CAMBIO DE GOBIERNO. Tras el reñido escrutinio, las autoridades electorales anunciaron que el economista venció por 41.438 votos de diferencia a Keiko Fujimori, quien aún no reconoció la derrota.
Cuatro días después del reñido balotaje en Perú, que desencadenó un electrizante escrutinio, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) anunció que Pedro Pablo Kuczynski obtuvo 41.438 votos de diferencia ante su rival Keiko Fujimori, un número irreversible.
A los pocos minutos el economista afirmó que tomaba “con mucha modestia” su triunfo, y ofreció “trabajar para todos los peruanos” con la “mejor voluntad de diálogo”. Keiko, en tanto, eludió el incómodo momento de admitir la derrota, y prefirió el silencio.
Según el jefe de la ONPE, Mariano Cucho, se contabilizó el 99,77% de las actas lo que determinó que Kuczynski recibió 8.580.474 votos, mientras que su rival consiguió 8.539.036, la diferencia más estrecha de la historia en las elecciones presidenciales peruanas Sólo queda pendiente la revisión de 173 observadas, un 0,2% de votos que deben ser resueltos por los jurados electorales especiales, para declarar formalmente ganador a Kuczynski. Pero ese mínimo porcentaje equivale aproximadamente a 36.000 votos, lo que no alteraría el triunfo del representante del liberal Peruanos Por el Kambio (PPK).
Las pequeñas diferencias que surgían en el escrutinio mantuvieron al país en vilo desde que se cerraron las urnas el domingo pasado y las encuestas de intención de voto marcaron una ventaja para Kuczynski, pero mínima, lo que luego se ratificó en los conteos rápidos privados. Si bien todos los analistas hablaban de una gran división en el país, lo estrecho de las cifras resultó llamativo.
Kuczynski, de 77 años, será considerado virtual presidente electo hasta que el Jurado Nacional de Elecciones lo proclame, lo que debe ocurrir después de que el conteo termine a cien por ciento de actas contabilizadas. Tras esa ceremonia, a Kuczynski se le llamará presidente electo hasta que asuma el poder el 29 de julio en reemplazo de Ollanta Humala.
“Hay que trabajar un montón. Todavía no es totalmente oficial, falta poquito”, dijo Kuczynski en una escueta declaración a la prensa al dejar su vivienda en un exclusivo barrio de Lima. “Queremos un país unido, conciliado, listo a dialogar y no confundamos el diálogo con la debilidad. Vamos a trabajar para todos los peruanos”, sostuvo luego, al hablar ante sus seguidores en un local partidario.
Pero el escenario que se le presenta al veterano economista del Banco Mundial no será fácil, ya que tendrá que gobernar con un Congreso en contra. El fujimorismo representado por el partido Fuerza Popular logró 73 bancas de un total de 130 en el Parlamento, mientras que PPK sólo 18, por lo que el diálogo será clave para la gobernabilidad.
Kuczynski ya designó un equipo de su confianza para comenzar a la delinear la transición con la gente de Humala.
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