El Presidente y su vice se lanzan desafíos en público. La relación podría entrar en un punto de no retorno y afectar la unidad en Diputados y el Senado
La crisis que atraviesa el Frente de Todos no tiene un horizonte claro y el rumbo del Gobierno está sujeto a lo que ocurra en la relación entre el presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta, Cristina Kirchner, cuyo nivel de tensión puede repercutir eventualmente en el Congreso y, para colmo, a medio camino de una elección legislativa como la de noviembre.
A partir de las renuncias que el ministro Eduardo "Wado" de Pedro y muchos de sus pares del ala kirchnerista del Gobierno pusieron "a disposición" del Presidente, el sube y baja del oficialismo no se detuvo y el fantasma de una ruptura en la coalición gobernante se agigantó con el correr de las horas, por acción de los dos protagonistas de la disputa.
Después de la carta en la que Cristina Kirchner reclamó renuncias de funcionarios al Gabinete, criticó la política económica y acusó directamente al vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, de hacer "operaciones" en su contra, el vínculo entre el jefe del Poder Ejecutivo y la titular del Senado ingresó a un lugar del que nadie sabe si hay retorno.
Un quiebre entre Fernández y Cristina tendría impacto en el bloque oficialista tanto del Senado como de la Cámara de Diputados. Incluso si el Frente de Todos se mantuviera unificado en el parlamento para evitar un drama mayor, la tensión podría hacerse sentir entre los legisladores que responden a la vicepresidenta y los que no.
De hecho, ocurrió durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri, donde el Partido Justicialista (PJ), entonces oposición, mantuvo la unidad en el Congreso hasta que se les hizo insostenible a todos y el kirchnerismo finalmente se abrió de los que respondían directamente a los gobernadores.
El escenario principal es el Senado, por ser la jurisdicción de Cristina Kirchner y el lugar desde donde le marcó la cancha varias veces a Fernández con acciones como el congelamiento del pliego de Daniel Rafecas como procurador, el proyecto para modificar la Ley de Ministerio Público Fiscal y la declaración que le pedía al Gobierno no usar los fondos frescos del FMI para pagar deuda externa, entre otras.
Entre los 41 votos que tiene hoy el bloque oficialista, la vicepresidenta cuenta con un significativo número de lealtades, pero también hay legisladores que responden al gobernador de su provincia. En este punto cobra importancia el apoyo que algunos mandatarios peronistas le manifestaron a Fernández en el marco de la pelea.
Dos de los senadores que más se destacan por su alineamiento con la presidenta de la Cámara alta son el neuquino Oscar Parrilli, ex secretario general de su pasada presidencia, y la mendocina Anabel Fernández Sagasti, cuadro de La Cámpora y una de las mujeres de mayor confianza de la ex mandataria.
Un quiebre entre Alberto y Cristina tendría impacto en el bloque oficialista tanto del Senado como de Diputados
Además, a partir de la renuncia de Jorge Taiana para asumir como ministro de Defensa, Cristina Kirchner sumó hace pocos meses otra legisladora de inquebrantable lealtad como es la bonaerense Juliana di Tullio, quien además tiene experiencia en la pelea parlamentaria por su paso como jefa del bloque de Diputados.
El porteño Mariano Recalde, quien tuvo un rol muy activo en el laboratorio de campaña del Frente de Todos, es otro de los referentes del kirchnerismo en el bloque, junto con el rionegrino Martín Doñate, la fueguina María Eugenia Duré, la chaqueña María Inés Pilatti Vergara y la puntana María Eugenia Catalfamo, entre otros.
Sin embargo, un elemento central de la trama parlamentaria es que este año hay elecciones legislativas y que las primarias, en las que el Frente de Todos sufrió una durísima derrota, dejaron un indicio sobre la futura conformación del Senado. Con los mismos resultados en los comicios de noviembre, el oficialismo quedaría con 35 bancas.
En esa reducción de la bancada se irían algunas de las otras figuras del kirchnerismo en la Cámara alta, como la santafesina María de los Ángeles Sacnun, y la correntina Ana Almirón.
Por otra parte, senadores como el misionero Maurice Closs, el sanjuanino José Uñac, el puntano Adolfo Rodríguez Saá, el entrerriano Edgardo Kueider, el correntino Carlos "Camau" Espínola y el riojano Ricardo Guerra son senadores con autonomía frente al kirchnerismo, algunos por ser "punto" de sus gobernadores y otros por simple cuestión de afinidad.
Tanto en el círculo "cristinista" del bloque como fuera de él hay, senadores que están buscando su reelección con la lista del Frente de Todos, como Fernández Sagasti o Espínola, por lo que la crisis entre el Presidente y su vice tiene, además, esa otra interrogante: cómo disputar una elección legislativa en nombre de un Gobierno dividido.
Entre los senadores que ingresarían por el Frente de Todos, hay también varios nombres más ligados a los gobernadores que a la vicepresidenta, como el santafesino Marcelo Lewandowski y los tucumanos Pablo Yedlin y Sandra Mendoza.
La cámara de diputados
El bloque del Frente de Todos, liderado por Máximo Kirchner, también se componen de diferentes sectores políticos aunque, en este caso, son más que en el Senado, porque el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, tiene a los suyos en su calidad de tercer socio de la coalición.
Además de Kirchner, que junto a Massa está tratando de hacer de mediador en el conflicto gubernamental según deslizan fuentes del bloque, la bancada del Frente de Todos cuenta con el santafesino Marcos Cleri y las bonaerenses Vanesa Siley y Cristina Álverez Rodríguez y la cordobesa Gabriela Estévez.
La tensión podría hacerse sentir entre los legisladores que responden a la vicepresidenta y los que no.
El también bonaerense Leopoldo Moreau, de origen radical, se movió en los últimos años como uno de los alfiles del kirchnerismo en el Congreso, al igual que el porteño Carlos Heller. Rodolfo Tailhade, Florencia Lampreabe y Daniela Vilar engrosan la lista. Además, se incorporaría Constanza Alonso, concejal de La Cámpora de Chivilcoy.
Sin embargo, al igual que en el Senado, el bloque se vería reducido si se repitiera en noviembre la caída del oficialismo en las PASO del 12 de septiembre. Pasaría de 120 a 117 diputados, incluido Massa, que no vota a menos que haya empate.
La renovación parlamentaria implicaría la salida de algunas figuras del kirchnerismo entre las que se destaca Fernanda Vallejos, quien fue noticia en medio de la aguda crisis que atraviesa el Gobierno por la filtración de varios mensajes de audio en los que llama "ocupa", "mequetrefe" e "inquilino" de la Casa Rosada al Presidente.
Sin embargo, La Cámpora pone pocos lugares en juego en esta elección dado que en 2019 varios de ellos migraron al Poder Ejecutivo nacional o provincial, como Eduardo "Wado" de Pedro, Andrés "Cuervo" Larroque y Luana Volnovich.
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En este turno la organización kirchnerista pone en juego una sola banca, la de la santafesina Josefina González, aunque esperan sumar nuevas figuras como la santafesina Magalí Mastalar, la jujeña Leila Chaher y la rionegrina Ana Marks.
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