El mundo entero ha cambiado, miles de sectores se han visto afectados por la crisis sanitaria y económica a la que nos enfrentamos. Un sector que se ha visto muy dañado y del que poco o nada se ha hablado es el de las agencias de publicidad. Sus clientes, en su mayoría empresas, han visto reducidas sus cuentas e ingresos, lo que les ha llevado a reducir sus inversiones en publicidad y comunicación, ya que los han considerado innecesarios o de “no primera necesidad”. Nada más alejado de la realidad.
Las reducciones de movilidad, tanto entre comunidades como entre los propios municipios, el miedo de los ciudadanos a salir a las calles y comprar de manera física, la gran competencia que existe en todos los sectores, el aumento del consumo a través de internet, el incremento del tiempo de uso de las rrss…, y un sin fin de claves más, provoca que la comunicación sea fundamental. Hoy más que nunca, resaltamos el famoso dicho “ o comunicas o no existes”. Y esto es algo que las grandes empresas saben y de las que las PYMES deberían aprender.
Si Coca-Cola o IKEA, no sólo siguen comunicando, sino que han aumentado en estos tiempos sus impactos publicitarios, es porque ven en este medio, no un gasto, sino una inversión, que las posiciona como primeras marcas frente a su competencia y ante el consumidor.
Es cierto que, las empresas, han cambiado su manera de comunicar frente al COVID. Hemos pasado de vender campañas de producto a campañas de sensibilización, y esto se debe, a que actualmente es lo que el consumidor necesita y quiere. Empresas y marcas, que se preocupen por ellos, por la sociedad y por el entorno que les rodea.
Las agencias, al igual que muchos sectores, han tenido que reinventarse en tiempo récord. No ha sido una evolución, sino un cambio drástico. Reinventarse o morir. Buscando nuevas fórmulas, inventando nuevos sistemas que garanticen la seguridad tanto de clientes como de los ciudadanos.
El ingenio de los creativos, introduce en el espectro de la publicidad, nuevas fórmulas de comunicación adaptadas al COVID, un claro ejemplo son las exposiciones, en las que se los habituales guías, han sido sustituidos por audioguías, para evitar cualquier tipo de contacto; los eventos de marcas e instituciones reducidos a un máximo de 6 personas, se desarrollan ahora en turnos experienciales; el uso de tecnologías para realizar ferias, congresos y jornadas de manera online; o el incremento de campañas digitales totalmente novedosas, son solamente algunas de las fórmulas que las agencias de comunicación han creado para sus clientes en tiempos de COVID.
Pero esto no queda así, si las agencias siempre han estado presentes en la búsqueda de diferenciar a sus clientes para posicionarse como la primera opción, actualmente esto se ha convertido en una necesidad. Las marcas y empresas, necesitan que se las vea. Pero no solo eso, sino que el consumidor las identifique como entes que se preocupan y ayudan a mejorar su calidad de vida, de manera que elijan sus productos o servicios frente a los de la competencia y esto solamente puede conseguirse a través de campañas de comunicación/sensibilización y acciones de RSC que transmitan los valores que preocupan a sus clientes.
La innovación basada en la creatividad es una seña de identidad de las agencias de publicidad y comunicación, que en estos tiempos de COVID son la mejor herramienta de venta de empresas y organizaciones para llegar al consumidor.
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