José Manuel Bagnini, el hombre de 75 años que abusó de su nieta de 15 años, dejó la casa donde cumplía con la prisión domiciliaria y se mudó al Hogar “Un encuentro con Dios”.
A raíz de ello, un grupo de mujeres del barrio decidieron realizar una exposición policial en la Comisaría Primera, cansadas de las reiteradas insinuaciones y ofertas sexuales del hombre condenado por haber violado a su nieta de 15 años, con la cual tuvo un hijo.
El anciano llegó a ese domicilio porque su propietario lo conocía y un hermano suyo se comprometió en su guarda ante la Justicia. Pero lo que causó mayor indignación es que a dos cuadras del lugar está ubicada la escuela primaria López Jordán, y la calle Moreno es transito casi obligado de los adolescentes que concurren al Instituto Secundario Nuestra Señora de Guadalupe.
Ante todas las denuncias, el juez Carlos Rossi decidió tomar intervención y ordenó elaborar una nueva estrategia para ubicarlo en un nuevo domicilio. Además, se le realizó una advertencia sobre las denuncias y sobre este punto es importante destacar que sólo fueron advertencias porque el anciano nunca evadió su prisión domiciliaria, se insinuaba detrás del alambrado.
“Se cambió el lugar de cumplimiento de pena a una granja comunidad terapéutica Un encuentro con Dios”, informó el juez Rossi y explicó que el pastor Néstor López se comprometió a recibirlo. Desde mediados de diciembre, pocos días después de conocida la denuncia, Bagnini reside en el Hogar ubicado en calle Tropas y Paso El Tala.
Rossi aseguró que el anciano se encuentra bajo tratamiento psicológico y una vez por mes es trasladado a los consultorios externos del Hospital Centenario. Agregó que hasta el momento todos los informes de Bagnini, en su nueva prisión domiciliaria, han sido positivos, “no ha incumplido las normas y acompaña en las tareas”.
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