Las compras de la población se recortaron drásticamente, según se desprende de las declaraciones de directivos de autoservicios mayoristas, almacenes, cadenas provinciales e hipermercados. Espera una inyección de dinero en los "bolsillos" para recuperar la actividad
Producto de la recesión de la economía por causa de la pandemia, el consumo masivo se derrumbó hasta 15% en junio y los comercios de proximidad -que venían creciendo durante la cuarentena- tuvieron otro descenso, mientras los hipermercados siguen "en picada".
El presidente de la Confederación General Almacenera (CGA), Fernando Savore, indicó a BAE Negocios que "la caída en junio fue de 15% en volumen. Se terminó la tendencia positiva en abril y hace dos meses que estamos cayendo".
En tanto, desde los hipermercados confirmaron a este medio que "las ventas en promedio siguen en baja. La cuarentena favorece la compra en el barrio y en espacios más chicos y lamentablemente nos perjudicó". Por este motivo, los formatos llamados "express" caen, aunque en menor medida que las grandes tiendas comerciales.
El titular de la cámara FASA, que agrupa a supermercados provinciales, Víctor Palpacelli, coincidió en el diagnóstico y afirmó que "junio mostró una caída en unidades por la retracción en el consumo. Ayuda en parte la tarjeta alimentaria pero la contracción es fuerte. Por suerte, la inflación es baja y eso ayuda".
El directivo que representa a los supermercados de Rosario, Sergio López, aludió a que "las ventas se están reduciendo a niveles de enero y febrero y vamos hacia ese escenario. Se empieza a ver que la gente no tiene suficiente poder adquisitivo ni para los productos más básicos donde hay una gran selección. Calculamos una baja en unidades del 10 a 15 por ciento en junio contra el año pasado".
El presidente de la cámara mayorista CADAM, Alberto Guida, apuntó que "hubo una caída de 10% interanual en junio; se ve una concentración de las ventas en productos básicos porque sigue muy bajo el consumo". "Creo que va a seguir muy fuerte la presión de la industria para aumentar los precios pero no hay tolerancia ni de los mayoristas ni del Gobierno", agregó.
Aunque la tendencia general se mantenía, con una mayor preferencia de los clientes por los negocios de barrio por sobre los hipermercados, ya la primera quincena de mayo mostraba una desaceleración del consumo en los comercios de proximidad, donde las ventas estaban muy lejos de las registrada en abril.
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