Larroque dejó de ser el secretario general de la organización y el lugar será ocupado por la legisladora porteña Lucía Cámpora. La mesa de conducción también empieza a transformarse. Nombres y objetivos
Por Facundo Cottet
Desde hace un tiempo que La Cámpora, la agrupación política con mayor despliegue en todo el país, inició un proceso de debate interno que empieza a saldarse: el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés “Cuervo” Larroque, quien hasta hace un tiempo era el Secretario General, dejó ese lugar y será ocupado por la legisladora porteña Lucía Cámpora. Por su condición de verticalidad, Máximo Kirchner, su creador, seguirá siendo el referente principal, pero así como Larroque da un paso al costado y ya se encuentra enfocado en el espacio La Patria es el Otro, también habrá cambios en la estructura interna dentro de la organización.
“Estamos en un proceso de transición”, reconoció días atrás Larroque en una entrevista en Futurock. Así, el saliente dirigente blanqueó una discusión que viene dándose puertas adentro y que llevó más tiempo del esperado. Pandemia mediante -y debate interno- acentuaron un letargo en el llamado trasvasamiento generacional que promueve la organización. De un tiempo a esta parte, la discusión se aceleró. La legisladora Lucía Cámpora será la nueva Secretaria General. Se trata de la sobrina nieta del ex presidente peronista, secretaria de la Juventud Peronista nacional. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires, donde formó parte del centro de estudiantes como muchos otros actuales dirigentes. Hay, explican dentro de la conducción, una cuestión generacional que obligaba a reacomodarse.
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La mayoría de quiénes le dieron forma a La Cámpora ya rondan los 45 años o más y no hablan desde un lugar de militancia joven, que fue una de las características fundacionales de La Orga ideada por Máximo Kirchner y motorizada -reconocen en su interior- por Larroque. “El Cuervo hacía miles de kilómetros por todo el país hablando con compañeros”, recuerda un camporista de la línea fundadora. Hoy, ese tipo de tareas le queda lejos a Larroque o a cualquier otro dirigente que supo estar en la mesa de conducción.
Las caras visibles de La Cámpora, que integran la mesa de conducción -y que ya no tiene una periodicidad en sus reuniones, aunque sí diálogo fluido- son, además de Larroque, las de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; la titular de PAMI, Luana Volnovich; de ANSES, Fernanda Raverta; el secretario administrativo de la Cámara de Diputados, Rodrigo “Rodra” Rodríguez; la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, su par Mariano Recalde; la diputada nacional Paula Penacca; entre otros. Desde hace años que se alejaron de la organización José Ottavis y Juan Cabandié; quiénes también formaban parte de la toma de decisiones y los orígenes.
Uno de los denominadores en común de “los históricos” es que todos tienen responsabilidad de gestión. Según supo Infobae, al igual que la secretaría general, la mesa de conducción también entrará en un proceso de renovación en el mediano plazo.
Parte de la mesa de conducción de La Cámpora
“La organización atravesó los tres períodos, oficialismo, oposición y oficialismo dentro del Frente de Todos. Ya van 15 años y no hay que pensar si sos oficialismo u oposición”, advierte una fuente dentro de la organización. Hoy, la presencia de La Cámpora va desde ministros nacionales, pasando por empresas como YPF, hasta conducciones en los centros de estudiantes secundarios. Por eso, la idea de recuperar la esencia juvenil y la designación de Lucía Cámpora como nueva secretaria general va en ese camino. Además, acorde a los tiempos, es un militante feminista. En el medio, tienen bancas en el Congreso, en las legislaturas provinciales y concejos deliberantes. Ahí es donde está la generación sub 35 que estará en la mesa de decisiones. Lucía Cámpora tiene 32.
Hay también intendentes como el de Ushuaia, Walter Vuoto, o la propia Mendoza en Quilmes. El fueguino es también una pieza clave en la mesa de La Cámpora del interior, al igual que la mendocina Fernández Sagasti. En La Orga dicen tener despliegue en todas las provincias. Actualmente, la articulación se da a través del actual subsecretario de Relaciones Municipales, del ministerio del Interior Pablo “Tato” Giles, un militante de la ciudad de Merlo en el conurbano bonaerense y que responde a De Pedro. El primero que se ocupó de ese rol al inicio de la primera presidencia de Cristina Kirchner -y antes también- fue Larroque.
En la provincia de Buenos Aires, los intendentes de La Cámpora son Iván Villagrán, de Carmen de Areco; Juan Ustarroz, de Mercedes y Mayra Mendoza, de Quilmes. También gobiernan Río Grande con Martín Pérez y la capital pampeana, Santa Rosa, con Luciano Di Nápoli. Por la misma provincia se le suma Emiliano Echevest (Telén); mientras que en San Roque -Corrientes- también gobierna La Cámpora con Raúl Hadad, al igual que en Chaco: allí gestiona en el municipio de General Pinedo con Franco Gucci.
Entre las segundas líneas aparece un grupo de legisladores y funcionarios más jóvenes también con fuerte presencia en la provincia de Buenos Aires y que, presumiblemente, pueden llegar a tener mayores responsabilidades a las que ya tienen en el mediano plazo. Facundo Tignanelli, por ejemplo, es uno. Muy cercano a Máximo Kirchner, es el responsable en La Matanza, el distrito de mayor peso electoral. Fue diputado provincial en Buenos Aires y presidente del bloque hasta el 2021. En nombre de Kirchner, tiene asignadas algunas funciones en el PJ bonaerense.
Emanuel González Santalla es otro: senador bonaerense y responsable de La Cámpora en Avellaneda, es el presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdo en la Cámara alta provincial, por donde pasan los pliegos para cargos judiciales. La directora de Juventud de la provincia de Buenos Aires, Ayelén López, otra figura emergente con 26 años.
Máximo Kirchner junto a Facundo Tignanelli tras una reunión en la gobernación bonaerense
Más allá de los nombres, algunas cosas no van a cambiar. La disputa de poder en todos los ámbitos posibles es algo que continuará. Fútbol, Justicia, circulo empresarial, sindical, universitario, colegios de profesionales y claro, partidos políticos. Eso a veces genera cortocircuitos y tiene su costo. Le pasó a De Pedro la semana pasada cuando compartió la cena de apertura de Expoagro junto a Jorge Rendo, uno de los CEO de Clarín, y luego tuvo que salir a aclarar su presencia en ese evento del que ya ha participado años anteriores. “Su rol es ese; estar en contacto con sectores que no forman parte de nuestros aliados”, explican en La Cámpora.
En la disputa partidaria, haber conseguido la conducción del Partido Justicialista bonaerense aparece como el último gran hito con Máximo Kirchner presidente y acordando con los intendentes del conurbano bonaerense. Ese también fue un proceso que llevó años. La provincia de Buenos Aires es la base de la construcción territorial y de poder de la organización para La Cámpora. También hay presencia en otras estructuras del Justicialismo. Sagasti es la presidenta del PJ de Mendoza y la secretaria administrativa del Senado de la Nación, María Luz Alonso, es la vicepresidenta del PJ de La Pampa.
Hacia adelante
Internamente, el proceso de renovación en el que se embarcó la organización llegará también hacia las secretarías. Pero no será en lo inmediato. “Lleva su tiempo y es un proceso complejo”, advierte una fuente. Algunas de las comisiones dentro de La Orga también tienen en su cabeza a actuales funcionarios. Por ejemplo, en La Cámpora Salud la cara visible es el ministro bonaerense y médico de Cristina Kirchner, Nicolás Kreplak; en Ambiente, la titular de la cartera de la provincia de Buenos Aires, la lomense Daniela Vilar; en el Frente de Mujeres, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. Otras secretarías de las existentes son las de Comunicación o la Logística y Seguridad, que tomó notoriedad pública cuando ocurrió el intento de asesinato contra la Vicepresidenta. Es que a Sabag Montiel lo detuvo la militancia aquel 5 de septiembre del 2022.
La Cámpora participó del plenario militante del último sábado en Avellaneda y Máximo Kirchner terminó cerrando el acto. En un principio se iba a tratar de una jornada impulsada por el espacio La Patria es el Otro, un conglomerado de organizaciones K que no integran La Cámpora, pero se sienten emparentados en el discurso de la ex presidenta. La organización es creación de Larroque junto a algunos intendentes cristinistas como Mario Secco (Ensenada) o Jorge Ferraresi (Avellaneda) y, le aseguran a Infobae, con el aval de Cristina Kirchner. Larroque, que en un tiempo estará alejado de la secretaría general de La Cámpora, ya tiene nuevas funciones en la construcción política.
Máximo Kirchner al cerrar el plenario de la militancia kirchnerista el sábado úlitmo. De fondo, Larroque (Aglaplata)
En su discurso del último sábado, Kirchner no dijo explícitamente que su madre debiera ser la candidata a presidenta, sino que hay que “generar las condiciones” para que la titular del Senado “pueda elegir” y volver a “a diseñar la estrategia”, tal como ocurrió en 2019. La militancia de La Cámpora espera y trabaja en esa idea de “romper la proscripción” que denunció la ex mandataria.
El próximo 24 de marzo, la organización prepara otra demostración de fuerza en la calle con la movilización por el Día de la Memoria que va desde la ex Esma hasta Plaza de Mayo, una procesión que puede durar horas. Según una fuente camporista, fue en esa marcha del 2017 cuando se demostró que seguían vigentes: “Decían que después de la derrota del 2015 íbamos a desaparecer. Fue difícil. Hoy vemos como positivo lo que se viene, es un salto cualitativo y marca que somos una agrupación política más allá de la circunstancia”, resumió.
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