El diputado nacional Máximo Kirchner decidió no ir al Congreso, donde el Presidente abría las sesiones ordinarias. Por qué y a dónde estuvo. Reunión posterior con Cristina para evaluar el tenso reencuentro con el Presidente.
Analía Argento
Finalmente ocurrió pero sin estridencias. El reencuentro del Presidente y su Vice tuvo casi menos gestualidad que en los tiempos en que todavía se hablaba. De todos modos fue evidente la frialdad y la distancia entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
Puntual, la Vicepresidenta lo esperó en la explanada del palacio Legislativo. Apenas se saludaron con un beso. De inmediato él apuró el paso y ella quedó intencionalmente rezagada para ceder el lugar de anfitriona a Cecilia Moreau que debutó como presidenta de la Cámara de Diputados en una asamblea legislativa. Más cómodo con la dirigenta del Frente Renovador, Fernández la abrazó y caminó sonriente con ella. Los secundaba la vicepresidenta del Senado, Claudia Ledesma Abdala.
Hubo un par de momentos de incomodidad. Cristina Kirchner hizo una señal para pedir una lapicera y evitar el traspaso de la que usó el Presidente para firmar el libro de Honor. Otro instante en el que Moreau ofició de intermediaria y terminó posando con ellos en la foto para no dejarlos solos.
De ida y de regreso por el corralito con alfombra roja Cristina Kirchner sonrió. Durante las caminatas se la vio relajada y sin hacer declaraciones saludó con una sonrisa y alzando la diestra a los periodistas que la esperaban. En el estrado rechazó el ofrecimiento de agua que el hizo el Presidente a quien no felicitó, ni abrazó, ni besó al término de su discurso.
"Muy buena foto", los elogió el entrerriano Marcelo Casaretto, diputado nacional que se atrevió a hablar del reencuentro con el Presidente y con la Vice cuando se encaminaron hacia la despedida.
Cristina apretó mucho los puños. Y a diferencia de otras ocasiones casi no dirigió mirada hacia su derecha ni hizo ningún comentario en voz baja al jefe de Estado. Apenas pronunció las palabras formales para la ocasión, en la apertura y cierre de la 141ª sesión legislativa, la 40ª continuada en Democracia desde la asunción de Raúl Alfonsín. En su caso, se dirigió hacia la senadora de Santiago del Estero mientras Fernández se apoyaba en Moreau.
La fecha, emblemática, fue un atajo para Sergio Massa que participó del homenaje a los ex presidentes de la Cámara de Diputados. En su caso fue la primera vez en participar como ministro de Economía tras ser reemplazado por Cecilia Moreau. Pero no estuvo en el espacio destinado a funcionarios del Poder Ejecutivo, se destacó y saludó desde un palco acompañado por Julián Domínguez y Eduardo Camaño.
No hubo festejo, ni banderas (ni a favor ni en contra), tampoco movilización. Apenas pasacalles de algunos leales como Gabriel Katopodis, Victoria Tolosa Paz y el ex ministro Juan Zabaleta. Tan poca gente acompañó fuera del Congreso que el operativo de vallado se inició recién pasadas las 9.30.
DÓNDE ESTUVO MÁXIMO KIRCHNER
En sintonía con la decisión de La Cámpora de no acompañar al Presidente en ningún acto de gestión o institucional hubo una notoria ausencia. Máximo Kirchner arrancó la mañana en La Matanza y por segunda vez no participó de la apertura de sesiones ordinarias. El año pasado prefirió acompañar a su hijo en el inicio escolar en Santa Cruz, evento que había lamentado perderse años anteriores cuando ejercía la presidencia del bloque del Senado.
La mayoría de los dirigentes sentados en sus bancas prefirió no opinar. Algunos destacaron que salvo cuando fue presidente del bloque del Frente de Todos Kirchner hijo no es afecto a estas celebraciones. Menos aún, seguramente, después de la discusión que mantuvo con el Presidente en la reunión del Frente de Todos donde le reprochó que busque la reelección con los votos de Cristina Kirchner.
La Cámpora no estuvo del todo ajena. Los diputados que responden a Máximo Kirchner se sentaron en sus bancas. El ministro del Interior Eduardo ‘Wado' de Pedro aplaudió cada tramo del discurso inaugural, especialmente el final contra la Justicia, la "inhabilitación" de CFK como candidata este 2023, la intervención de la Corte en el Consejo de la Magistratura y el fallo a favor de la Ciudad de Buenos Aires respecto a la transferencia de recursos.
Ya iniciada la sesión a los palcos de invitados llegaron Fernanda Raverta, titular de ANSES, y Luana Volnovich, del PAMI. Ambas se mostraron contentas con la sanción de la ley que establece un plan de pago para las deudas previsionales. Justamente por esa ley se manifestó igual de contento Máximo Kirchner el martes por la tarde. Así lo habló con Germán Martínez, su sucesor y jefe de bloque, agradecido y feliz por la sanción.
Por eso en el entorno de Martínez y de Máximo Kirchner, que intentan mantenerse unidos en el bloque, hubo quejas hacia la diputada de la oposición que le reprochó haber acusado a Juntos por el Cambio del atentado contra CFK. Kirchner había dicho que entendía el malestar por los afiches con los que escracharon a diputados que votaban en contra de la ley. "Imagínense lo que sentimos cuando le gatillan en la cabeza a la Vicepresidenta", señaló pidiendo empatía.
Axel Kicillof tampoco estuvo en la Asamblea Legislativa, a pesar de haber confirmado previamente su asistencia. En el entorno del gobernador justificaron la ausencia por la "intensa" agenda y el retraso en distintas actividades. La primera a las 8 de la mañana fue el inicio del ciclo lectivo en Buenos Aires. La segunda la discusión y cierre de la paritaria estatal. A las 18 tiene su propia apertura de sesiones en La Plata, asamblea que el año pasado tuvo lugar el 2 y no el primero de marzo.
Si Máximo Kirchner evitó la sesión, ¿dónde estuvo? En La Matanza, en una recorrida con un cura villero.
Nicolás Angelotti, conocido como "el padre Tano", es uno de los sacerdotes más cercanos al Papa Francisco. A cargo de la parroquia San José, de La Matanza, recorre el conurbano más profundo, el de los altos índices de pobreza. En varias ocasiones recibió a Máximo Kirchner, como también a Juan Grabois con quien tiene un vínculo estrecho.
Esta vez Kirchner prefirió ir con el cura para celebrar el primer año desde la habilitación de tierras donde se construyó un Parque de la Integración Tierra, Techo y Trabajo. Mientras el Presidente hablaba el diputado estaba en las villas de Puerta de Hierro y San Petersburgo.
Al diputado lo acompañó Facundo Tignanelli, camporista y matancero. Los tres recorrieron el espacio donde antes había un basural y ahora un centro barrial de jubilados, un centro cultural, una casa de la niñez, plaza, espacios recreativos y playones deportivos.
Después, cuando la sesión terminó, el diputado Kirchner regresó a Capital para reunirse con la Vicepresidenta en el primer piso del Senado y analizar el discurso presidencial que duró exactos 120 minutos.
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