Por Gonzalo Cores

En la Argentina sólo se limita la cantidad de reelecciones al Presidente de la Nación y a algunos gobernadores. Muchos mandatarios provinciales, y todos los legisladores e intendentes, no son alcanzados por esa regulación institucional. Esto permite que muchas provincias sean llamadas “los feudos” de los gobernadores, como así también hayan sido apodados “los barones del conurbano” a aquellos jefes comunales que durante más de dos décadas se atornillaron a sus sillones. Pero poca atención se les presta a los concejales.

En San Martín, algunos políticos podrán cumplir hasta 16 años seguidos sentados en una banca del Concejo Deliberante.

El distrito dista mucho de ser Tres de Febrero o Merlo, que tienen intendentes con dos décadas de hegemonía, como lo son Hugo Curto y Raúl Othacehé. En San Martín, desde el regreso de la democracia, el intendente que más perduró en el poder fue Ricardo Ivoskus, que estuvo durante 12 años.

El peronista José María Fernández ofició de concejal, en total, 15 años y tres meses. Su primer mandato fue entre 1991 y 1995. Ese año integró una de las listas, pero no fue reelecto. Sin embargo, en septiembre de 1998 regresó al cuerpo legislativo tras la salida Pablo Landolfi, quien debió asumir interinamente la Intendencia tras la expulsión de Antonio César Libonatti. Entonces, Fernández debió cumplir el año y tres meses de mandato que le restaban. Al finalizar en 1999, logró su reelección, pero ese mandato solo iba a durar dos años: en 2001 renunció por pedido de Eduardo Bustos para encabezar la lista de concejales de esas elecciones legislativas. Por eso motivo, en 2001 logró otros cuatro años como concejal, período que renovó para el tramo 2005-2009. Dos años después, asumiría como secretario de Seguridad de la Intendencia de Gabriel Katopodis, cargo que actualmente ocupa.

Pero esta primacía de Fernández es amenazada por otros dos políticos: el radical Pablo “Pichi” Cristaniy el ivoskista macrista Gustavo Suárez. El dirigente de la UCR ya cumplió sus tres mandatos, pero ahora va como segundo candidato a concejal en la lista del massista Carlos Brown. Es decir, tiene muchas chances de ingresar de nuevo al Concejo a partir de diciembre. Una realidad algo diferente es la de Suárez, quien en diciembre cumplirá también 12 años como edil. Ninguno de los mandatos del ex ARI coincidió con los de “Pichi”.

Mientras los mandatos de Cristani fueron entre 1983-1987, 1991-1995 y 1995-1999, los del ivoskista fueron consecutivos entre 2003 y 2015. En octubre, al igual que el radical, Suárez conseguiría sin mayores riesgos su cuarta concejalía, a través del “Frente Cambiemos” y Ricardo Ivoskus.

Hay otros políticos tienen en sus hombres tres períodos en el Concejo y que tienen activa participación en la política del distrito, pero que el actual escenario electoral los marginó de una posible reelección.

Juan Callegher asumió su primer mandato en 2003, y lo renovó en 2007 y 2011. Por disputas internas dentro del ivoskismo y por su ultrakirchnerismo, quedó relegado de la lista de “Honestidad y Trabajo”. También está el caso del vecinalista Roberto Siminián, que logró bancas a través de dos históricos enemigos de la política local: Carlos Brown e Ivoskus. Después de ser concejal entre 2003 y 2015, Siminián deberá abandonar su cargo en diciembre. Aunque había intentado ser candidato por el massismo, no pasó la Junta Electoral del Frente Renovador y debió conformarse con militar en la calle la boleta cortada de “Massa-Katopodis”.

Callegher y Siminián no son los únicos con tres mandatos en sus espaldas, pero sin posibilidad de volver al cuerpo en diciembre. Son los casos de Cinthia Nikolov (mandatos 2001-2005, 2005-2009 y 2009-2013),Rogelio Puebla (mandatos 1989-1993, 2005-2009 y 2009-2013), y más allá en el tiempo los peronistasArmando Capriotti (mandatos 1987-1991, 1993-1997 y 1997-2001), Armando Fráncica (1991-1995, 1995-1999 y 1999-2003) y María Felisa Pecho Tolosa (1991-1995, 1995-1999 y 1999-2003).

Hay otro grupo que podría llegar a los 12 años como concejales cuando finalicen sus mandatos en 2017. Son los casos de Daniel Ivoskus (2005-2009, 2009-2013 y 2013-2017), Olga Centurión (2005-2009, 2009-2013 y 2013-2017) y Alejandro Mellea (2003-2007, 2007-2011 y 2013-2017).

Por último, están aquellos históricos que, por diferentes motivos, uno de sus períodos fue interrumpido. Allí están Fernando Moreira (1997-2001, 2007-2011 y 2011-2013), quien tomó licencia para asumir como senador provincial, y Rodolfo Musitani (1983-1985, 1985-1989 y 1989-1993), cuyo primer mandato, en el regreso de la democracia, salió sorteado para que durara solamente dos años.