Por: Lucas Laciar.

El 23 de marzo de 2022, el Gobierno nacional aprobó la reglamentación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable Nº 27.642, más conocida como Ley de Etiquetado Frontal, mediante el Decreto 151/2022. Desde su publicación en el Boletín Oficial, la norma entró formalmente en vigencia y la industria alimentaria comenzó a adecuarse a la nueva normativa. El etiquetado frontal busca advertir a la población en los envoltorios de los alimentos con excesos de componentes que pueden ser nocivos para la salud como azúcares, sodio y grasas saturadas, entre otros. Pero, ¿cómo funcionará en San Juan?

La norma, aprobada por la Cámara de Diputados en octubre de 2021, tiene como objetivo "garantizar el derecho a la salud y a una alimentación saludable, brindando información nutricional simple y comprensible, para promover la toma de decisiones asertivas y activas y resguardar los derechos de las consumidoras y los consumidores", señala la ley.

Mañana jueves 16 de febrero se cumple la prórroga que pidieron los fabricantes hace un tiempo atrás. Ya se están viendo algunos productos con el rombo en la etiqueta y sus características. Las Pymes tienen tiempo hasta agosto de este año. Desde este jueves en adelante, en San Juan, Defensa al Consumidor saldrá a controlar que los productos tengan el etiquetado frontal.

"Vamos a controlar que estén cumpliendo con las etiquetas", señaló a Zonda TV el director de Defensa al Consumidor, Juan Sancassani. Según sus declaraciones, desde la dirección que comanda "se controlará el producto, no el comercio, y se realizará un acta que será enviada a Nación para su verificación, en el caso de productos nacionales o de multinacionales. En el caso de los productos locales, la dirección tendrá la facultad de multarlos si no cumplen con la normativa".

En San Juan ya se pueden apreciar productos con el etiquetado frontal. Primero empezaron las gaseosas de Coca Cola, luego otras marcas nacionales. Hay helados como los de Grido que ya cuentan con el etiquetado. Además, galletas y otros productos nacionales que se ven en góndola exigen el rombo negro que advierte al consumidor sobre el contenido del producto.