Walter Carbone -ex subsecretario administrativo durante el gobierno de Daniel Scioli- declaró durante cuatro horas en la causa en donde se lo acusa por administración fraudulenta. Negó todo.
Walter Carbone -ex subsecretario administrativo en la Jefatura de Gabinete que conducía Alberto Pérez durante la gestión bonaerense de Daniel Scioli-, declaró este jueves durante cuatro horas, en la causa por presunta administración fraudulenta. Negó haber cobrado sobreprecios, desviado fondos duplicado facturas, y contó con detalles cómo fue la historia del dragón caja fuerte, secuestrado en su casa del country Abril en septiembre.
Hace dos meses, la noticia de aquel allanamiento fue una bomba: las imágenes de un enorme dragón que tenía una caja fuerte en su interior, propiedad de un importante ex funcionario sciolista, impactaron e inmediatamente se enmarcó el hecho como continuidad en una historia de presunta corrupción que implicaban a ex integrantes de los gabinetes kirchneristas. Este jueves, el dueño de esta obra de arte, tal como él mismo la define, explicó con precisión esa historia, intentando despejar todas las dudas.
Lo hizo frente al fiscal Álvaro Garganta en la ciudad de La Plata, durante cuatro horas, en el marco de la causa generada tras una denuncia de la diputada de Cambiemos, Elisa Carrió, en donde se lo acusa, junto a otros ex seis funcionarios, de "peculado en concurso ideal con el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, y con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público".
"Quiero volver al tema del dragón y contar la historia", dijo Carbone sin que le pregunten por eso, tal como figura en la declaración a la que tuvo acceso Letra P.
"A fines de noviembre estaba comiendo un asado en el taller del artista Leandro Campos, y yo alavándole sus obras él me dice traeme algo para que yo te lo intervenga artísticamente, así te regalo una obra", comenzó y siguió: "se me ocurrió llevarle esa caja de seguridad de estilo armero que estaba en mi familia desde hace tiempo". "Yo pertenezco a una familia de comerciantes y empresarios, mi padre tuvo desde una financiera, despacho de productos alimenticios, llegamos a tener 10 locutorios en toda la Provincia de Buenos Aires, mi hermano negocios de ropa, esta caja cumplió roles en los distintos momentos, y molestaba, la llevé para que me la intervenga artísticamente".
Leandro Javier Campos es un artista escultor y pintor argentino nacido en Lomas de Zamora en 1970. Según la biografía publicada en su página web, "en sus inicios, su estilo transgresor lo llevó a formar parte de un grupo de artistas que durante un período de su juventud realizó murales, ambientaciones en restaurantes, bares y locales nocturnos, al tiempo que se consolidaba como constructor de obras civiles varias. En los últimos años el artista ha realizado creaciones de magnitudes diversas y de variadas técnicas, en todas ellas muestra un estilo personal que nos hace detener y preguntarnos acerca de lo que sucede en sus obras, sin respuestas inmediatas para el observador en una primer mirada, un llamado a la imaginación. Su trabajo en esculturas, principalmente en hierro, nos muestra a un artista comprometido con la creación en todas sus formas. Su pasado y su pasión por el mundo de la música quedan expuestos en obras como ´Sólo de Trompeta´, cuadro sobre tela de 115 cm x 60 cm, y en la escultura ´El Ojo Blindado´ entre otras".
"Podría haber llevado una bicicleta, una heladera, pero le llevé eso", justificó y dejó en claro que "esa caja nunca tuvo dinero y nunca fue la idea que lo tenga". "El viernes 10 de junio de 2016, después de haberme mandado bocetos, en plena luz del día entró un flete con la obra totalmente desarmada, y mientras yo preparaba un asado, él ensambló la obra de arte, a plena luz del día y en vista de todos", relató. "Con esto quiero dejar en claro por qué había un dragón en el fondo de mi casa del country Abril", cerró. En Abril, Carbone es vecino del ex número dos de la SIDE, Francisco "Paco" Larcher, quien a la vez es muy amigo de la actual dos de la AFI, la macrista Silvia Majdalani.
Al momento del secuestro, el dragón fue valuado en 60 mil dólares, pero no encontraron dinero adentro.
EL RESTO DE LA DECLARACIÓN. "Yo firmaba por mes, más allá de las intervenciones que hacía la Subsecretaría en los expedientes, alrededor de 450 facturas. Eso hacen casi 5 mil al año, 10 mil en el período 2014/2015, y quiero decir que a pesar de toda esta gran cantidad de trabajo, nunca dejamos de observar todos los controles y aplicar la normativa vigente, todos mis subordinados cumplían con las exigencias de control, que exigen las diferentes normativas, y en particular con respecto a las extrapresupuestarias, se ejercían controles, a los cuales no estábamos obligados expresamente en la ley 10.189", se defendió. Para los eventos, por otra parte, Carbone dijo que "el presupuesto lo estimaba yo como subsecretario de Administración, que ya tenía una experticia en el tema".
El ex funcionario del gobierno provincial y segundo de Alberto Pérez dijo también que, a la hora de los eventos, él determinaba la cuantía de cada provisión "en base a mi experiencia como Subsecretario de Administración". "Vuelvo a repetir que para la fecha en análisis, ya hacía 6 o 7 años que cumplía mi rol de Subsecretario de Administración, con lo cual yo firmaba como dije antes, 450 facturas por mes, de contrataciones de servicios y bienes, con lo cual yo tenía una experticia muy afinado en cuanto a precios", agregó y remarcó que todos los expedientes pasaban por sus manos: "sí, todo pasaba por la manos del Subsecretario administrativo".
"Quiero dejan en claro que tanto el gobernador como el jefe de gabinete eran muy exigentes con los controles y yo transmitía a quienes dependían de mí, la misma exigencia, rayando a veces que me odien, porque para nosotros era primordial, ya que sabíamos muy bien y queríamos hacer la mejor gobernación de la provincia de Buenos Aires,
porque estábamos jugando por el premio mayor, que era la Presidencia de la Nación. Sabíamos que éramos observados y desde el primer día nos atuvimos a la normativa vigente y nos sometimos a controles extras, más allá de los que tiene la provincia de Buenos Aires, que es reconocida en todo el país como la Provincia que mejor sistema de control posee, con los controles ex ante y ex post de los organismos de la Constitución", manifestó.
Carbone se intentó desligar también adjudicándole a la AFIP la responsabilidad de verificar las direcciones y características de los proveedores. "Es algo que hace la AFIP cuando se inscribe, nosotros verificamos la inscripción en AFIP y dábamos por hecho que la información era válida", explicó.
Por último, dijo: "no me enriquecí ni legítima ni ilegítimamente, ni tampoco ejercí peculado", y "quiero agregar que cualquier cosa que esté a mi alcance para aclarar esta causa, la voy a aportar, yo quiero demostrar mi inocencia, y cuantas veces ustedes me llamen me voy a hacer presente a aclarar lo que sea necesario".
LA ACUSACIÓN. Tal como ya lo informó Letra P, el Fiscal entiende que "existen elementos suficientes para tener por acreditado con el grado de convicción que ésta instancia requiere que entre los años 2014 y 2015, el entonces titular del Ministerio de Jefatura de Gabinete de Ministros de la Provincia de Buenos Aires, y el titular de la Subsecretarìa Administrativa, sustrajeron en por lo menos 25 ocasiones la suma aproximada de 10.720.347 pesos (DIEZ MILLONES, SETECIENTOS VEINTE MIL, TRESCIENTOS CUARENTA Y SIETE PESOS) destinados a supuestos eventos, mediante autorizaciòn expresa de pago en efectivo del primero a favor del segundo, que luego rendìan con facturas apócrifas".
Además, "que dicha maniobra pudo concretarse, por la participación necesaria de la Directora General de Administraciòn del Ministerio de Jefatura de Gabinete de Ministros, quién emitió las órdenes de pago en efectivo y luego aprobó las rendiciones efectuadas por los funcionarios con las facturas apócrifas para que el gasto se impute como presupuestario, y por la participación también necesaria de la Contadora Fiscal Delegada de la Contadurìa General de la Provincia de Buenos Aires, quien refrendó las órdenes de pago en efectivo, y luego junto con la Directora General de Administración aprobó las rendiciones efectuadas con facturas apócrifas".
Además de Pérez y Carbone, los implicados son Mamberti Sandra Alicia, Ripamonti Mónica Cecilia, Tavelli Alejandra, Cayo A. Ortiz Almada, y Moretti Alejandro Omar.
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