Tras la ilusión de rebote que generó julio, las novedades no fueron buenas en agosto y por ahora no descuellan las de septiembre
or Mariano Cuparo Ortiz
Aunque julio generó algunas ilusiones en el oficialismo, la actividad económica sigue dando señales de continuidad en el escenario recesivo: en septiembre, el consumo siguió en caída, frente a la contracción del salario y el empleo, y mostró una baja del 0,5% en la comparación contra agosto. También la producción automotriz y la recaudación relacionada con la actividad ecónomica cayeron en septiembre. Pero, además, también la inversión siguió arrojando datos negativos y cayó un 11,3% en agosto, mes para el que también se espera una contracción del PBI en general. La producción no despega.
En julio hubo un rebote de la actividad económica del 1,7% desestacionalizado en comparación con los niveles de mayo, tal como mostró el Indec. Eso, sumado a la mejora mensual que vienen mostrando los salarios registrados, llevó a una ilusión oficialista acerca de la posibilidad de una salida sostenida del escenario recesivo en el que se encuentra la economía desde fines del 2023. Sin embargo, agosto dejó malas noticias y también los primeros datos de septiembre no vienen dejando lugar a esperanzas de un gran rebote. Ese andar perezoso por parte de la actividad se observa tanto en el consumo con en la inversión productiva, el ítem al que el Gobierno apuntaba con su ajuste.
Este domingo, la CAME publicó su dato de consumo en comercios minoristas y arrojó una caída del 0,5% mensual desestacionalizado, en paralelo con una de 5,2% interanual. Aunque el indicador viene desacelerando su contracción, lo cierto es que en realidad cada merma estadística se va sumando a la del mes previo. Y en ese sentido no hay señales de piso para el consumo de los hogares. En el año se acumuló una baja del 15%.
Desde la CAME reseñaron acerca de lo ocurrido en septiembre: “El comercio pyme volvió a tener un mes con poco movimiento, incluso hubo días con casi nula circulación de gente. El movimiento final resultó menor al del año pasado y también al de agosto, que de por sí fueron meses malos”.
Otros números de noviembre dejan entrever un mes en el que la actividad no terminó de explotar con una mejora significativa, aunque habrá que esperar a datos más firmes para aventurar que hubo una nueva caída (los de agosto, en cambio, sí permiten prever una merma del PBI mensual). Por caso, la producción automotriz anotó una baja del 12,6% interanual y otra del 3,9% mensual, aunque vale destacar que ese número no está libre de factores de estacionalidad. Además, según las estimaciones de la consultora PxQ, los impuestos relacionados con la actividad económica cayeron 7,8% interanual y, si no se toma en cuenta al de los combustibles, esa baja llega al 9,5%.
Para Orlando Ferreres y Asociados la actividad económica cayó un 0,6% mensual desestacionalizado durante agosto. La consultora espera una lenta mejora en los próximos meses, aunque con vaivenes. Y recién para el 2025 proyectó un rebote algo más significativo, de la mano de mejores ingresos, con la macro algo más ordenada.
En el mes, remarcó Ferreres, no solo el consumo y los ingresos deprimidos explicaron la baja del PBI, sino que además la inversión productiva se mostró en caída libre: registró, según el índice de Inversión Bruta Interna Mensual (IBIM) de la consultora, un desplome del 11,3 mensual y opera 14,2% por debajo de los niveles de noviembre del año pasado.
Ferreres reseñó el panorama inversor: “Los niveles de inversión de agosto estuvieron negativamente influenciados por la fuerte caída que registró la importación de bienes de capital, aunque en el sector de la construcción también se observa una aceleración de la caída. Hacia adelante, los agentes económicos parecen mayormente adoptar una estrategia de esperar y ver, particularmente en relación a las decisiones que tome el gobierno sobre el cepo cambiario. También puedeestar influyendo la baja en la confianza en el gobierno, y la persistencia que muestra la inflación”.
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