En su estado natural, el Colorado es un río de aguas duras y salinas. Esto es producto de las formaciones geológicas que atraviesa en su recorrido. También tiene un importante porcentaje de aluminio.
"La conductividad ha aumentado, eso es cierto", afirmó Miguel Boyero al ser consultado desde La Arena por las denuncias sobre el deterioro de la calidad del agua en el río. "Las estadísticas que tenemos en Coirco indican que la conductividad aumentó, incluso en Buta Ranquil, es decir, desde el propio inicio del río", explicó. Buta Ranquil, un paraje donde Coirco tiene una estación de aforo, "es como un termómetro que determina cuál puede ser la conductividad futura aguas abajo".
En el año 2005, que fue el más rico en caudales de los últimos años, el "derrame" del río alcanzó un valor excepcional y la conductividad bajó a unos 800 milimohs, uno de los valores más bajos en muchos años. Esto significa que 2005 debe tomarse como un valor atípico en la curva histórica y no como el valor de referencia, que es lo que han hecho los concejales de Río Colorado y algunas organizaciones civiles y políticas para fundar sus quejas ante el incremento en estas variables.
A partir del año 2005, los derrames anuales comenzaron a bajar y en los últimos cinco años estuvieron por debajo del promedio histórico del Colorado, de 4.500 hectómetros cúbicos. Más aún, en 2010 y 2011, el derrame fue apenas la mitad de la media histórica, y 2012 va en el mismo sentido.
Esta caída en el caudal del río genera un aumento en sus valores de conductividad porque los dos parámetros tienen una relación inversa directa. "La única manera de revertir esa conductividad sería con un aumento de caudal que diluya la cantidad de compuestos químicos en el agua", indicó Boyero.
Duras.
Boyero explicó que hablar de conductividad es equivalente a la salinidad del río, que es una condición natural del curso. Lo mismo sucede con la dureza, un parámetro que se expresa en función del porcentaje de carbonatos que presenta el agua y que responde a la presencia tanto de carbonatos como de sulfatos.
"El río Colorado de por si tiene una dureza importante, es un río de aguas duras", subrayó el representante de Nación en Coirco. Esto es consecuencia de las formaciones geológicas que atraviesa en su recorrido, porque "así como nace salino, porque atraviesa formaciones de sal, también se va cargando de carbonatos y sulfatos, que le dan una dureza que implica procesos de potabilización y ablandamiento, como hace la provincia de La Pampa".
Los valores máximos de dureza para consumo humano varían de acuerdo a las leyes nacionales y a las provinciales. En La Pampa, la legislación establece un máximo de 200 partes por millón como valor máximo mientras que a nivel nacional se tolera hasta 400 partes por millón.
"Una cosa -aclaró Boyero-, son los valores que se citan para consumo humano, y otra cosa son los valores de las fuentes de agua potable, o sea el río. No podemos pretender que el río tenga características de agua potable, lista para entregar a los usuarios, porque si fuera así no serían necesarias las plantas potabilizadoras".
Tapón.
Boyero negó que la apertura del "Tapón de Alonso" fuera la causa del incremento en la conductividad del río. "Es cierto que cuando se produjo la apertura (del terraplén) se disparó la conductividad. Pero hay que decir que para contrarrestar ese aumento de conductividad instantánea desde el Coirco ordenamos mayores caudales desde Casa de Piedra, que bajaron la conductividad a valores históricos, normales".
"Fue un fenómeno puntual que desapareció en un par de meses, justamente por la erogación de Casa de Piedra", resumió Boyero.
El Tapón de Alonso era un terraplén que cerraba el escurrimiento del río Curacó -la etapa terminal del Sistema del Desaguadero- hacia el río Colorado. En 2005, el gobierno pampeano removió ese terraplén para permitir que el río se reactivara en esa zona de la provincia, castigada por una fuerte sequía y al cabo de un par de meses, un caudal pequeño pero altamente salino del río Curacó llegó hasta el río Colorado.
Se licitará en 2013.
La alta concentración de aluminio que en forma esporádica presenta el río Colorado aguas abajo de Pichi Mahuida, fue otra crítica lanzada hacia el gobierno pampeano. Si bien ese aluminio de ninguna manera llega hasta la localidad de Río Colorado, el dato fue suficiente para que un concejal acusara a La Pampa de "maltratar el río".
El aluminio proviene del sulfato de aluminio que se utiliza como agente de floculación del agua que se bombea a través del Acueducto del Río Colorado al resto de la provincia. En forma periódica -una o dos veces al mes-, el residuo de este proceso se descarga en un cañadón cercano al río y cada tanto, ese material llega hasta el cauce.
"Desde 2005, nosotros monitoreamos los efluentes de la planta de tratamiento (de Pichi Mahuida)", recordó Boyero. "Hay veces en que los volcados superan los límites admisibles pero en otros no. Esto debe tener que ver con la cantidad de filtros que se limpian, o la cantidad de sulfatos que se usan". Los chequeos son bimensuales y no siempre detectaron esos valores anómalos de aluminio en cercanías de la descarga.
A poco que empezara a funcionar el Acueducto, "desde Coirco se solicitó a la provincia de La Pampa la realización de una planta de tratamiento de efluentes para revertir el problema y solucionarlo definitivamente", recordó Boyero. Ante ese pedido, en 2008 el gobierno pampeano puso en práctica unos procesos para reducir la cantidad de aluminio que utilizaba y logró una importante disminución en el volumen de sulfato de aluminio aplicado al agua.
Si bien el cambio mejoró la situación, Coirco insistió con la planta de tratamiento. El gobierno pampeano encargó un proyecto a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata. Un organismo de la UNLP elaboró un anteproyecto que ya cuenta con el visto bueno del gobierno pampeano y del Coirco. Ahora sólo resta el llamado a licitación, paso que a estar por las palabras de Boyero, y también por las declaraciones que hace unos días formuló Néstor Torres, presidente de Aguas del Colorado, se concretaría en los primeros meses de 2013.
Así como sucede con la salinidad y la dureza, el río Colorado tiene una carga natural de aluminio, que incluso ha llegado en ocasiones excepcionales a superar los valores permitidos, sin que ello tuviera relación con Pichi Mahuida.
Respecto al aluminio que descarga en la toma del Acueducto pampeano, Boyero explicó que en la forma química en que llega al río es insoluble y precipita a los sedimentos de fondo en un corto trecho. "En los análisis bimensuales, tomamos muestras de aguas arriba de la planta, en la descarga, a 400 metros aguas abajo, y en el viejo puente de Pichi Mahuida", detalló. "Ya a 400 metros, la presencia de aluminio es baja, y en el viejo puente de Pichi Mahuida, los valores son similares a aguas arriba", remarcó.
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