Por Mauricio Cantando

La dinámica de los bloques libertarios en el Congreso de Javier Milei rompió todos los moldes. Por diferencias personales y resistencias a las indicaciones de Karina Milei o Santiago Caputo, hubo figuras de La Libertad Avanza que abandonaron sus bancadas y otras que -sin sacar los pies del plato- expusieron sus desacuerdos en ciertos temas.

Los recintos, tanto en Diputados como en el Senado, muestran escenas impensadas en otros tiempos, con peleas entre representantes oficialistas y amenazas a los titulares de ambas cámaras. No hay autoridad capaz de evitar ese espectáculo.

El reality show libertario en el Parlamento empezó con el Gobierno, en diciembre de 2023. Desde su banca, el senador Francisco Paoltroni le advirtió a Victoria Villarruel que iba a pagar el costo por haberlo dejado sin la presidencia provisional del Senado. Unos meses después, el formoseño abandonó la bancada, peleado con Santiago Caputo y ya amigado con Villarruel.

El pasado miércoles la película se repitió en el recinto vecino. Megáfono en mano, Marcela Pagano agredió desde su banca a Martín Menem por no haberla ratificado como presidenta de la Comisión de Juicio Político, donde fue elegida hace un año. Pese al enojo, el riojano prefirió no expulsarla porque Milei ya no quiere perder votos.

Las mutaciones libertarias tienen otro dato peculiar: quienes fueron designados como jefes de bancada antes del inicio del Gobierno dejaron esos cargos o ni asumieron. Insólito. Lo más curioso es que estas disputas son ajenas a los avatares de la gestión presidencial. Las fracturas se relacionan con problemas de convivencia en el Congreso, que sus protagonistas prefieren no ocultar. Víctima de estas trifulcas, Milei perdió votos propios, aunque también sumó aliados para compensar y consiguió la mayoría de las leyes que se propuso.

Diputados, con fugas e infiltrados

Después de la elección de octubre de 2023, el bloque La Libertad Avanza en Diputados tenía 37 miembros. A la fecha cuenta con dos más, pero la nueva formación tuvo altas y bajas.

Oscar Zago, María Cecilia Ibañez, Eduardo Falcone y Lourdes Arrieta se fueron de la bancada oficialista e ingresaron seis legisladores de otros orígenes: Florencia Kipauka Lewtak, Alvaro Martínez, Alberto Arancibia Rodríguez, José Luis Espert, Carolina Piparo y Carlos Zapata.

Las incorporaciones se deben a un mapa político que favorece a Milei, con una polarización que lo tiene como protagonista. Extraño es que ese escenario no haya impedido que representantes elegidos por La Libertad Avanza abandonen los bloques oficialistas. Las migraciones se deben a una interna descontrolada y a una filosofía política, la libertaria, que justifica anteponer pretensiones individuales a proyectos colectivos. Hay referentes oficialistas, sobre todo jóvenes, que piden revisar esos dogmas.

En abril del año pasado, Zago dejó la jefatura de bloque LLA en Diputados debido a su enfrentamiento con Karina Milei, a quien nunca le reconoció su conducción e inauguró así una larga lista de marginados por esa negación. Junto a él, se fueron del oficialismo Ibañez y Falcone. El trío armó el bloque MID, uno de los sellos utilizados para inscribir el frente LLA en 2023 y que ya no será necesario. Los votos sí hacen falta en el recinto y por eso el exlegislador porteño se hace valer.

Lo reemplazó en la jefatura de bloque el cordobés Gabriel Bornoroni, quien armó una mesa chica libertaria conducida por Menem. La completan Lisandro Almirón, Nadia Márquez y Mercedes Llano. Lilia Lemoine, Celeste Ponce y Romina Diez tallan fuerte por su cercanía a Karina, madrina de los Menem (Martín y Lule). El diputado Santiago Santurio es una figura fuerte en el bloque con un activo único: milita en Las Fuerzas del Cielo con Caputo, pero tiene llegada a Karina. Hay quienes le recelan su línea directa con el triángulo de hierro.

La salida de la mendocina Arrieta fue más novelesca. Hasta junio era la libertaria más cercana a Menem, pero luego se convirtió en su principal detractora pública. De hecho, la diputada responsabilizó al Rioja por el viaje que ella misma hizo a Ezeiza junto a un continente del bloque a visitar a represores, entre ellos Alfredo Astiz. La pelea tuvo declaraciones públicas y filtración de chats, otro clásico libertario.

El expediente Marcela Pagano

La periodista Marcela Pagano y la rosarina Rocío Bonacci son las únicas sobrevivientes a una práctica que obliga a abandonar el espacio: chatear con Milei e ignorar a Karina. Es lo que hizo Pagano hace un año para conseguir la presidencia de la Comisión de Juicio Político, en complicidad con Zago, sin importar la opinión de la secretaria general.

El ahora diputado del MID tuvo que irse del bloque luego de esa desobediencia, pero periodista se mantuvo, según cuenta, por pedido de Milei, quien suele permanecer como testigo lejano de las peleas de su propio espacio y ya está cansado de perder votos. La diputada está decidida a ir a fondo contra Menem, quien fracasó en todos los intentos por acercar posiciones. El riojano dice que le pidió demasiados beneficios para dejar la presidencia de la comisión que es capaz de sentar al banquillo al binomio presidencial, a los miembros de la Corte y al propio titular de Diputados.

Menem tiene un estilo que lo complica: cuando no resuelve un problema, lo deja en el olvido y a veces a mediano plazo es peor. Este es el caso: está decidido a ignorar a Pagano, quien volverá a amedrentarlo una y otra vez.

La exconductora televisiva y Bonacci se sientan una al lado de la otra en el recinto y, cuando pueden, fastidian a Menem: el último miércoles no dieron cuórum, aunque luego votaron el DNU que habilita un acuerdo con el FMI. La semana anterior casi terminaron a los golpes con Lemoine y Ponce porque no quisieron dejar sus bancas cuando se estaba por emplazar comisiones para debatir las facultades delegadas de Milei. Todo ante las cámaras, para envidia de Gran Hermano.

Como Zago, Bonacci aportó su partido (UNITE) para armar el frente LLA. Al haber constituido el sello como partido político ya no es necesaria para la rosca libertaria santafesina, pero tiene mandato hasta 2027 y lo hará valer.

El Senado, un circo reducido

El bloque de La Libertad Avanza en el Senado tenía siete miembros en diciembre de 2023 y se quedó con seis poco después, por la salida de Paoltroni. Otra curiosidad: el presidente provisional -tercer cargo del país-, Bartolomé Abdala, llegó promovido por Villarruel y ese vínculo lo perjudicó por la interna de la vice y los Milei, que también se desmadró.

Caputo se convirtió en el artífice de los conflictos en la cámara alta. Empoderó al jefe de bloque, Ezequiel Atauche, quien le había ganado la disputa a Abdala en una votación con papelitos después del ballotage. El escrutinio original entre los siete libertarios necesito le había dado ganador a Abdala pero debió ser revisado por Villarruel. Algunas senadoras habían votado mal. Eso dijeron.

El jujeño resultó favorecido en esa revisión pero nunca le rindió pleitesía a la vicepresidenta. Tampoco consulta a ninguno de sus pares para tomar decisiones, que define luego de habituales visitas a la Casa Rosada, con Caputo o Karina. El que lo llame. Paoltroni se alejó del bloque peleado con el asesor presidencial, quien le pidió que no atacará al candidato a juez de la Corte, Ariel Lijo, y en tal caso no lo votada. El formoseño lo enfrentó a gritos y los influencers libertarios le hicieron saber que debía irse.

Paoltroni, con mandato hasta 2029, armó un monobloque y se convirtió en un díscolo de verdad: ni siquiera garantiza el cuórum. En la última sesión, para iniciar el debate de la suspensión de las PASO fue necesario el retorno del senador radical Víctor Zimmermann, quien debió reiniciar a un cargo en Chaco. El gobernador de esa provincia, Leandro Zdero, quien anunció un alianza con La Libertad Avanza, hizo valer su voto clave: recibió un anticipo de 120 mil millones de pesos para "subsanar dificultades financieras". Es lo que le cuesta a Milei el control del Congreso.