciones.
Descargar las aguas residuales al mar es una práctica común, que aprovecha el proceso natural de degradación a partir de la luz y la flora microbiana presente en la zona de descarga.
Pero con la aplicación de la nueva tecnología, las playas de la Perla del Atlántico dejaron de estar contaminadas por la acción de residuos o aguas grises, provenientes de los baños de las casas, las cocinas y las industrias.
Existen más de cien emisarios submarinos en Latinoamérica, dedicados a verter desechos cloacales generalmente en el mar. Surgieron ante la necesidad de núcleos poblacionales de dar algún tipo de solución a un planteo de higiene y contaminación real. Sin embargo, no todos se ajustan a normas específicas que contemplen seguridades en cuanto a contaminación ambiental, al margen de la eficacia en sí de su funcionamiento. Hoy, ante la vista de acontecimientos variados en el mapa mundial, vemos que los proyectos y realizaciones deben contemplar el cuidado del medio ambiente prioritariamente.
El dispositivo
La mención de lo antedicho, se hace por haber sido contemplado en todo su carácter en esta obra, realizada por ingenieros y técnicos locales, que con la tarea realizada adquieren rango internacional en su evaluación.
Esto suma el haber encarado problemas de orden especial en este caso, haciendo un tendido de casi 4 kilómetros desde la costa, en un mar y plataforma sedimentaria, no fáciles en cuanto a su estabilidad por corrientes y vientos traslativos característicos.
Cuatro grandes colectoras cloacales atraviesan la ciudad de Mar del Plata, volcando en primera instancia su efluente en la Estación Depuradora de Aguas Residuales, en la localidad de Camet, al norte de la ciudad. Entregan el caudal de una población de 2.000.000 de habitantes, máximo en temporada, aunque con capacidad de procesar el triple. Este primer sistema se encarga de acondicionar el efluente cloacal, para su descarga en condiciones óptimas en el emisario submarino. La tarea es la reducción gradual de la materia orgánica, a través de una cámara de rejas, estación elevadora de efluente crudo y filtrado en cribas de acero inoxidable rotativas autolimpiantes con transporte y deshidratación de sólidos. Toda el agua del proceso se reutiliza. El caudal pico de diseño del flujo madre es de 8 m3/seg. El líquido pasante es derivado hacia los desarenadores, equipos que realizan la extracción de arenas por efecto gravedad. Los aceites y grasas forman una capa que se extrae con un barredor. Por último, todo el ciclo de tratamiento cuenta con un sistema de extracción de gases de los recintos cerrados y filtros biológicos que permiten preservar la calidad del aire.
Con el fluido líquido ya tratado, se conduce al emisario submarino que lo traslada mar adentro. El conductor emisor está compuesto por el ensamble de 315 tramos de caño (polietileno de alta densidad con resina) de 12 metros de largo y 2 metros de diámetro. Esto hace una longitud de 3.215 metros, más 526 metros de caño difusores con 130 tubos de elevación con válvulas. El emisario se asienta en una zanja dragada de 4 metros de profundidad. En su cota máxima el emisario llega a 12 metros de profundidad. El líquido es bombeado desde cabecera, con presiones adecuadas para el funcionamiento correcto de los difusores. Se busca finalmente, que un proceso natural de degradación a partir de la luz y la flora microbiana presente en la zona de descarga, neutralice el desecho líquido. El sólido orgánico, previamente recolectado en la Estación Depuradora ya en contenedores, es dispuesto en parrillas de exposición abierta, para que un proceso natural de venteo también neutralice la masa. Ésta, no debe ser usada como abono o fertilizante de cultivos dedicados al consumo humano, ya que contiene componentes nocivos para la salud como son los metales pesados.
Luego de realizarse exhaustivos estudios y análisis específicos, se mostró una excelente capacidad autodepuradora del medio marino receptor, respecto a la carga orgánica vertida, y además no se detectaron problemas asociados a elementos y sustancias tóxicas (metales pesados, hidrocarburos), ni desequilibrios que puedan afectar el ecosistema como eutrofización o afectación a la comunidad bentónica submarial.
Para esta obra fue necesario construir un muelle de acompañamiento del tramo inicial, de 250 metros de longitud por 8 metros de ancho. Además en la jurisdicción del área de las plantas de tratamiento, se ha desarrollado un Parque Temático de Saneamiento, que es un área boscosa de 145 hectáreas que rodea al sistema y que lo aísla de las zonas residenciales.
Fin para un viejo problema
El parque fue diseñado y plantado con árboles adecuados al medio costero y su regadío se efectuó con aguas recicladas del sistema.
El Emisario Submarino de Mar del Plata, el más importante de Latinoamérica, puso fin a un problema histórico de la ciudad, caracterizada por su cualidad turística, al exponer una extensa longitud de playas. Las mismas eran sometidas a una indisimulada contaminación, derivada del vertido de efluentes no tratados, en la antigua planta de Camet.
Cabe destacar, que para la realización de este proyecto trabajaron ingenieros y técnicos (fundamentalmente de Obras Sanitarias Sociedad del Estado, OSSE), personal idóneo en tareas específicas (buzos, laboratoristas, obreros de la construcción, todos radicados en la ciudad y pertenecientes a instituciones y empresas locales). La Base Naval Militar de Mar del Plata, contribuyó con áreas, personal y material, para el depósito, ensamble de tubos, los que fueron almacenados en zonas acuáticas de su jurisdicción. El Consorcio del Puerto y Prefectura Naval, contribuyeron con la gestión de traslado a la zona final de anclaje. Debe destacarse la tarea de empresas locales de buceo, que además de la tarea inicial, realizan el mantenimiento constante con inspección y limpieza del conducto y difusores, destacando como inconveniente importante la falta de visibilidad en la profundidad.
Entonces vale destacar sin duda, que tenemos capacidad técnica y medios, para realizar proyectos y obras, compatibles con las mejores del mundo. Solo depende de nuestro orden y voluntad.
(*) El ingeniero Ponce es mendocino.
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