Son unos US$ 1.000 millones que vendieron el JP Morgan, Goldman Sachs y el Citi.
Con su acostumbrada erudición, Soledad Quereilhac exponía el último viernes sobre los vínculos entre literatura, ciencia y ocultismo en el período 1910-1940. Académicos como Hilda Sábato, reunidos alrededor de la larga mesa del Instituto de Historia Emilio Ravignani, elogiaban su intervención. De pronto, irrumpió Axel Kicillof. El ministro llegó justo a tiempo para besar a Quereilhac, su esposa, y logró asombrar a todos.
Pero, a juzgar por lo que dicen dos banqueros locales a Clarín, deberá recurrir al ocultismo al que se refería Quereilhac para alguna sorpresa favorable en el caso de los fondos buitre. “Ya no tiene otra carta bajo la manga que ir a un nuevo canje en enero para el 7% de los bonistas que hasta ahora resistieron la opción”, señalaron en una de las entidades.
Entre tanto, hoy comienzan a pagar los seguros contra default a los fondos buitre: suman US$ 1.000 millones y se gatillan al compás de la decisión de la Asociación Internacional de Derivados y Swaps, Isda en sus siglas en inglés, que nos calificó en esa situación.
Antes que Argentina fuese declarada en default, varios bancos internacionales buscaron comprar la deuda de los buitres. Eran el JP Morgan, el Citi y Goldman Sachs. Estaban bajo presión porque fueron los que vendieron esos mismos seguros contra default que desde hoy tendrán que pagar.
“No veo otra posibilidad más que un tercero que compre los créditos en litigio. El problema es que es difícil que ese tercero aparezca”, dice a este diario Federico Tomasevich, presidente de Casa Puente, que supo presentarse ante el juzgado de Thomas Griesa a favor del país.
Otros señalan que empresas como Aeropuertos, Arcor, las telefónicas y petroleras estarían dispuestas. Jorge Capitanich y Carlos Zannini impulsan esa opción desde el Gobierno. Aunque los mismos empresarios deslizan que cada día que pasa, el acuerdo se aleja.
Y c erca de Kicillof boicotean esa salida, mientras aseguran que habrá más medidas para capear el temporal.
En el sector privado, ahora que se cerraron las fronteras para conseguir fondos, también se preparan para estos tiempos de vacas flacas. En un seminario organizado por la Universidad de San Andrés, Daniel Heymann describió: “Estamos en una encrucijada análoga a otras crisis, donde ciertas características de la economía pueden cambiar de forma persistente. El tipo de incertidumbre que afrontamos esilevantable y resulta imposible hablar de certezas ”.
Allí Daniel Marx advirtió: “En los últimos 60 días los precios de exportación cayeron 20%. Si se veía alguna forma de pasar 2015 sin grandes turbulencias, hoy ese escenario se ha vuelto mucho más complicado”, consideró.
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