La industria panadera señala las consecuencias que tendría el fin del fideicomiso del trigo, tal como piden las molineras. Qué dice el Gobierno.
Por
JAVIER SLUCKI
La inflación en los alimentos volvió a estar en septiembre por encima del promedio, pero el panorama podría complicarse aún más: parte de la industria panadera advierte por una posible suba del precio del pan, que llevaría el kilo a 500 pesos, y por la falta de harina actual, luego que el Gobierno autorizara la semana pasada un nuevo aumento en la bolsa de harina que provee el fideicomiso del trigo. La situación es tan difícil que este mes la movilización del sector llegará al corazón de la capital, frente a la Secretaría del Comercio.
El pan es un indicador de la aceleración del precio de los alimentos en los últimos meses. Según el Indec, el kilo de pan francés subió en agosto un 4,8% y en septiembre un 6,8%. En el mismo período, el rubro "alimentos y bebidas" volvió a aumentar por encima de la inflación general y alcanzó un 6,7% el mes pasado.
El contexto es sumamente preocupante. Las cifras del propio organismo estadístico revelaron que en el primer semestre de 2022 unas 200.000 personas más (un 0,6%) pasaron a ser indigentes. La aceleración de la suba de la Canasta Básica Alimentaria durante el segundo semestre del año implica que probablemente este número siga creciendo.
El fideicomiso del trigo
Lo que también seguirá creciendo de forma inminente, aseguró un sector de los panaderos, es el precio del pan. El disparador sería la suba de casi el 4% que la Secretaría de Comercio autorizó el miércoles pasado en la bolsa de harina de 25 kilos que se comercializa en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), más conocido como el "fideicomiso del trigo".
Este mecanismo fue puesto en marcha en mayo pasado como forma de contener el precio de los alimentos tras la suba en los granos que generó la guerra en Ucrania. El subsidio a las molineras que decidieron adherirse se financió con una suba de dos puntos en las retenciones a la soja. Sin embargo, la bolsa de harina del FETA aumentó cerca de un 23% desde su lanzamiento, hasta los $1.472 actuales. Además, los problemas de logística y el atraso en los pagos hicieron que se sumasen únicamente algunos molinos, que abastecen solo el 44% del volumen comercializado en el mercado.
En paralelo, los productores denunciaron que se suspendió la venta de harina, lo que además hace temer una futura escasez de pan, al menos en zonas del conurbano y capital.
La interna panadera por el precio del pan
Ante este panorama, parte de la industria panaderil evalúa realizar un nuevo aumento de precios y admite que se baraja llevarlo a $500 el kilo, cuando actualmente tiene un valor promedio de $366 en el AMBA, según el Indec. Es decir, una suba del 36%.
Sin anticipar un valor de aumento específico, José Hernández, titular de la cámara de panaderos CIPAN, advirtió a El Destape: "Estamos complicados por el aumento desmesurado de la harina", aunque subrayó que la intención es poder contener la sub. "Sabemos que estamos en una crisis grande por el conflicto bélico pero también sabemos que el pan está dentro de las prioridades" alimenticias de la gente, agregó.
CIPAN visibilizará su situación el próximo lunes 24 de octubre con un "camionetazo" en Diagonal Sur frente a la Secretaría de Comercio, aunque otras agrupaciones del gremio hablaron de movilizarse esta semana. "Estamos cansados de cerrar panaderías", señaló Hernández sobre la protesta, que la cámara presenta como en contra de las molineras y "no contra el Gobierno nacional".
Sin embargo, la interna entre los panaderos también juega. Otro sector de la industria, representado por el Centro de Industriales Panaderos (CIP), considera que la suba de un 4% en el precio de la bolsa de harina de 25 kilos no justifica subir el kilo del pan al consumidor. "No se puede trasladar. Dividí el 4% por 25 kilos y te da decimales de aumento", explicó a este sitio su titular, José Álvarez.
"Donde la gente vea que aumentó el precio del pan, no lo compre, vaya a otro lado", sugirió Álvarez, mientras pidió a la Secretaría de Comercio que agilice los pagos a las molineras y haga un pedido de costos reales a las panaderías.
La respuesta del Gobierno y las molineras
Por su parte, el sector molinero cuestionó la utilidad del FETA y reclamó otras alternativas al Gobierno. Diego Cifarelli, titular de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), afirmó a El Destape que "la harina y el trigo no forman el precio del pan", lo que, según él, se ve en que en los últimos meses la harina subió solo un 20% mientras que el pan aumentó el triple.
"Hay que buscar otra alternativa" al fideicomiso del trigo que esté basada en "subsidiar la demanda y no la oferta", consideró Cifarelli. En la misma línea, la Cámara de Industriales Molineros (CIM) pidió la semana pasada subsidiar directamente a las panaderías y anunció que "rechaza la extensión incomprensible y sin motivos del FETA".
Uno de los problemas centrales es el atraso en los pagos de parte del Gobierno hacia las molineras que decidieron adherir al FETA, lo que desalienta a otras a ingresar. De esta forma, la mayoría del pan que se vende en las panaderías, un 90% según Cifarelli, corresponde a harina sin subsidio.
En la Secretaría de Comercio, de todos modos, aseguraron a este sitio que se han "regularizado" todos los atrasos de pagos que pudiera haber con las molineras, y destacaron que la actual gestión encabezada por Matías Tombolini logró pasar de cuatro a 22 molineras incluidas en el fideicomiso. También remarcaron que se encuentran trabajando junto a la Secretaría de Agricultura en las "dificultades que hay en el precio del pan".
Aun así, las fuentes de Comercio reafirmaron que, tal como estaba pautado, el FETA terminará a fin de año. Se trata del escenario más temido para las panaderías. "De desaparecer el FETA la bolsa de harina de 25 kilos se iría a 3.500 pesos", apuntó Álvarez (CIP). En este punto, toda la industria coincidió: "Ahí sí se va a ir el kilo de pan a más de 500 pesos", advirtió Hernández de CIPAN.
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