A lo largo del año pasado, la labor parlamentaria se dividió en 18 sesiones ordinarias, 1 sesión informativa, 2 Asambleas Legislativas y 1 encuentro conjunto de Diputados y del Senado.

Según la web oficial de la Cámara de Diputados de la Nación, las legisladoras correntinas kirchneristas Ana María Perroni y María Elena Chieno encabezan la nómina con mayor presentismo. Ambas asistieron a 21 sesiones.

Los diputados kirchneristas que representan a Corrientes, en particular, han asistido a casi todas las sesiones. Araceli Ferreyra y Fabían Ríos asistieron a 19.

Durante 2011, se difundió el escalafón de los miembros de la Cámara baja más vitoreados por sus pares y se destacó la kirchnerista María Elena Chieno como la diputada correntina más aplaudida.

Los radicales

Distinta fue la realidad del radicalismo correntino. Los legisladores Lucio Aspiazú y Rodolfo “Rudy” Fernández fueron los legisladores con mayor cantidad de ausencias: 13.

Durante 2011, Rudy Fernández integró la lista de legisladores con asistencia perfecta. Pero el año pasado formó parte de los que más faltaron.

En cuanto a Agustín Portela, legislador reelecto en 2011, asistió a 17 sesiones, tuvo 4 ausencias y 1 misión oficial.

Los diputados cuyo mandato caducan este año son María Elena Chieno y los radicales Lucio Aspiazú y Rudy Fernández.

Sin proyectos

En lo que va del mes, aún no ingresó ningún proyecto a la Mesa de Entrada de la Cámara de Diputados; a diferencia de los últimos dos años.

En 2012, las primeras iniciativas fueron presentadas el 3 de enero, y en 2011, un día después. El año 2010 fue de los más tardíos en la materia: los proyectos comenzaron a entrar recién el 3 de febrero.

El dato incluye tanto a proyectos de ley como de resolución y declaración, y sorprende teniendo en cuenta la tendencia de varios legisladores de presentar textos tempranamente, e incluso en paquete, informó elparlamentario.com.

El segundo día hábil del año pasado, el 3 de enero, ya habían ingresado a la Cámara baja nada menos que 19 proyectos. El principal, que luego se transformaría en la llamada “Declaración de Ushuaia”, fue uno del bloque oficialista, encabezado por Agustín Rossi, para expresar repudio por las declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, que acusó a nuestro país de “colonialista” en el marco de la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas.

Ese mismo día se registraron seis iniciativas del peronista disidente de Alfredo Atanasof, entre ellos, un pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre las trabas a las importaciones. El kirchnerista Pablo Kosiner presentó dos, uno de los cuales pedía garantizar el abastecimiento de combustibles. Para ese entonces ya afloraba la discusión por YPF.

Un año antes, en 2011, el primer proyecto entró el 4 de enero y fue rubricado por el jefe del bloque radical, Ricardo Gil Lavedra, que pretendía crear una comisión bicameral “para el control de la corrupción estatal”.

En 2009, ingresaron tres proyectos el 5 de enero: dos de Francisco de Narváez –uno para declarar la emergencia agropecuaria en varios distritos bonaerenses por la recordada sequía-, y otro de la diputada mandato cumplido María de los Angeles Petit.

Aún resta saber si la composición actual de Diputados imitará a la de 2010, cuando los primeros proyectos se hicieron esperar: fueron nueve, fechados en Mesa de Entrada el 3 de febrero. Uno de ellos, de Vilma Ibarra (MC), proponía crear en el Congreso una comisión nacional de ética pública.

Esa fecha ingresaron tres iniciativas de la radical Silvana Giudici (MC), para repudiar “el cierre de varias señales televisivas” en Venezuela; pedir informes sobre la adquisición de un hotel en Santa Cruz por parte del matrimonio Kirchner; y expresar pesar por la muerte del periodista y escritor Tomás Eloy Martínez.

Por último figuran dos de Patricia Bullrich y tres del radical Pablo Orsolini, uno de ellos para pedir informes sobre el suministro de energía eléctrica en varias provincias.