Por 15 votos en contra y 4 a favor, el Concejo Deliberante rechazó este miércoles el proyecto de Ordenanza de creación de una zona de convivencia.

A favor de la zona de convivencia votaron los cuatro concejales del Frente para la Victoria y en contra lo hicieron otros 15 ediles.

El dictamen en mayoría de la comisión de Derechos Humanos que dispuso no hacer lugar a la iniciativa de la denominada zona roja, sostiene entre sus argumentos que dentro de nuestro sistema social, la prostitución se plantea como una relación de desigualdad de género, basado en el rol tradicional al de sumisión sexual de las mujeres y de la explotación de las personas más débiles, por las más poderosas.

Los concejales que rechazaron la iniciativa, criticaron severamente al poder legislativo provincial, por la modificación al código contravención que habilita a los municipios a crear zonas de convivencia, con lo cual se elimina la contravención que implica la oferta y demanda de sexo.

La concejal Angela Di Bez, pidió a los legisladores provinciales que “no se hagan los burros y legislen como corresponde”.

Socorro Villamayor acusó al gobierno provincial de no querer hacerse cargo del tema y distinguió las responsabilidades del municipio y la provincia en materia de legislación. Dijo que las contravenciones las fija la Legislatura y que el municipio no determina ni establece las contravenciones, y son ellos - en alusión al gobierno provincial- los que tiene medios para garantizar el cumplimiento de esta norma.

La concejal Lihue Figueroa, que defendió la creación de la zona de convivencia leyó un extenso texto, con cifras y datos sobre el sufrimiento que atraviesan las personas Trans que se dedican a la prostitución y las meretrices y advirtió que el Estado y en este caso, los concejales tienen la obligación de no profundizar la situación que viven quienes ejercen la prostitución.