La ministra no quiere exponer su debilidad legislativa. Ritondo sólo acepta una alianza si hay acuerdo de Javier Milei con Mauricio Macri, quien anticipa una larga guerra fría.
Por Mauricio Cantando
La pelea entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich por la conducción del PRO, que es termómetro de una guerra fría entre el expresidente y Javier Milei, no cambiará el diseño actual del Congreso. Cristian Ritondo descarta un interbloque con LLA en la Cámara de Diputados, una idea que continúan sugiriendo desde la Casa Rosada, y la ministra de Seguridad no armará una bancada propia.
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El bloque de diputados del PRO fue el instrumento que usó Macri para alterar lo que hasta ahora era una alianza sin fisuras con el oficialismo. Este jueves, Ritondo presentó un proyecto de resolución para pedir que el Gobierno cumpla la cautelar de la Corte que lo obliga a aumentar la coparticipación federal a la Ciudad.
Entre los 22 firmantes del PRO hubo dos figuras que se identificaban con Bullrich: Silvana Giudici y Gerardo Milman. No suscribió Fernando Iglesias, quien representa a la Ciudad de Buenos Aires, pero consideró que aumentar la coparticipación “no es urgente”.
Presentamos un proyecto de resolución para que el Poder Ejecutivo transfiera los fondos correspondientes a la Ciudad. La situación actual respecto a la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires necesita una solución urgente. La medida cautelar dictada por la Corte Suprema debe… pic.twitter.com/Dvxm6dLsoP
— Cristian Ritondo (@cristianritondo) July 3, 2024
Es el mensaje de Iglesias tiene letra de Milei, quien prefiere compensar a la Ciudad con otros aportes y no arriesgar el déficit fiscal. El bloque del PRO tiene 37 miembros y, además de Iglesias, Bullrich cuenta como propios a Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Patricia Vázquez y Laura Rodríguez Machado. En el Senado, de los seis miembros del PRO, la ministra sólo tiene de socia a la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, quien de todos modos también es leal a Luis Juez.
Los cálculos de Patricia Bullrich
Como contó Letra P, cuando rompió las bancadas en la Legislatura bonaerense, Bullrich no quiso formar bloques propios en el Congreso, porque expondría su debilidad y le complicaría la gestión de las leyes a Milei.
La pelea con Macri no cambió el diagnóstico de la ministra. “De ninguna manera vamos a romper”, confirmó a Letra P uno de sus discípulos, aunque no descartó que haya discusiones tensas en las próximas reuniones de bloque.
No serían las primeras, aunque en todos los casos Ritondo sacó a flote la bancada, donde tiene respeto de todas las tribus. De hecho, es el diputado que más veces habló con Milei, quien lo quería como presidente de la cámara baja, pero cedió ante la presión de Guillermo Francos, el funcionario libertario que más desprecia al PRO. En diciembre, el economista también le ofreció al jefe del bloque PRO ser titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). "Si no hay un acuerdo con el PRO, no voy a ir al Gobierno", le dijo Ritondo al Presidente y a Bullrich.
La idea de armar un interbloque entre LLA y el PRO en Diputados, presidido por Ritondo, es de Santiago Caputo, el estratega más respetado de los hermanos Milei. La imaginó en febrero, luego del fracaso de la ley ómnibus, y volvió a repetirla esta semana, luego de la rebelión de Macri por la Asamblea del PRO que dejó afuera a Bullrich, pero en el Congreso nadie le da sustento.
La fusión en Diputados tampoco es contemplada por el presidente de la cámara baja, Martín Menem, quien protege al jefe de LLA, el cordobés Gabriel Bornoroni. Menos aún en el PRO, donde la consideran el intento de un abrazo del oso. “Mientras no haya un acuerdo formal entre Milei y Macri, no hay interbloque”, repiten.
La confrontación de Macri
Como explicó Letra P, en la bancada amarilla sabían que iba a haber una confrontación de Macri con Milei después de la sanción de la ley ómnibus. Notaban al expresidente enojado con el libertario por la poca participación que le dio en el Gobierno y la estrategia que diseña Karina Miliei para absorber al PRO en las elecciones legislativas.
“Macri es un calabrés que no va a salir a los medios apurado a sacarse la bronca. La mastica y golpea en el momento justo”, explicó a Letra P un exdiputado con presencia territorial en el PRO, que frecuenta al actual presidente del partido.
El dirigente, que también fue funcionario de Cambiemos, cuenta que Macri tiene anotadas las medidas que a su entender tomó Milei para amedrentarlo, como armar un partido propio, promover una reforma política que anule las PASO y empoderar a Francos, quien se siente más cómodo hablando con los gobernadores que con dirigentes del PRO.
Los cálculos del PRO
En el macrismo creen -o esperan- que Francos terminará. "No podrá cumplir las promesas que hace en la provincias y quedará desprestigiado”, vaticinan sobre el jefe de Gabinete, quien tuvo una mala convivencia con el PRO durante la campaña del ballotage.
El diagnóstico de Macri es simple: LLA no puede ganar sin el PRO, que sigue siendo la marca del antikirchnerismo y “los gorilas”, como se definen, ya sin tapujos. Su desafío es volver a conectar con ese electorado, que Milei asegura que ya está en sus filas. Esa será la disputa.
Como los detractores del Gobierno tenderán a unirse, en el marcrismo entienden que, tarde o temprano, el Presidente deberá pedirle a la hermana no tensar con el exmandatario y armar una alianza para ganar. De lo contrario, la pelea seguirá. Nadie sabe hasta cuándo.
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