La Primera Cámara del Crimen de San Rafael juzgará la causa encuadrada en la nueva figura legal surgida en la lucha contra la violencia de género.
El juzgado estimó que Sosa intentó asesinar a la víctima, situación que fue evitada por el llamado a la Policía de una vecina que escuchó los gritos.
Sergio Sosa, acusado de "femicidio en grado de tentativa", será juzgado a partir del 14 de octubre en la Primera Cámara del Crimen de los tribunales locales, confirmó ayer Diario San Rafael.
Sosa llega al debate con una novedosa figura legal en su contra, promovida por el Congreso Nacional en el marco de la lucha contra la violencia de género. Serán los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y Raúl Rodríguez los encargados de conducir el proceso, que contará con Laura Girala, la víctima, como principal testigo.
Recordemos que todo empezó con la feroz golpiza que el tanguero le dio a su mujer en la madrugada del 31 de diciembre de 2012, en su casa de la calle Blas Parera, que no concluyó en tragedia gracias a que una vecina advirtió los desgarradores gritos de la mujer y avisó a la Policía.
Formarán parte del juicio el fiscal Norberto Jamsech, que sostendrá la acusación que le impuso el juez Pablo Peñasco al poseer suficientes elementos para determinar que Sosa quiso matar a Girala aquella dramática noche, y el representante de los derechos de la víctima, Tíndaro Fernández, mientras que la defensora oficial patrocinará a Sosa durante los días de audiencia.
LOS HECHOS
Era la madrugada del martes 31 de diciembre, el bailarín Sergio Sosa desacató la prohibición de acercamiento que había dictado la Justicia y logró ingresar a la propiedad de Laura Girala, quien se vio sorprendida ante la presencia de su ex pareja, al que había denunciado días atrás a raíz de amenazas sufridas en su comercio de la avenida San Martín. Sosa, según relató Laura, estaba dispuesto a todo y comenzó a golpearla con un palo. Los gritos de la mujer fueron oídos por una vecina, que apareció en escena y así el bailarín escapó del lugar. Cuando llegó la Policía, encontraron a Girala con el rostro ensangrentado y el resto del cuerpo lesionado, por lo que una ambulancia la trasladó al hospital Schestakow, donde permaneció internada varios días con la cara desfigurada a raíz de los golpes.
Comenzó así la intensa búsqueda de Sosa, quien decidió entregarse el 7 de enero de 2013. Al día siguiente fue trasladado a la cárcel de encausados, donde se encuentra alojado desde entonces. Veintidós meses después, Sosa será juzgado y se aguarda para él una severa sentencia condenatoria.
“Mi primera sensación
es de miedo”
Laura Girala se enteró ayer del inicio del juicio, por la información que le suministró el equipo periodístico de Diario San Rafael. Con la voz entrecortada, aseguró que "la primera sensación es de miedo. Esperé mucho este momento, aunque no sé si quiero pasarlo. Quiero que se refleje lo que realmente pasó y que este tipo de hechos contra mujeres son muchos, yo de casualidad lo pude llevar a juicio".
Recordando la fuerte repercusión que generó su caso, Laura dijo que "la verdad tomó estado público y hasta se me fue de las manos el tratamiento de lo que pasó. Si hay un precedente por mí, espero sirva y se aplique la ley contra la violencia de género".
La vida posterior al ataque no se le hizo fácil a Laura. "Han sido días difíciles, he puesto mucho de mí para estar bien, principalmente por los dos hijos que tengo, mi vida sigue", cuenta. Sin embargo, insiste en que "no ha sido fácil recuperarme, yo aún sigo con terapia y con ejercitaciones energéticas para reponerme diariamente. Los miedos y sensaciones, dos años después, no han terminado de borrarse".
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