Las versiones light y normal de un producto llevan los mismos excesos provocando confusión en los consumidores. Las etiquetas destinadas a proteger a los chicos casi no cumplen su función por falta de educación.
Por: Mariana Badeni.
Comprar alimentos envasados en los supermercados cambió radicalmente cuando comenzó a aplicarse la Ley de etiquetado frontal en el país. La norma pretende brindar mayor información a los consumidores en productos alimenticios procesados y ultra procesados que sean altos en sodio, azúcar y grasas que podrían representar riesgos para la salud.
Un punto clave de la regulación es la inclusión de octógonos negros con mensajes advirtiendo sus excedentes. Sin embargo, faltan todavía avanzar en detalles que brinden más claridad al consumidor que a veces se confunde más por falta de información y educación. Un ejemplo se da en el envase de un producto vendido como light contiene la misma cantidad y calidad de advertencias de excesos que su versión normal.
El médico clínico Adrián Cormillot dialogó con La Prensa sobre las virtudes y polémicas que trae esta nueva normativa en la vida de los argentinos.
- Cómo la ley de etiquetado frontal viene a dar claridad e información. ¿Y qué te parece hasta el momento si lo logró?
- La ley es para promocionar una alimentación saludable. El etiquetado frontal es parte de un grupo de medidas que se toman para terminar con el libre albedrío de la industria porque dentro de las reglas de juego que existían eran bastante flexibles. Era un fenómeno permisivo, se podría decir. No está todo escrito en el código alimentario, pero dentro de este contexto, a nivel mundial, algunos países se ufanan de tener un reglamento alimentario mucho más estrictos o más rígidos que otros, en cuanto no solamente a la composición de alimentos, sino a la regulación del marketing y de la publicidad. Brasil en su momento era el más adelantado en la región en cuanto a la etiqueta de la información nutricional o todo lo que tenía que ver con la composición alimentaria.
Otro caso es México, por ejemplo, donde las galletitas en su momento les ponían tanto chocolate que dejaban de ser consideradas como tales. El porcentaje de chocolate que puede tener es el 20 por ciento, pero si tiene más deja de ser galletita. Este tipo de medidas se fueron haciendo en muchos países. Quizás muchos se acuerden de un publicidad de una marca de galletitas que se vendía en la Argentina que decía algo como "Tanto chocolate debería estar prohibido". La misma empresa en México lo había vedado por exceder esa cantidad que llegaba al 40 por ciento de chocolate, pero acá te hacía la jugada de que deberían estar prohibida. Esos son ejemplos de lo que se hacía hasta hace poco tiempo. Por ejemplo, había medidas heroicas en México, también, donde en los televisores y en los cines se dejaba de dar publicidad de todo tipo de alimento hasta las diez de la noche para que no hubieran chicos presentes. Entonces, eran iniciativas sueltas que intentaban corregir algo.
- ¿Se llegó a implementar algún sistema para regular esto?
- En Europa salió un sistema denominado Nutriscore donde se tienen colores para identificar el valor de los alimentos. Es similar al que implementan con las heladeras. Entonces, está medida del etiquetado permite que la población, que está en su mayoría desinformada y nadie les enseña a leer las etiquetas, pueda contar con un referente sobre lo que está comiendo.
EDUCACION
-¿Cuánta educación sobre qué comer o no, tiene un paciente cuando llega a pedirle una consulta?
- En general, al consultorio de la clínica llegan personas que pasaron por 400 tratamientos que son instancias donde les enseñan sobre las etiquetas y dietas, pero también hay otras que no están informadas. Sobre esto se hablaba que tres de cada diez argentinos aún diéndole la información nutricional la leían. Es decir, más allá de la capacidad de poder leerla, la gente se guía por los colores como el rojo y el verde.
-¿Se da esa consigna de que la gente come a través de los ojos?
-Si y un ejemplo es lo que sucede con los colores que se utilizan en el marketing de la alimentación, en los packaging. Si a las galletitas u otro alimento se le pusiera los colores que tengan su composición, por ejemplo, un alimento a base de tomate se le coloca una etiqueta colorada o un paquete colorado. Pero si fuera un alimento oscuro y se le pone un paquete de ese color no llamaría tanto la atención del consumidor. Esto es ya algo que el ser humano tiene incorporado desde la prehistoria cuando sabías que la verdura o fruta tenía cierto color y lo que cazaban otro. Eso está incorporado un nivel del cerebro más primitivo que lo usaba en su momento para poder buscar el alimento. Hoy en el supermercado una persona va a la góndola de las galletitas y tiene desde el color rosado hasta violeta, fucsia, amarillo, verde, azul.
ENGAÑOSO
-¿Qué tan engañosas son las etiquetas hoy en día respecto del marketing y las propiedades nutricionales con esto de los colores?
- Cuando vas al supermercado, antes llegar a la verdulería, tenés que pasar por la parte de galletitas. Si yo me las pusieras de blanco, negro y marrón, creo que la gente no sabría cuál elegir e iría directamente a comprar frutas. Es determinante el color en el paquete de papas fritas que es plateado, con amarillo, rojo y con letras espectaculares. Y después tenés los alimentos más nobles, como la manzana, que si uno dijera tráeme la peor madera que puedas conseguir seguro te traen el del cajón de verdura. Es decir, entonces, el packaging de la manzana es la madera de peor calidad, pero las papas fritas vienen en unas bolsa muy coloridas para atraer la atención. Lo mejor con nutrientes viene en packaging casi sin costo y lo que tiene exceso de sal en un envase por el cual se invirtió mucho. Otro puntos son las medidas higiénicas como lavar las frutas. Sin embargo, el packaging te lleva a hacer al consumo directo porque abris y lo comes sin miramiento.
Lo que se modificó mucho con esta ley de etiquetado es el término que en Estados Unidos se denominaba como "Good for you", traducido al español significa bueno para vos. Un ejemplo es cuando se tiene la leche para infantes. En la publicidad o en el mismo envase te dicen que al tomar esta leche se le va a enriquecer más el cerebro y será más inteligente. Entonces se tiene una fuente de información mezclado con un cartel publicitario, con un montón de colores y donde la información nutricional, como nadie la lee y por ley ese texto informativo mide la mayúscula un milímetro y medio mientras que la minúscula un 1 milímetro. ¿Quién puede leer eso? y, además, te lo ponen celeste sobre azul o blanco sobre gris.
- ¿Será difícil evaluar el impacto que pueda tener?
- Sí, a menos que tomes en cuenta los datos de Chile donde han demostrado, a partir de tener más tiempo de experiencia, nosotros recién tenemos 3 años desde que se aplica, que la gente frente a una mancha negra, compre menos. Ahora si me consultan si esto es mejor o peor para la salud no lo sé, en todo caso eso se verá dentro de 10 años o 15 años, cuando haya datos sobre las causas de muerte relacionadas al consumo de alimentos.
LIGHT O NO LIGHT
- Llama la atención que muchos alimentos considerados buenos por ser light hoy cuentan con la misma cantidad de octágonos negros que su versión normal, ¿qué sería lo mejor para ingerir?
- Antes el Código Alimentario Argentino era como agarrar el manual del juego TEG y todo lo que te dice hacer es complicado y terminas no entendiendo.
Me ha pasado que me llamaban para pedirme que les explique la diferencia entre lo light y lo que no lo es. La explicación que yo daba de manual era que el alimento Light es el que tiene un 25 por ciento menos de algún nutriente comparado con el producto original. Por ejemplo, yo tengo un alimento muy salado, le saco el 25 por ciento, ya tengo la versión light del producto, no es por calorías nada más, ni por grasa, es por light, en lo que se quiera hacerlo.
- Pero eso te cambia completamente todo por cómo comprabas lo saludable siguiendo ese término, ¿no?
- Vos tenías el queso untable común, por ejemplo y a modo figurativo, que tiene 200 calorías por 100 gramos y el light tiene 150 según las misma medida, entonces, ¿respeta la ley?¿es light? contestaría a ambas preguntas con un sí y diría que es light porque tiene 25 por ciento menos de algo. Ahora, hay que fijarse bien en la reducción en calorías porque quizás tiene más que otro queso normal de otra marca. Son detalles que también hay que mirar.
-¿Hay que seguir mirando las góndolas y no quedarse con lo primero que uno ve?
- Exacto. Uno tiene que usar esas etiquetas y, para la población en general, les servirá para decidir que si o no comprar. Un ejemplo también es que a un paciente cardíaco, que le indicaron no comer alimentos con mucha sal, le va a servir muy bien la información del octágono negro. También un paciente con diabetes, por ejemplo, y yo como médico de atención primaria, que tengo pocos medios, una población vulnerable, le digo, no elijas a los paquetes que tiene esto y no lo hace. Eso es un avance importante. Ahora, como medida de prevención y promoción de una buena alimentación, es una chance que estamos usando para ver cómo sale con información de otros países que se va perfeccionando.
Otro punto por destacar es lo que no se incluyó. Hoy hay cinco etiquetas de exceso en: azúcar; grasas totales, sal (Sodio), grasas saturadas y calorías. Va a ver unas 400 personas que notarán las grasas saturadas, y van a decir "Es mala", pero no saben qué significa. Después tenés dos etiquetas, que no son "no me comas", que son la de cafeína y la de edulcorante. Estas dos son para que los niños no los consuman, porque las sociedades científicas están en contra de que chicos menores de tantos años ingieran esos alimentos. Pero, si vos no das información que le interese a la gente o la educas esto no mejorará.
- ¿Y los colores blanco y negro son más visibles para que los noten?
- Es la única forma de estandarizar una medida. No puedes empezar a decir bueno, los cartelitos del edulcorante van a ser de tal color o los de cafeína van a ser de color marrón. Entonces, es una transición para mejorar nuestra alimentación, pero es la prehistoria de un cambio fenomenal y todavía hay cosas por mejorar. Por ejemplo, a modo figurativo, alimentos como las galletas de arroz, que tendría un porcentaje reducido en grasa, y un alfajor de chocolate de una marca, con tres veces más grasa, los dos tienen las mismas etiquetas negras. Esto produjo que hoy en día los alimentos light quedaran perjudicados porque el punto de corte no es el que reduce un por ciento frente a otros que no lo hacen. Eso podría alentar a las empresas a reformular sus alimentos.
ULTRAPROCESADOS
- En este contexto, ¿facilitaría empezar a hablar más de los ultra procesados?
- Este tema que se habla en Argentina y en países poco desarrollados o donde realmente apuntan los cañones de la alimentación a cosas que no son importantes. Porque de repente estás discutiendo los ultraprocesados y salta la polémica del yogur, que es un alimento noble, aporta calcio y otras características muy buenas para tener en cuenta. Aún con sus beneficios le meten una etiqueta negra a todos, pero no conciben que para hacerlo hay que procesarlo.
Si una persona se quiere alimentar saludablemente, estaría bueno que meriendes, por ejemplo, un pan de avena, tostadas integrales, mermelada, porotos y garbanzos, entre otros alimentos. Pero si estás en el centro trabajando sin parar compras una barrita y está perfecto. Tiene envases adecuados, no tenés que lavarlos o lo mismo con un yogur son alimentos que están procesados, como cualquier comida. Ese demonio del ultraprocesado, en verdad, solamente llama a los radicales a discutir cosas que no son importantes como lo es la falta de alimentos. ¿Alguien pensó cómo hacer llegar alimentos que no se pudran a zonas de hambre si no están ultraprocesados? El 80 por ciento de la población que no vive en Palermo, que no se preocupa por un sello, porque están pensando cómo le van a dar proteína a su hijo, le tienen que hacer llegar un alimento procesado.
- ¿Por qué hay mala publicidad sobre esto?
- No importa lo que se pueda analizar sobre virtudes o no, las personas repiten que es malo. Una de las pocas instituciones que funcionan bien en la Argentina es la ANMAT. Este organismo se rige por reglas mundiales de la alimentación y la FAO. Si hubiera algún proceso de los ultraprocesados que fuera nocivo para la salud lo quitan inmediatamente y lo reemplazan por otro.
INCERTIDUMBRE
- Lo que pasa es que capaz hoy te están diciendo que es favorable y en 10 años se dan cuenta que no, que es lo que sucede en todo, ¿no?
- Sí, pero el azúcar, que sabemos desde hace 200 años que hace mal y genera enfermedades, no tiene etiqueta negra. Otro punto para reflexionar es lo que producen las panaderías a las que vas a comprar las facturas y el pan francés. Este tipo de pan tiene cuatro veces más de grasa que el lactal y no está empaquetado porque lo hace la panadería donde solamente el panadero sabe qué le puso. Este no va a tener etiqueta mientras que el fabricante del pan lactal le meten ocho sellos negros. Y la gente va a seguir yendo a comprar a la panadería porque es parte de nuestra cultura de desayunar o merendar con un pan o factura.
- ¿Se reduce todo a fomentar la educación nutricional y no marearse con las etiquetas negras?
- Educame a toda la población, eduquemos a todos. Una vez que sepamos todo eso, vamos a poder hablar luego sobre qué pasa con los ultraprocesados. Hablemos primero de todo lo que sucede con el bajo consumo de pescado en la Argentina.
Pero también hay otras medidas como poner en práctica la ley de prevención de obesidad del año 2008, que todavía no se puso en vigencia con educación nutricional en los colegios. Esta norma contemplaba la educación alimentaria en las aulas que sería de gran ayuda y que es un presupuesto muy económico comparado con el destinado para hacer bypass gástrico en los hospitales. Con esa suma que se destina a ese tipo de operación se podría brindar educación alimentaria a los colegios y evitar que los chicos, luego adultos, terminen en situaciones así. Lamentablemente, pareciera que estamos en la prehistoria de tomar medidas concretas para mejorar las situación porque si una de las razones para implementar el etiquetado es proteger a los chicos, así como no pueden comprar alcohol y cigarrillos, no deberían tampoco poder consumir alimentos con grasa, como las papas fritas. Los consumidores deberán prestar más atención sobre los excesos nocivos para su salud.
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