En Kennedy y Fontibón, autoridades, vecinos y comercio están comprometidos con el reciclaje.
Desde octubre pasado, en la capital se han venido llevando a cabo varias iniciativas en pro del medioambiente. Pero, sin lugar a dudas, Kennedy y Fontibón son las localidades más activas en este sentido, y donde vecinos, centros comerciales y autoridades distritales se han unido para recoger la mayor cantidad de kilos de residuos de posconsumo.
Alexandra Prada, coordinadora ambiental del centro comercial El Edén, dijo que estos residuos no se refieren a los que se desechan día a día en la ciudad. Computadores, insecticidas, electrodomésticos y luminarias son ejemplos de los elementos que deben ser dispuestos de forma adecuada.
“Construimos un punto limpio, a la entrada con unas canecas donde se acopian dichos residuos para darle tratamiento”, manifestó Iván Taboada, gerente de Mercadeo de este centro comercial.
Taboada contó que la comunidad se ha involucrado fuertemente con la iniciativa, más de 230 kilos se han recogido hasta la fecha. Y, por medio de una mesa de conversación, “vecinos del sector le han solicitado crear un espacio en el que se puedan disponer los medicamentos que ya no utilizan, debido a su fecha de caducidad, y así nació el punto azul”.
En uno de estos procesos está involucrada la entidad distrital Red Verde. “Aparte del convenio con el centro comercial, tenemos dos formas para recolectar los residuos. La primera son dos puntos de acopio, uno de ellos detrás del San Andresito de la 38 y otro en la localidad de Fontibón. Y la segunda es la recolección a domicilio, con un costo del traslado de transporte de 16.000 pesos”, explica uno de los voceros de la entidad.
Construimos un punto limpio, a la entrada con unas canecas donde se acopian dichos residuos para darle tratamiento
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Allí, vigilados por la Secretaría de Ambiente, los electrodomésticos se desensamblan y las partes funcionales se remiten nuevamente al fabricante. Las que no, se destruyen o almacenan según lo disponga la autoridad ambiental.
Así como no se pueden dejar en cualquier parte, estos elementos deben ser recogidos por personal especializado y certificado por la Agencia Nacional de Licencias Ambientales. Julieth Ramírez, coordinadora del proyecto Ciclo Re Ciclo de la Corporación Autónoma Regional (CAR), destacó también que tanto en Bogotá como Cundinamarca se presentan problemas con otro residuo de posconsumo que a veces pasa desapercibido, y es el aceite. “Por cada litro de este mal dispuesto, se contaminan 1.000 de agua. Incluso, cuando terminan en las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) es difícilmente tratable debido a su densidad”, dijo.
Según el último reporte de la Secretaría de Ambiente, con corte en noviembre de este año, “en Bogotá se han gestionado 6.843,67 kilogramos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, 739 toneladas de aceite vegetal usado, y se han recogido y gestionado 44.221 llantas usadas abandonadas en la vía pública”.
En la actualidad, las políticas de reciclaje buscan incentivar mucho más a la comunidad. Por ejemplo, Red Verde invita a que las personas que lleven una nevera usada tengan un descuento del 14 por ciento del IVA en la compra de una nueva.
Estas iniciativas ya dejan más de 4.000 botellas plásticas recicladas y 250 kilogramos de computadores y periféricos acopiados, que demuestran que es cada vez mayor la aceptación de los bogotanos con las estrategias de recolección.
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