Consumo: cuál es el dato que entusiasma al Gobierno pero que corre serio riesgo de terminar

Consumo: cuál es el dato que entusiasma al Gobierno pero que corre serio riesgo de terminar

El nivel de consumo masivo cerró el año 2021 con la máxima marca de crecimiento: 6,5% en diciembre, en comparación con el mismo mes de 2020

El nivel de consumo masivo cerró el año 2021 con la máxima marca de crecimiento: 6,5% en diciembre, en comparación con el mismo mes de 2020. Se trató del sexto mes consecutivo positivo, luego de caídas permanentes desde la devaluación de abril de 2018.

El registro pertenece a la consultora Scentia, una histórica referente para medir el nivel de consumo en supermercados, autoservicios "chinos" y almacenes de barrio; básicamente alimentos, bebidas y productos de limpieza e higiene personal.

Osvaldo del Río, director de Scentia, adelantó a iProfesional que la recuperación de diciembre fue la más importante del año pasado.

Esa tendencia positiva, que se inició en julio último, fue en ascenso a partir de ese momento, siempre en la comparación interanual. Según Scentia, la caída del consumo masivo se inició tras la devaluación de abril de 2018 y se extendió hasta marzo de 2020. Ese mes mejoró por el stockeo de la población en el inicio de la pandemia.

Sin embargo, la marca negativa volvió en mayo de 2020 (al finalizar el efecto stockeo) y se extendió durante 14 meses, hasta junio del año pasado.

Según Scentia, en esta ola positiva, la recuperación se da en supermercados pero -sobretodo- en autoservicios y almacenes de barrio.

"Esto tiene que ver con que la gente suele hacer compras más chicas, y lo hace a pocas cuadras de la casa. No les conviene ir hasta un supermercado", dice De Río.

Recuperación del salario real

La mejora en el consumo tiene que ver con la recuperación del salario real en los últimos meses, en virtud de las renegociaciones de las paritarias y de los bonos otorgados a distintos sectores de la población, como jubilados, pensionados y beneficiarios de AUH.

Sin embargo, esa mejora corre riesgos. La elevada inflación, sobre todo en alimentos, de las últimas semanas puede revertir esta tendencia positiva.

Esta cuestión está en pleno debate hacia la interna de la coalición gobernante. Sobretodo a la hora de analizar las condiciones que debería tener el futuro acuerdo con el Fondo Monetario. "La palabra ajuste está desterrada de la discusión con el FMI, para nosotros el secreto es crecer", dijo Alberto Fernández, dando cuenta de la traba que, hoy por hoy, existe en esa negociación.

En el medio, la inflación de los alimentos se recalentó durante la primera quincena del año.

 

Las subas se dieron en gran parte de los denominados productos "de almacén". La mayoría de ellos integrantes de la canasta básica alimentaria. Desde fideos, aceites, harina, azúcar, yerba hasta aderezos, pan industrializado, bebidas gaseosas, lácteos, y también golosinas y las mencionadas aceitunas.

Los aumentos en estos primeros días del año arrancaron en el 5% y se extendieron hasta el mencionado 20%.

Queda claro que, otra vez, las empresas de la alimentación pueden acordar una canasta de 1.300 productos con Comercio, con mínimos ajustes, pero aplican fuertes retoques en los productos con precios "libres".

También está claro que la Argentina tiene una dinámica inflacionaria muy grave -la inflación del año pasado trepó al 50,9%- a pesar de que funcionaron a full las anclas que deberían impedirlo: el dólar "oficial" corrió bien por detrás de ese número (subió apenas 20%), y las tarifas se mantuvieron prácticamente congeladas a lo largo de 2021.

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