Bariloche adhirió a la ley provincial 5.491 y deberá cerrar su basurero a cielo abierto. La iniciativa del FdT fue aprobada este jueves y establece que el 4 de diciembre de 2023 el actual vertedero deberá estar cerrado para nuevos residuos. El ejecutivo deberá dar a conocer el nuevo lugar en 120 días.
El debate en torno al cierre del vertedero municipal tuvo su etapa final en el Concejo Municipal. Este jueves los bloques políticos acordaron ponerle una fecha límite al uso del actual lugar de disposición final y el Ejecutivo Municipal tendrá 120 días para presentar cuál será el nuevo lugar de destino para las 160 toneladas de residuos que genera la ciudad cada día.
El debate se extendió por algo más de una hora entre las consideraciones de cada concejal y una reforma de último momento que propuso el bloque oficialista (JSRN). El proyecto llegó a la mesa de la sesión legislativa con una modificación que adelantó el posicionamiento político de cada facción: para esta oportunidad, además del Frente de Todos, fue incluido el bloque del PUL como autor y Podemos Bariloche acompañó con la coautoría.
Julieta Wallace (FdT) fue una de las concejales que lideró el proceso de debate durante las últimas semanas. “Un proyecto que toma la gran demanda que existe por la situación actual del vertedero”, dijo ante la presencia de una numerosa cantidad de vecinos que se acercaron al Centro Cívico para conocer la definición.
La concejal dijo que la situación en los alrededores del vertedero es “preocupante” porque no solo afecta al medio ambiente sino que el humo de los reiterados incendios también atenta contra la salud de la población. Recordó que en 2015 se remedió la primera celda de residuos y que el segundo espacio se encuentra colapsado ya que tampoco contó con el mantenimiento necesario. Incluso denunció la creación de una tercera celda que definió como “un basural a cielo abierto” que no cumple con las normativas ambientales y donde se ocasionaron los últimos focos de incendio.
Wallace se refirió a la presencia del vertedero en esa zona y dijo que la urbanización de los alrededores lleva a Bariloche a busca un nuevo lugar. Sobre todo si se tiene en cuenta que se encuentra vigente la ley 25.916 que establece la prohibición de sitios de disposición final en un sitio como el actual.
“Vemos una situación caótica”, continuó para luego retomar el planteo de un vertedero regional en el que confluyan Bariloche, Dina Huapi y Pilcaniyeu, un viejo proyecto que data del 2010 pero que no logró una definición. También cargó contra la idea del intendente Gustavo Gennuso, quien a comienzos de este año aseguró que transformaría el actual basurero en un ecoparque: “hay que ser realmente caradura para decir eso, cuando no es una cuestión visual lo que está pasando con el vertedero, hay un daño a la salud y al ambiente”, fustigó.
Durante la lectura del texto sancionado, mencionó que la idea de fijar para el 4 de diciembre de 2023 el cierre del actual sitio de disposición final surgió por la adhesión a la ley provincial 5.491 que pone como tope máximo ese momento para erradicar todos los basurales a cielo abierto en Río Negro. Luego mencionó que el Ejecutivo tendrá 120 días para presentar las alternativas de localización del nuevo lugar para tratar los residuos. Después tendrá 90 días para iniciar las obras.
El concejal Gerardo del Río (PUL) coincidió en que “la situación ya no da para más” y que la presencia del humo tóxico se hace cada vez más constante. Además dijo que esta es una “oportunidad histórica” para dar un primer paso en la solución a una problemática que padecen los vecinos hace muchos años.
Carlos Sánchez (JSRN) explicó que el proyecto debe tener en cuenta el “difícil cumplimiento” desde lo económico para el Ejecutivo “por la gran inversión que había que hacer”, aunque se mostró de acuerdo con la adhesión a la ley provincial y el traslado a un vertedero regional.
El coautor de la iniciativa, el concejal Pablo Chamatrópulos (Podemos), mencionó la reciente contratación directa de maquinaria pesada para trabajar en el manto, aseguró que el Ejecutivo se excedió 82 veces en el límite permitido y con un presupuesto de hace un año, y aseguró que de los tres equipos que llegaron dos trabajan en una zona de cantera y solo uno entre la basura. “Esa es la respuesta del oficialismo en este tema”, criticó.
Para el concejal opositor, existió una “incongruencia natural” en la conducta de trabajo del Ejecutivo y acusó que la temática no tuvo prioridad en las gestiones encaradas este año. “Gobernar no es imponer caprichos, ganar batallas verbales o chicanear a la oposición o cancherear en los micrófonos, gobernar es dar soluciones”, opinó y fue más allá en sus críticas al intendente Gennuso, sobre quien dijo que hay que evaluar si ha cumplido con las tareas comprometidas y no descartó avanzar con un proceso de revocatoria de mandato en las próximas semanas.
A pesar del intento de JSRN de introducir algunos cambios de última hora, y de forzar a una discusión en un extenso cuarto intermedio, los concejales volvieron a la mesa para ultimar detalles de forma y procedieron a votar por unanimidad el cierre del histórico vertedero municipal, ubicado en el sur de la ciudad, y la búsqueda de una solución regional para la basura domiciliaria.
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