"MI": cómo fue la campaña del FPV para instalar a Insaurralde, la más cara del 2013

El kirchnerismo gastó casi $10 millones en carteles durante el mes previo a las elecciones; los principales slogans para apuntalar la figura del lomense, que esta semana pegó el portazo

Tuvo la bendición de Cristina. También la caja y el aparato del peronismo bonaerense. Allá por comienzos de 2013, Martín Insaurraldeera cabeza de lista del kirchnerismo. El mayor desafío del Frente para la Victoria (FPV) era hacer de ese intendente del conurbano poco conocido, una figura popular para toda la provincia. Lo lograron pero, a un año de haber asumido, el jefe comunal de Lomas de Zamora renunció a su banca de diputado. El oficialismo había desplegado un millonario arsenal proselitista para posicionarlo: fue la campaña más cara de 2013. De aquellos exorbitantes gastos, que hoy terminaron en portazo, quedaron registros.

El Frente para la Victoria gastó $ 9,6 millones en carteles en la vía pública durante el último mes de los comicios de 2013, de acuerdo a una auditoría de la Cámara Nacional Electoral a la que accedió LA NACION. La brecha es llamativa: el oficialismo declaró $2,6 millones para todos los gastos de cartelería en los tres meses de campaña, un número varias veces inferior a lo relevado por el informe, que se rigió por los precios de mercado.

La campaña de Insaurralde fue la más cara de 2013. En carteles, el candidato oficialista gastó un 38% más que Sergio Massa , el ganador de la elección. El intendente de Lomas de Zamora multiplicó por siete la inversión del propio FPV para su primer candidato a diputado en Capital, Juan Cabandié, un kirchnerista paladar negro.

 

El FPV gastó casi $10 millones en carteles en el último mes de campaña

 

Para la lista de Insaurralde, el kirchnerismo fijó entre el 20 de septiembre y el 17 de octubre de 2013 un total de 2.314 gigantografías en la provincia de Buenos Aires y en los principales puntos de la Ciudad. Esquinas emblemáticas y trajinadas autopistas fueron forradas con la cara del lomense y los slogan "MI Seguridad", "MI Industria", "MI empresa" o, simplemente, "MI", según revela el estudio. Se trata de un relevamiento detallado de los carteles de todas las agrupaciones políticas que especifica el mensaje que contenían, su ubicación geográfica y el valor de cada pieza.

Del total invertido en cartelería pública, el kirchnerismo gastó más de $5,3 millones a lo largo de las autopistas: en el trazado de la General Paz, en la Autopista del Oeste, en el ingreso al aeropuerto de Ezeiza y en la ruta Buenos Aires-La Plata, se repitió una y otra vez el nombre del intendente de Lomas de Zamora. El oficialismo también invirtió en Capital: gastó un millón de pesos por un sólo cartel con su cara exhibido en la Ciudad durante el último mes de campaña.

Después de un año peculiar, signado por su elevado perfil mediático y sus coqueteos con la oposición, Insaurralde abandonó esta semana la banca a la que había accedido de la mano del kirchnerismo. Lejos en el tiempo quedaron las fotos junto a Daniel Scioli, la marca "Martín Insaurralde" ideada por el afamado publicista Ernesto Savaglio y su visita al Papa en Río de Janeiro, de la mano de Cristina Kirchner.

 

En los balances de campaña, el kirchnerismo declaró gastos por $21 millones

 

Ya instalado como referente político, el ex diputado afianzó su exposición en 2014. Levantó su perfil mediático e ingresó en el selecto grupo de dirigentes con un conocimiento cercano al 100% del electorado. Las fotos junto a su flamante esposa, la modelo Jésica Cirio , dieron vueltas por las principales revistas de la farándula. También se hizo costumbre verlo enShowMatch, entre bromas y abrazos con Marcelo Tinelli , un espaldarazo de popularidad a los que pocos acceden. No fue lo único que molestó entre los kirchneristas: el ex diputado coqueteó con Massa y despertó rumores de traición que le costaron encendidas críticas dentro del oficialismo.

BALANCES DE CAMPAÑA

El FPV declaró que la última campaña legislativa bonaerense encabezada por Insaurralde costó $21 millones de pesos, según consta en el balance final del partido al que tuvo acceso LA NACION.

"Me hubiera gustado que termine su mandato, porque fue como cabeza de lista para representar un proyecto y la gente lo votó. Ha privilegiado su desarrollo político personal por sobre el del partido que lo postuló y lo impulsó", aseguró el apoderado del FPV, Jorge Landau, en diálogo con LA NACION.

El 85% del presupuesto de campaña declarado por el FPV fue destinado a "gastos de publicidad electoral": $18 millones en los tres meses de proselitismo. Dentro de ese rubro, la propaganda gráfica, que incluye a todos los medios impresos, trepó a $9,3 millones. Por honorarios profesionales de las agencias de publicidad se pagaron $1,3 millones. 

La publicidad en vía pública, en tanto, fue declarada por apenas $2,6 millones, una cifra muy lejana a los gastos auditados por las autoridades judiciales: sólo un mes de cartelería auditado por la Cámara Nacional Electoral representa casi cuatro veces más que el número informado por el kirchnerismo en toda la campaña. Las cifras serán contrastadas en las próximas semanas por las autoridades electorales con los documentos y facturas que remitan los partidos para justificar sus gastos.

La inversión total de la campaña encabezada por Insaurralde supera a todos sus rivales. El kirchnerismo gastó $12 millones más que el Frente Renovador encabezado por Sergio Massa, cuyos gastos proselitistas alcanzaron los $8,5 millones, según los números declarados por los propios partidos ante la Justicia.

CORTOCIRCUITOS

Tras la renuncia a la banca, allegados a Insaurralde se limitaron a decir a LA NACION que "el financiamiento de la campaña no estuvo en manos del candidato" y agregaron: "Tampoco nos encargamos de la publicidad en los medios de comunicación o en la vía pública".

Los aportantes de campaña del FPV para el 2013 fueron más de 600. Kirchneristas puros que colaboraron con hasta 30 mil pesos para apoyar a la lista encabezada por Insaurralde, ya pusieron el grito en el cielo ante el "desplante" del lomense. Figuran donaciones, por ejemplo, de su ex jefa de bloque, Juliana Di Tullio, así como de sus compañeros de bancada Diana Conti y Carlos Kunkel. Este referente del ultrakirchnerismo esta semana acusó al lomense de tener "alergia" para trabajar como diputado.

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