En el año 2008, por iniciativa de los concejales Eduardo Ferrer y Carlos Calvi, se presentaba un proyecto de ordenanza para la instalación de un crematorio que solucionaría los problemas existentes a los familiares de los difuntos en el traslado a otra ciudad para realizar dicho servicio, prolongando innecesariamente el dolor ante la irreparable pérdida.
Siete años pasaron desde la presentación de la iniciativa, propuesta con la que el Ejecutivo mostró estar de acuerdo en aquel entonces y que hasta hoy “duerme en los anaqueles de alguna secretaría adunado a otra presentación similar de 2007 elaborada por Lamadrid y Fernández”, se señaló desde la banca.
Agregaron que la argumentación de los ediles respecto a la instalación de un crematorio en la ciudad se basaba en la creciente e importante demanda del servicio, ya que no contar con dicha prestación ocasiona diferentes problemas a los familiares de los difuntos, que deben cumplir con la expresa voluntad de los seres queridos para realizar este tipo de inhumación, entre ellos el traslado a otras ciudades, lo que trae aparejado un aumento considerable de los costos del servicio.
Sostenía en esa oportunidad el concejal Ferrer que también existía la necesidad de proceder en determinadas ocasiones a la cremación de cadáveres ya sea por cuestiones profesionales o de índole preventiva (enfermedades infectocontagiosas de difusión posible a través del cadáver y sus efluidos mortuorios). Además señalaba que varios municipios han realizados este tipo de proyectos (Mar del Plata, Necochea, Olavarría) debido a los cambios que la sociedad a implementado en los ritos funerarios, y “Tandil es una ciudad que debe planificar, atender, y concretar los manifiestos expresados por los ciudadanos”, agregó.
Muchos tandilenses siguieron insistiendo hasta nuestros días en este proyecto y sistemáticamente preguntaban a los ediles sobre la decisión del Ejecutivo sobre el tema en cuestión.
Sostuvo Ferrer que “el Ejecutivo estaba de acuerdo con esta propuesta y por lo tanto no entendemos la demora en la gestión de este servicio que los tandilenses reclaman continuamente”.
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