Almacenes, autoservicios, supermercados regionales y cadenas de hipermercados diseñan estrategias para morigerar la brutal caída del consumo.
Por Giuliana Iglesias
La drástica caída del consumo ya siente en todas las cadenas de supermercados. Un número que se conoció recientemente por parte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) echó luz sobre los efectos de las medidas macroeconómicas en la economía doméstica.
La inflación de dos dígitos cambió los hábitos de consumidores, modificó la cantidad de unidades vendidas y obligó al rubro alimenticio a ajustar su estrategia para que las cuentas cierren a fin de mes.
Las ventas minoristas pymes se hundieron un 25,5% anual en febrero. según CAME. pero uno de los rubros con mayor descenso fue Alimentos y Bebidas. En ese sector, la caída fue del 33,3%. Según el informe, los consumidores buscaron ofertas y productos de segunda y terceras marcas. "El ramo más afectado fue el de las bebidas, con fuertes subas de precios en los últimos meses, donde el consumidor se privó especialmente de gaseosas, jugos y aguas, especialmente en primeras marcas. Otro alimento que tuvo más sustitución de lo habitual fue la carne, aunque cuando aparecían ofertas se agotaban", detalló CAME.
En este marco, supermercadistas consultados por Ámbito, comentaron cuál es el estado de situación actual: "Crecen las compras de segundas y terceras marcas, así como marcas propias, precisamente por que lo definitorio en la decisión de compra es el precio. Han vuelto las promociones porque los proveedores tratan de mantener el volumen ofreciendo ofertas. Ello supone un precio más atractivo para el cliente y el proveedor no ´resigna´o si se prefiere ´no reconoce´que el precio de sus nuevas listas está excedido".
Desde una de las grandes cadenas marcaron dos datos que pinta el panorama: un declive de hasta el 40% en el rubro electro, bazar y textil vs. una caída de 10% en alimentos. "Sin promociones no hay demanda", comentaron.
"Los supermercados están redoblando sus esfuerzos con diferentes estrategias para aminorar el ritmo de caída", explicó otra cadena consultada. Al mismo tiempo, admitió que aumentó la cantidad de días de promociones, se ofrece un mayor porcentaje de descuentos y se amplió el tope de reintegro.
Otro dato en el que coincidieron las empresas relevadas fue el mayor porcentaje de utilización de la tarjeta de crédito por sobre el débito y efectivo en las compras. Esto está vinculado principalmente a una mayor preferencia por ese medio de pago, teniendo en cuenta las fechas de cierres y promociones bancarias o de billeteras virtuales en determinados días de la semana.
Víctor Palpacelli, presidente de FASA (Federación Argentina de Supermercados y Autoservicio) habló con este medio sobre lo que se observa en las cadenas regionales.
"Estamos prácticamente con un retroceso de unidades del 7% interanual. Hubo canales que disminuyeron más que eso. Cada vez cuesta más mantener el equilibrio de los costos operativos contra la caída de unidades. Los rubros que más han perdido unidades, son perfumería, limpieza, bebidas y lácteos", dijo Palpacelli.
En ese sentido, el empresario expresó que un cambio de hábito de consumo se explica porque el consumidor opta por ir más veces al supermercado. "Estadísticamente mantenemos la cantidad de tickets cortados. Esto quiere decir que no se han perdido clientes, pero los tickets tienen menos cantidad de unidades de las que tenían antes. El consumidor compra más veces en el súper con lo que le alcanza", aseveró el presidente de FASA.
Autoservicios del AMBA: preocupación por el aumento de la luz
Fernando Savore, de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, sostuvo que una de las preocupaciones más importantes en los autoservicios es el aumento de la tarifa de energía eléctrica. Si bien algunas mipymes contaban con subsidios, el Gobierno confirmó que llegarán con incrementos del orden del 150%.
Por último, resaltó que los pequeños comercios apuntan por darle un lugar a las mipymes en el rubro de alimentos. "Tenemos esta pequeña ventaja como comercio de proximidad de poder interpretar hasta dónde está dispuesto a pagar mi cliente, o hasta dónde puede pagar mi cliente", concluyó Savore.
Comentá la nota