El comité científico binacional que lleva adelante el monitoreo integral del río Uruguay ingresó ayer a las 9:00 al predio de la ex Botnia (UPM) en Fray Bentos y hoy recogerá muestras de agua en la desembocadura del río Gualeguaychú con el Uruguay.
La polémica está centrada en la decisión unilateral de Uruguay de autorizar horas antes del ingreso del Comité Científico a Botnia, a emitir los efluentes al río pasando de 30 grados a 37 grados.
Para la delegación argentina eso constituye una nueva violación (sería la número once) del Estatuto del Río Uruguay y lo sostienen con tres argumentaciones:
1) El fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya ordenó a la Caru a hacer el monitoreo y vigilancia ambiental. Cualquier modificación al sistema industrial de Botnia, debe notificarse primero a la Caru para su aprobación.
2) Para la Caru, los efluentes que se vuelcan al río no deben ser superiores a la temperatura ambiente de las aguas.
3) El propio Estatuto del Río Uruguay (redactado en la década del ´70) sostiene que ninguna legislación de ambos países puede disminuir las exigencias ambientales.
Como en la Caru las delegaciones no se ponen de acuerdo, es muy probable que este conflicto vuelva al seno de los cancilleres para que lo resuelvan.
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