Línea directa entre el Presidente y el ministro para coordinar la intervención en el mercado. Estrategia, advertencias y aval del Fondo. Apoyo por omisión de CFK.
Por Gabriela Pepe - Eugenia Muzio
Pese a las internas políticas, Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa coinciden en un punto: el Gobierno no devaluará y usará todas las herramientas a su disposición para enfrentar las corridas cambiarias. Así lo hablaron las tres patas del Frente de Todos (FdT) en las últimas horas, al coordinar la decisión de intervenir en el mercado con reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), a sabiendas de que la movida implicaba el incumpliendo del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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La decisión se tomó el lunes después de que el Gobierno empezó a observar con preocupación la suba de los dólares financieros, el Contado Con Liquidación (CCL) y el dólar MEP; mientras el dólar blue se disparaba. Hasta entonces, el alza de la cotización de la divisa estadounidense en el mercado informal no había generado mayor zozobra en la Casa Rosada; que entiende que se trata de un "mercado marginal", cercano a los 5 millones de dólares, que puede moverse con pocas intervenciones.
El lunes, Massa y Fernández estuvieron en contacto permanente. La línea directa del Ministerio de Economía es la primera en el teléfono que el mandatario tiene en su escritorio. Tiene una pantalla, por lo que el Presidente y el ministro suelen hablar por videollamada. En paralelo, Massa avanzaba en sus conversaciones con el Fondo y también en su contacto con CFK.
Durante el día circularon rumores que indicaban que las conversaciones con el FMI se habían trabado. Para el jueves está previsto el viaje de funcionarios de Economía a Estados Unidos, a fin de avanzar en la renegociación del acuerdo, teniendo en cuenta la sequía como variable. En el massismo confían en que el ministro conseguirá el apoyo del Fondo con la venia política de la Casa Blanca. Es parte del compromiso que expresó el presidente Joe Biden durante la bilateral que mantuvo con Fernández en Washington a fines de marzo, y de la que fueron parte Massa y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
La noche agitada del lunes
Por la noche, el Gobierno acordó los pasos a seguir este martes. La decisión fue apelar a todas las herramientas disponibles, incluidas el uso de reservas y la actuación de la Unidad de Información Financiera (UIF) y de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que allanaron una compañía financiera.
Massa le dio aviso al Fondo. El primero en hacer declaraciones fue el Presidente, que defendió el trabajo del titular de la cartera de Hacienda durante la conferencia de prensa que dio junto a su par de Rumania, Klaus Iohannis, en la Casa Rosada. “Estamos trabajando con el ministro Massa muy consustanciados para superar esta situación”, dijo Fernández al mediodía. Acusó a "la derecha argentina" de provocar la corrida y se hizo eco de las palabras del representante argentino ante el Fondo, Sergio Chodos, quien denunció que economistas de Juntos por el Cambio (JxC) le pidieron al organismo que frene los desembolsos para la Argentina.
Luego le tocó el turno a Massa. El ministro escribió en su cuenta de Twitter a las 13.16, a sabiendas de lo que vendría después. “Vamos a usar todas las herramientas del Estado para ordenar esta situación y en ese sentido notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del Programa”, sostuvo.
Massa anunció que “paralelamente”, el Gobierno seguiría con “los acuerdos de multilaterales, exportadores con transformación de exportaciones a yuanes y el acuerdo de desembolso con el FMI para refortalecer las reservas que por el impacto de la sequía se vieron perjudicadas”.
El Fondo lo confirmó apenas minutos más tarde, en una jugada coordinada con el ministro, a través de información que divulgaron sus voceros. "El staff técnico continúa trabajando con las autoridades argentinas para fortalecer el programa económico acordado con el país en el contexto de la sequía muy severa. Los intercambios entre las autoridades y el equipo del Fondo Monetario Internacional avanzan de manera constructiva", dijeron.
Bonos financieros, la estrategia
Para entonces, el Gobierno ya había decidido intervenir con reservas en el mercado para frenar la corrida cambiaria. La estrategia fue operar sobre los dólares financieros: consistió en la venta de títulos en pesos para así aumentar la oferta y bajar el precio. Luego, se avanzó en la recompra de esos títulos en dólares. “Ayudamos un poco con la venta de unos Bonares y la compra de unos GD30”, señalaron fuentes del Banco Central.
Los movimientos de bonos impactaron en el precio de las cotizaciones bursátiles y en consecuencia - por el efecto señal a los mercados - ayudaron a descomprimir la suba del blue. No obstante, el resultado fue magro: al final del día, el dólar MEP cerró con una merma del 0,3% y el CCL creció un 0,8%.
A la autoridad monetaria le preocupa el dólar CCL, donde operan las grandes corporaciones. En el último mes subió un 14,8% y la demanda “tremenda” de estos últimos dos días -reconocieron- asustó a sus funcionarios y no descartan motivos políticos. “Se combinan las intenciones con la racionalidad económica”, indicaron. Massa está convencido -revelaron- de que no son las condiciones macroeconómicas las que generaron la corrida cambiaria y que la salida a la crisis será política.
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