Finalmente, José Luis Fernández no se presentó en la sesión del viernes, por lo cual su integración al bloque duhaldista no fraguará, ya que el lunes el oficialismo realizará el movimiento de ediles que lo dejará afuera
Mientras tanto, y tal como este diario adelantara, los movimientos que realizará desde el lunes el oficialismo, impedirán inclusive que Fernández continúe en el concejo.
Como anticipáramos, en esta última semana ya había cobrado forma un rumor que señalaba que el concejal vecinalista José Luis Fernández, en desacuerdo con su bloque en general y con el gobierno municipal en particular, podría plantear la posibilidad de formar un bloque unipersonal.
Pero en las últimas horas se había convertido prácticamente en un hecho que Fernández se sumaría al bloque del duhaldismo, integrado por la concejala Corina Cuitiño. Ese bloque unipersonal, como se sabe, ha venido operando en conjunto con la bancada radical, cuyo nivel de confrontación con el gobierno municipal es de público conocimiento. Por ese motivo, más allá de las disidencias que pudiera tener, la actitud de Fernández provocó el comprensible malestar en el ámbito del oficialismo.
Y se obró rápidamente en consecuencia. En ese sentido, el oficialismo materializará desde el lunes una movida ajedrecística: asumirán sus bancas Mario Yemes, Laura Ortubia y Miguel Lalli, todos concejales titulares que estaban de licencia, continuará en la suya Silvina Chehín y saldrán Leticia Sález y Martín Loso, que eran suplentes. Como Fernández era concejal suplente, la insólita movida queda absolutamente desbaratada.
Además, trascendió que Sález reemplazará a Ricardo Silveira en la secretaría del bloque Encuentro por Rojas, rumor que el viernes prácticamente circulaba ya como un hecho.
Por otro lado, la movida permitirá que el bloque del Frente para la Victoria se constituya en decisivo a la hora de las votaciones, e inevitablemente Encuentro por Rojas debería sumarlo como aliado a la hora de definir proyectos.
En la sesión del viernes, pues, se convino en convocar a extraordinaria para el lunes, donde quedará conformada la nueva bancada oficialista, cuya integración ya hemos apuntado.
ALMAR EN
LA PICOTA
Por su parte, tal como adelantáramos, el vecinalismo elevó el viernes la moción de orden contra la edil radical Mónica Almar.
A la concejala, quien como se sabe es arquitecta de profesión, se le imputan, según la minuta vecinalista, «irregularidades en obras que proyecta y dirige, con personal a cargo».
En ese sentido, desde el oficialismo fue denunciado que «a la fecha (Almar) no ha presentado los planos de dos construcciones por ante esta municipalidad, las cuales, por ese hecho, presentan carácter de clandestinas, evadiendo de esa forma el pago de los Derechos de Construcción y los Impuestos Inmobiliarios como así también evade el aporte previsional al Colegio de Arquitectos y a la Caja de Ingenieros y Arquitectos».
Y se advirtió que «los funcionarios públicos con cargos electos libremente por la ciudadanía deben presentar un desempeño intachable y un apego a la legislación acorde a la función que tienen el honor de representar».
Como respuesta, desde el bloque radical se manifestaron ofendidos en conjunto por la imputación y negaron tajantemente que hayan ocurrido esas irregularidades. Pero habrá que ver en qué termina esto, ya que no se trata de negar con palabras, sino que hay que comprobarlo con documentos oficiales.
Finalmente, la Sociedad Rural local, por intermedio de su presidente, Alberto Perassolo, hizo uso de la banca pública para solicitar que se arme una suerte de comisión cultural en Rojas con el fin de restaurar por completo el Centro Cultural.
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