El ex militar participó de todas las asonadas de los últimos 30 años de historia paraguaya. Lino César Oviedo Silva falleció en la misma fecha en la que, 24 años atrás, finalizaba el largo régimen autoritario de Alfredo Stroessner.
Lino César Oviedo Silva falleció en la misma fecha en la que, 24 años atrás, finalizaba el largo régimen autoritario de Alfredo Stroessner. Aquel 3 de febrero, pero de 1989, Oviedo participó con el grado de coronel en el golpe de Estado que, encabezado por el general Andrés Rodríguez, curiosamente el propio consuegro del dictador, le puso el punto final a los 34 años en el poder de Stroessner. De esa conspiración palaciega participó Oviedo, quien iniciaría así su ambiciosa carrera, que lo llevaría a reconocerse con la paradójica figura de "golpista democrático".
Nacido el 23 de septiembre de 1943, en la ciudad de Juan de Mena, departamento de Cordillera, Oviedo se formó como militar en Alemania. En mayo de 1989 fue promovido a general de Brigada y en diciembre de 1991 llegó a general de División. A finales de 1993, pasó a convertirse en comandante del Ejército.
El 22 de abril de 1996, y con el apoyo de mandos leales, se declaró en estado de insurgencia contra el presidente Juan Carlos Wasmosy y se negó a acatar la orden de destitución como jefe del Ejército.
Al poco tiempo, fundó un movimiento en el seno del Partido Colorado, tradicional espacio político paraguayo, que estaba en el poder desde 1947. Ese movimiento se llamó Unión Nacional de Colorados Éticos (Unace). Como consecuencia de las diferencias internas se enfrentó a José María Argaña y al presidente Juan Carlos Wasmosy, quien ordenó su detención el 3 de octubre de 1997.
El 9 de marzo de 1998 fue condenado a diez años de prisión militar por el intento de golpe contra Wasmosy. Pero, al poco tiempo, todos sus derechos cívicos y políticos fueron restituidos y retomó entonces la carrera política hasta que a comienzos de 1999 se lo acusó de haber participado como ideólogo del asesinato del vicepresidente José María Argaña y de la muerte de siete estudiantes en las revueltas populares que siguieron a ese hecho.
En 2002 se separó del Partido Colorado y fundó el nuevo partido: la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos. En el 2008, buscó nuevamente convertirse en presidente pero tuvo que aceptar la victoria electoral de Fernando Lugo, que acabó con 54 años de hegemonía de los "colorados". Oviedo inicialmente reconoció la legitimidad de la victoria, pero ratificó su lugar de opositor. Denunció un supuesto ofrecimiento de cinco ministerios y diez millones de dólares del entorno de Lugo para que se sumara al gobierno del ex sacerdote y, finalmente, fiel a su historia golpista, avaló a través de sus diputados y senadores el golpe parlamentario que derivó en la llegada al poder del por ese entonces vicepresidente y actual mandatario de facto, Federico Franco. «
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