En el día de ayer, en el Salón de Reuniones de la Casa de la Artesanía de Formosa, se llevo a cabo un importante evento con motivo de conmemorarse el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.
En la jornada, se abordaron no solamente todo lo relativo a las disposiciones de la Ley Nº 26.390 Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente, La erradicación del trabajo infantil desde una perspectiva de género, Trata de personas y trabajo forzado, Consecuencias del trabajo infantil en la salud, Trayectorias escolares y trabajo infantil, el Trabajo infantil y su impacto socio- comunitario, el Sindicalismo y su rol protagónico en la defensa de los derechos.
Todos los organismos presentes y que forman parte de la COPRETI- Comisión Provincial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil-, coincidieron en profundizar las acciones prácticas necesarias, para que el trabajo infantil sea totalmente erradicado de nuestra provincia. Considerando al mismo el realizado por niñas y niños menores de 16 años. Se expuso que en nuestro medio, esta problemática se encuentra controlada y en fuerte declinación, pero aun se puede observar a menores de edad realizando traslado de mercaderías en supermercados, trabajando en ladrillerias y carbonerías, cuidando vehículos en la vía pública, niñas realizando trabajos domésticos; todo lo cual impacta negativamente en la educación de los mismos ya que se producen discontinuidades de la presencia de los citados en los establecimientos escolares, ausentismos, repitencias, bajo nivel de interés, poca integración con los padres ,hasta llegar a convertirse en “niños invisibles”.
Como contracara, existen otras estructuras en las cuales los padres no poseen trabajo y los niños son obligados a buscar el sustento a través de alguna actividad ya sea mendigando en la vía publica o vendiendo determinados productos. Es aquí donde interviene el Estado, a través de todas sus áreas, para que no se produzca el cambio de roles que tiene asignado cada uno y si bien nos podemos encontrar con padres sin trabajo pero que gozan de beneficios sociales, como por ejemplo: la AUH, y en donde estos están obligados por Ley a enviarlos a la escuela y ellos mismos a realizar una contraprestación de manera tal que nos encontremos con una situación familiar donde se reparten correctamente derechos y obligaciones.
Por último, se abordo todo lo referido a evitar que se enmascare el trabajo infantil como simple colaboración, además de lograr que las niñas y niños no se vean privados en su infancia de las diversiones por tener que suplir a los padres en actividades domesticas o laborales y para ello debemos tener presente el rol que le corresponde a cada uno de los miembros del grupo familiar y además con el tiempo a medida que los menores van creciendo y adquieran la posibilidad de trabajar, la importancia de incorporarlos en las actividades que implican “ aprendizaje de oficios o trasmisión de saberes”, tanto para las niñas o niños de manera tal que no solamente se formen en las escuelas y colegios públicos sino que además también puedan insertarse rápidamente en el mercado laboral para solventar sus estudios universitarios u otras necesidades.
Concluyéndose entonces, que resulta tan nocivo en un niño la obligación de trabajar, como la de convivir en un ambiente donde los progenitores no realizan ninguna actividad tendiente al sostén del hogar.
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