Quiere aplacar el revuelo que encendió Lousteau. No nos asusta una interna, dijo Patricia Bullrich.
La decisión sobre si se concretará el desafío de la interna presidencial a Mauricio Macri se tomará más adelante y de acuerdo con la marcha de la economía. Referentes del radicalismo consensuaron esa posición con el objetivo de aplacar el revuelo que se armó luego de las palabras de Martín Lousteau durante la gira por India y Vietnam, aunque a la vez ataron la definición al punto débil del Gobierno y cuando aún no se vislumbran -y en privado lo remarcan los propios dirigentes de la UCR- señales de recuperación.
“No queremos generar más ruido del que ya hay con la economía. Vamos a sopesarlo con prudencia y tiempo”, dijo a Clarín uno de los conductores de la UCR, que se mantuvo en los últimos días en conversaciones con los gobernadores del partido, los candidatos en las provincias y veteranos influyentes como Enrique Nosiglia.
Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y titular de la UCR, el pasado 20 de febrero.
La suerte de tregua fue acordada para no potenciar el escenario tenso por la inflación, el dólar y la recesión -y evitar acusaciones de empeorar la situación, como con el reclamo por las tarifas- y también para encarar con cierta armonía las disputas electorales en los distritos, en su mayoría con postulantes radicales.
Luego del triunfo de Daniel Kroneberger sobre Carlos Mac Allister en la Pampa, José Corral quedó confirmado como único aspirante en Santa Fe, Atilio Benedetti en Entre Ríos y otras ocho provincias se encaminan a ser encabezadas por candidatos de la UCR. Mario Negri -en disputa con Ramón Mestre en Córdoba- pidió en esa línea “parar la pelota” para “no perder el rumbo”.
La Convención Nacional, prevista entre fines de abril y principios de mayo, permite apelar a un presunto paréntesis de dos meseshasta la definición con el foco puesto en la principal cuenta pendiente de Macri. “Todas las noticias económicas son muy malas. Si no hay correcciones, corremos el riesgo de una derrota. Una interna sería tácticamente útil y una competencia interesante”, resultó otra conclusión de las charlas entre los radicales.
La tregua a la vez llega con el endurecimiento en otro punto: el nivel de consenso con el PRO para una eventual primaria. El gobernador mendocino y titular del partido Alfredo Cornejo había dicho hace dos semanas que la estrategia sería “de común acuerdo” con el Presidente. Ahora la opinión de Macri dejaría de ser decisiva. “Va a depender de la economía”, marcó uno de los que será parte de las negociaciones.
La discusión levantó temperatura cuando Lousteau aseguró en plena gira por Asia que el macrismo no debería tener miedo a una primaria con los radicales, lo que generó malestar en el Presidente, reproches a Emilio Monzó -apuntado como responsable de subirlo al avión- y que un sector del Gobierno ya no descarte abrir una interna en Cambiemos. “Nosotros nacimos a la vida política con internas y con PASO para dirimir la candidatura presidencial. Así que no nos asusta”, dijo Patricia Bullrich -ministra de Seguridad- a radio Mitre.
Hasta hace poco el macrismo rechazaba la posibilidad y sostenía que ningún radical lo había planteado, algo desmentido en estos días por los socios: replicaron que lo conversaron en diciembre en la parrilla Don Julio, aunque no con Macri. En la cena estaban Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Horacio Rodríguez Larreta, Humberto Schiavoni y Monzó.
“La economía es 90% expectativas y 10% fundamentos. El Gobierno tiene todo el foco en los fundamentos, que no haya déficit, control del gasto y circulación de la moneda... La expectativa se perdió y si no se recupera que la promueva una alternativa en la propia coalición”, será uno de los argumentos para avanzar en caso de que se confirme el desafío en la primaria. Por el momento las preocupaciones de los referentes de la UCR más que en el dólar (“la evolución es correcta, al ritmo de la inflación”) se centran en la caída de la actividad económica y la inflación.
Patricia Bullrich con Marcos peña y Germán Garavano, este mes. La ministra dijo que al macrismo no le asustan las internas.
Para los radicales el triunfo de Kroneberger en La Pampa implicó el reflejo del desgaste de Macri “y los que están pegados a él”, advirtieron sobre la imagen negativa similar a la de Cristina Kirchner y el riesgo aún mayor en el caso de que decidiera no presentarse: “Creemos que ella va a ser candidata, pero ¿y si al final no es? Las posibilidades se achican”. Para la eventual interna la UCR buscaría diferenciarse en la orientación económica con un discurso “desarrollista” en la figura de Lousteau. “Si es en equipo, yo estoy”, dio un guiño el ex ministro y actual diputado antes de subirse al avión con Macri.
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