Sin embargo, lo que se está viendo en esta oportunidad ha excedido el límite de lo imaginable, lo que indica que la degradación de la política ha alcanzado un peldaño más, en una escalera claramente descendente.

Es sencillo de ver en el Concejo Deliberante donde, salvo honrosas excepciones, todos los bloques han sufrido modificaciones.

Ha quedado casi igual el Frente para la Victoria (sumó un edil) y el núcleo duro de la Integración Cívica (de nueve ediles quedó con seis). Todos los demás ingresaron a una suerte de baile de la escoba, buscando cada concejal refugio en la conformación de nuevos bloques, que reflejen los flamantes acuerdos, hechos hace cinco minutos, para integrar listas camino a los comicios de octubre.

¿Es normal que un cuerpo deliberativo cambie sustancialmente para cada elección?

La respuesta depende de los valores políticos que se sostengan; si se cree que cada dirigente elige un partido político o alianza para desarrollarse porque coincide con cierto ideario, aunque sea en línea gruesa, no vamos a ver con buenos ojos que cuando llegan los comicios los concejales salgan corriendo en búsqueda de nuevos horizontes, dejando atrás los bloques por donde fueron elegidos bajo una línea de pensamiento, para intentar ir en alguna lista nueva.

¿Qué valor le otorgan al voto de los vecinos?

Con esta actitud, la verdad es que ninguno, porque salvo por los bloques mencionados, el resto de los ediles no está en el mismo lugar que cuando resultó electo.

Y esto sucede porque la crisis política, que a nivel nacional aún persiste, lleva a la dirigencia a rearmar su sistema de alianzas para cada elección. Cambiando de compañeros, de propuestas y de slogan. Y la misma danza bailan en nuestra ciudad los dirigentes y, en el caso que nos ocupa, los concejales.

En esta elección de medio tiempo los cambios en las bancadas, que se vienen produciendo desde hace tiempo (hubo bloques que se partieron la misma noche en que asumieron), ahora se han acelerado de modo increíble. Concejales que se han peleado irremediablemente, bancadas donde los ediles han tenido que separarse porque van en listas contrarias. Es así como aparecen nuevos bloques, en función de los realineamientos, y de lo que se votó, de lo que la gente eligió, queda poco y nada.

Un verdadero festival de cambios que sólo trae confusión y que responde a los intereses que cada dirigente exhibe a la hora de sumarse a las nuevas listas.

Pequeñas historias

Vamos a analizar el comportamiento de cada bancada del Concejo Deliberante en los últimos cuatro años.

La Integración Cívica Pergaminense comenzó con nueve concejales, de los que ahora quedan seis: Omar Pacini, Leandro Peñaloza, Graciela Nemi (que reemplazó al fallecido Luis Sued), Gricelda Incerti, Juan Manuel Batállanez y Ramiro Illia. Primero se desprendió el bloque Partido Socialista con Analía Barrera que hizo un unibloque y la semana pasada se creó la bancada Frente Renovador, con dos ediles de la Integración: María del Huerto Ratto y Walter Satuf, y uno de Diálogo Pergaminense, Leandro Hanuch.

El Frente para la Victoria no sufrió bajas sino altas, hace ya más de dos años. A los ediles originales: Gabriel Cairat, Mónica Filippini, Juan Carricart y Héctor Cattáneo, se sumó Carlos Córdoba que venía de Unión-PRO.

También ahora conviven en Unión Celeste y Blanco: Pablo Mucabare, que vino de Diálogo Pergaminense y Beatriz Pereyra que provino de Unión-PRO.

Diálogo Pergaminense –Unión PRO, sufrió una baja y un alta: Marcelo Pacífico, María de los Angeles Conti perdieron a Leandro Hanuch pero ganaron a Lucio Tezón, que estaba en el PRO.

Toda una danza, si tenemos en cuenta que, originalmente, Unión-PRO llegó a asumir con siete concejales hace cuatro años: Pacífico, Córdoba, Hanuch, Mucabare, Pereyra, Tezón y Conti. De este bloque se hicieron dos y de los dos terminaron la mayoría dispersos en distintas bancadas.

Todos a la reelección

Estos cambios virulentos se producen porque cada concejal busca en las próximas elecciones su propio destino, reeleccionista en la mayoría de los casos.

Los concejales que renuevan sus bancas son 10, de los cuales seis buscan la reelección por distintas siglas y uno firmó como diputado provincial.

Los tres ediles que terminan y no renuevan sus bancas son los de la Integración Cívica; Leandro Peñaloza, Analía Barrera (actual bloque Partido Socialista) y Graciela Nemi.

Los que terminan pero se postulan nuevamente son: María de los Angeles Conti y Lucio Tezón con la lista que adhiere a Sergio Massa, donde Marcelo Pacífico -otro edil que culmina- firmó como candidato a legislador. Leandro Hanuch se presenta en otra de las listas de Sergio Massa.

Pablo Mucabare y Beatriz Pereyra se integraron a la lista de Francisco de Narváez y Carlos Córdoba a la del Frente para la Victoria.

Los que continúan dos años más de mandato son: por la Integración Cívica: María del Huerto Ratto (firmó como candidata a diputada en la lista de Sergio Massa), Walter Satuf, Juan Manuel Batallánez, Gricelda Incerti, Ramiro Illia, Omar Pacini (bajará de la banca al despacho oval para reemplazar a Héctor Gutiérrez cuando resulte electo diputado nacional). Del Frente para la Victoria: Gabriel Cairat, Mónica Filippini, Juan Carricart y Héctor Cattáneo.

El nuevo esquema del cuerpo deliberativo

Tras los últimos reacomodamientos, el esquema de bloques en el Concejo Deliberante quedó de la siguiente forma:

Integración Cívica Pergaminense: Omar Pacini, Leandro Peñaloza, Graciela Nemi, Gricelda Incerti, Juan Manuel Batallánez y Ramiro Illia.

Frente para la Victoria: Gabriel Cairat, Mónica Filippini, Juan Carricart, Carlos Córdoba y Héctor Cattáneo.

Unión Celeste y Blanco: Pablo Mucabare y Beatriz Pereyra.

Diálogo Pergaminense-PRO: Marcelo Pacífico, María de los Angeles Conti y Lucio Tezón.

Partido Socialista: Analía Barrera

Frente Renovador: María del Huerto Ratto, Leandro Hanuch y Walter Satuf.