Avance en la causa por la ruta del dinero K.Una testigo declaró a la Justicia que el ex valijero le dijo en el 2012 que adquirió una estancia para el empresario K
Hace casi dos años, el 10 de junio de 2013, Leonardo Fariña declaró ante el juez federal Sebastián Casanello que Lázaro Báez le "encomendó" comprar un campo en la provincia de Mendoza. A partir de ese momento, el valijero comenzó a torcer su relato. En marzo de este año, asesorado por nuevos abogados, declaró que la operación la hizo en realidad para el empresario Carlos Molinari, el mismo que pagó su casamiento con la modelo Karina Jelinek, porque éste último tenía deudas fiscales. Su intento por cambiar la historia acaba de sufrir un duro revés: una testigo declaró ante la Justicia que Fariña le confesó, en 2012, que el campo lo había comprado con dinero de Báez. La operación por la estancia "El Carrizalejo" se concretó en diciembre de 2010. Fariña pagó US$ 5 millones en efectivo. Dos años después, le vendió el campo, unas 3400 hectáreas, al empresario Roberto Jaime Erusalimsky en US$ 1.800.000, es decir un 64% más barato. Por esa misteriosa operación, Casanello indagó a Báez en marzo y ahora tiene que resolver su situación procesal. La testigo que puso en aprietos a Fariña se llama María Loudes Pérez, una asesora inmobiliaria de Mendoza que fue contratada por Erusalimsky para asesorarlo. Según pudo saber Clarín de fuentes judiciales, declaró que conoció a Fariña en Buenos Aires a principios de 2012. En esa ocasión, le entregó una tarjeta y le ofreció sus servicios. Meses después, el valijero la llamó y le dijo que quería vender la propiedad. La mujer declaró en Mendoza, ante el juez Walter Bento, por pedido de Casanello. Ante una pregunta del abogado de Erusalimsky sobre el valijero, dijo: "El señor Fariña me comentó en un primer momento que había comprado para el señor Lázaro Báez, luego expresó que por un acuerdo con su mandante convinieron en que Fariña se quedaría con el campo en compensación de honorarios". Finalmente, Pérez fue contratada para asesorar al comprador. La versión coincide con el primer relato de Fariña ante la Justicia. En ese momento, el valijero había asegurado que hizo la operación en comisión para ocultar el real dueño, que era Báez, y que luego le dieron los campos por honorarios pendientes con Austral Construcciones por la reestructuración de su deuda. En marzo de este año, Fariña -que sigue preso en la cárcel de Ezeiza por una causa de evasión- se presentó nuevamente ante Casanello y denunció que fue presionado por sus anteriores abogados para ensuciar la imagen de Báez. Le apuntó al empresario Molinari, quien lo desmintió pocos días después. La testigo puso en duda esa nueva versión de Fariña. También contó que conoció a Erusalimsky pocos días antes de realizarse la operación de compraventa y que recorrieron juntos el campo en varios cuatriciclos. "Después de ese encuentro volvimos a reunirnos en dos o tres oportunidades, el señor Erusalimsky me preguntó sobre la factibilidad de agua en el campo y le dije que existía una prohibición de perforar", contó la testigo. Y aclaró que no hizo de intermediaria entre Fariña y Erusalimsky. De esa tarea se encargó Malek Fara, un vendedor de autos vip que ya declaró en la causa. Fanático de las Ferrari, Fara también le vendía autos a Ricardo Fort y a otras estrellas de la farándula
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