Por qué el consumo no repunta a pesar de la recuperación de los salarios

Por qué el consumo no repunta a pesar de la recuperación de los salarios

Los incrementos salariales en los últimos meses le ganaron a la inflación, sin embargo esa mejora no se refleja en las estadísticas de consumo.

La recuperación de los ingresos en los últimos meses incluso por encima de la inflación, celebrada desde el Gobierno todavía no tiene su correlato en los niveles de consumo, que desde noviembre de 2023 y septiembre de 2024 mostró una caída de 10%.

Desde la consultora Empiria explican esta situación porque el ingreso disponible (ingresos menos gastos fijos) para un hogar promedio en el AMBA cayó un 13,9% real en ese período.

En el mismo lapso, el ingreso promedio del hogar (ingresos registrados, no registrados y no laborales) descendió 6,3% ajustado por inflación. Los gastos fijos en transporte, electricidad, gas, luz, agua, expensas, alquiler crecieron 35,2% en términos reales y son difíciles de "ajustar" aunque aumenten sus precios.

La reducción de subsidios a los servicios públicos y los aumentos asociados en tarifas de transporte público, la energía del hogar y el agua (entre 60% y 92%), así como los aumentos en expensas (+15% desde noviembre) y el alquiler (+24%) “absorbieron la recuperación en los ingresos de los hogares que comenzó en abril".

Hernán Lacunza, titular de Empiria, afirmó que "es verdad que la economía se deprimió mucho en el primer trimestre, entró en una meseta en el segundo y empezó a rebotar de una manera heterogénea y parsimoniosa en el tercero".

 

"También es verdad que el ingreso disponible, lo que le queda a una familia tras pagar los gastos fijos de luz, expensas, transporte, el día 5 del mes siguiente, que en noviembre de 2023 era de 100 pesos, ahora es de 86 pesos. Esos costos estaban pisados el año pasado", señaló el economista en declaraciones a Radio Con Vos. 

De acuerdo con el informe de la consultora, un hogar promedio en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) destinó 22,6% del ingreso a los gastos fijos, mientras que en noviembre de 2023 se ubicaba 15,6%. 

 

En los hogares de propietarios (78% del total), los gastos fijos representaron el 20% del ingreso, mientras que entre los inquilinos ascendió a 31,5%, con el alquiler como el principal componente (15%).

A mediados de 2019 el gasto fijo representaba una proporción similar a la actual (23,7%), el máximo registrado. “Sin embargo, la política de fijación de tarifas de servicios básicos durante 2020 y 2023 generó una reducción de 8 puntos en la participación de los gastos en el ingreso, lo que impulsó -artificialmente- el ingreso disponible y el consumo: 1,5pp fueron por el transporte público, 3pp por la caída en el peso del gasto en energía, 0,3pp por el gasto en agua y 3,1 por el gasto en expensas y alquiler (que tenía una fórmula de actualización rezagada con inflación creciente, lo que restringió la oferta)”.

Desde noviembre de 2023 hasta septiembre de 2024 se revirtió esta tendencia y los gastos fijos pasaron a representar el 22,6%, es decir 7,1 puntos más: 1,3 pp de transporte público, 2,2 pp de energía y combustibles, 0,7 pp de agua y 2,7 pp de gastos de vivienda.

Caída del consumo y perspectivas de recuperación

En el segundo trimestre del año, el consumo cayó 4,1% contra el primer trimestre del 2024, agregando una nueva contracción sobre el primer trimestre del 2024 (-3,1%) y el último del 2023 (-2,4%). Así, el consumo acumula una reducción del 10% desde el tercer trimestre de 2023, mientras que la masa salarial pudo recuperar 5,6% en el segundo trimestre en un contexto de inflación decreciente.

Lacunza estima que en 2024 "el PBI va a caer 3,5% y el consumo caerá el doble, el 7%, por esa asincronía entre la evolución de los salarios que se están recuperando pero menos respecto a lo que subieron los gastos fijos".

Y añadió: "El consumo se viene recuperando, el piso estuvo entre marzo y mayo. Podríamos tener expectativas de que a fin de 2025 podríamos tener los niveles de consumo de finales de 2023".

 

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