Por Daniela Romero

A solo unos días de que empiece a correr el reloj de las sesiones extraordinarias, en el Congreso ya anticipan un escenario enrevesado para el Gobierno: según fuentes del Palacio Legislativo, no va a haber avances hasta febrero por ausencias y ya son múltiples los bloques que amenazan con no dar quórum para ningún proyecto si no incluye al Presupuesto 2025 en el temario. El estado parlamentario de los 7 expedientes que habilitó el Gobierno, además, avecina un largo recorrido por delante: son muy pocos los que están en condiciones de ir al recinto y solo uno cuenta con “media sanción”.

Las extraordinarias debutarán el próximo lunes 20 de enero sin diálogo previo entre el Gobierno y el Congreso, ya que en Casa Rosada no consiguieron reunir a los jefes de bloque esta semana. La convocatoria formal iba a trascender este martes pero la intención de que haya un acercamiento entre los parlamentarios y los funcionarios se pospuso para la semana que viene porque hay varios presidentes de bloque de vacaciones. También se traslada a otros diputados que estarán ausentes hasta comienzos e incluso, algunos, hasta mediados de febrero, alertaron desde el bloque de Miguel Ángel Pichetto en diálogo con BAE Negocios.

“Hasta el primer día de febrero no se va a mover nada”, aseguró la fuente. En coincidencia con esa postura, en la UCR estiman que recién para la última semana de enero estaría completa la tropa de 20 diputados que preside Rodrigo De Loredo. “De todos modos, no va a haber sesión en enero”, disminuyen de su entorno, puesto que el recinto está en obra. La idea inicial era que durante las últimas semanas de enero, aunque sea, comiencen con el tratamiento en comisiones. 

“Viene medio a fuego lento, lo veo un poco difícil”, leyeron los pichettistas que, además, consideraron que si el jefe de la bancada de Encuentro Federal asiste a la reunión con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, será por “gentileza” porque “no hay mucha voluntad”. En ese sentido, las fuentes revelaron que tanto EF como el bloque de radicales de Democracia Para Siempre y Unión por la Patria están preparando una estrategia para presionar al Gobierno: “Lo que hemos hablado es la posibilidad de plantear con más contundencia que hasta que no esté el Presupuesto 2025 presentado (en el temario de extraordinarias) no vamos a tratar ningún otro tema”, aseguraron. La amenaza ya la habían adelantado cuando amagaron con llamar a extraordinarias en diciembre del año pasado, como contó este diario. “Ahí se le va a complicar un poquitito juntar votos. No sé si va a estar tan planchado el temario, iremos pero con la peor de las ondas”, se reía un opositor dialoguista.

Al reclamo por el Presupuesto se sumó el PRO, que desató otra interna en el bloque luego de que el partido que lidera Mauricio Macri sacara ayer por la tarde un comunicado en el que tildó al presidente Javier Milei de “autoritario” por no haberlo incluido en el llamado a extraordinarias. Los más allegados al jefe de Estado se despegaron de esas declaraciones: las diputadas Silvana Giudici y Sabrina Ajmechet defendieron en X que el déficit cero es más importante y, según trascendió, alfiles cercanos a la mesa ejecutiva como Cristian Ritondo no habrían consensuado esa publicación. Es una batalla que los gobernadores de exJuntos por el Cambio ya dan por perdida.

Frente a este escenario es que se pretende que en un mes avancen los siete proyectos que planteó el Gobierno. El único que tiene un tratamiento avanzado es la Ley Antimafias , que además de ya contar con la aprobación de Diputados en noviembre consiguió las firmas para tener despacho de comisión en el Senado. Es el únicoque está a un paso de ser aprobado, pero así y todo todavía no recluta los votos en la Cámara para darlo.

Los únicos otros dos proyectos que tienen dictamen -es decir, que pueden ir al recinto sin necesidad de una mayoría especial- son la Ley de Reiterancia y Juicio en Ausencia en la Cámara de Diputados, pero que de ser aprobados igual deberán someterse al tratamiento en comisiones en el Senado. Por su parte, Ficha Limpia también tenía dictamen, pero como el Ejecutivo decidió enviar un proyecto nuevo, deberá volver a comisiones. 

El texto, elaborado por el ministro de Defensa, Luis Petri, fue en colaboración con la diputada del PRO Silvia Lospennato, principal promotora de la reforma, según aseguraron desde el entorno del funcionario. Sin embargo, todavía no se conoce el contenido de la reforma y no hay certezas de que tenga consenso, a diferencia del anterior. Este y el proyecto de Compensación e Índice de Actualización de Quebrantos siguen pendientes de ser remitidos al Congreso, directamente.

La reforma electoral nunca fue debatida en comisiones aún: su futuro avecina un consenso generalizado para al menos avanzar hacia la suspensión de las PASO, según el sondeo del oficialismo, que de todos modos intentará ir hacia su eliminación y la modificación del financiamiento de los partidos políticos. Necesita de la mayoría absoluta de ambas cámaras para ser sancionado. La frutilla del postre son los pliegos de la Corte Suprema: su situación parlamentaria tampoco tiene dictamen, aunque se asume que las firmas para el juez Ariel Lijo están, mas no para Manuel García Mansilla. Solo debe ser tramitado en el Senado, pero necesitan los dos tercios del total de los miembros. Cabe destacar que en la Cámara alta hay una regla de esperar al menos una semana entre el dictamen y la votación: esto aplicará para los siete proyectos.