Mientras en algunos municipios cercanos se instrumentaron ordenanzas que prohibieron la utilización en el comercio de bolsas de polietileno, en Dolores fue por decisión de los propios comerciantes que se está dejando de hacerlo, una medida saludable desde el punto de vista ecológico y porque cumple además con la ley que rige en nuestra provincia desde 2014.

La Ley 13.868 prohibió en todo el territorio bonaerense “el uso de bolsas de polietileno y todo otro material plástico convencional, utilizadas y entregadas por supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general para transporte de productos o mercaderías”, estableciéndose que se debería progresivamente reemplazarlos “por contenedores de material degradable y/o biodegradable que resulten compatibles con la minimización de impacto ambiental”.

Es de resaltar que la ley marcó excepciones que el comercio no debe dejar de tener en cuenta, y es que cuando “por cuestiones de asepsia las bolsas de polietileno… deban ser utilizadas para contener alimentos o insumos húmedos elaborados o preelaborados y no resulte factible la utilización de un sustituto degradable y/o biodegradable…”.

Si bien la Ley establecía plazos para su cumplimiento, en nuestra ciudad su instrumentación nació por decisión de unos comerciantes a los que pronto se sumaron otros, a tal punto que hoy por hoy la mayoría está dejando de utilizarlas y recomienda a la clientela llevar bolsas para transportar la mercadería que adquiera.

Algunos dolorenses se vieron sorprendidos por la decisión pero estuvieron de acuerdo, y en razón de distintos comentarios sobre la medida adoptada, entendemos que sería quizás necesario que los comercios ofrecieran al consumidor bolsas alternativas de material biodegradable, papel reciclado, bolsas de malla reutilizables o tela, cuyo costo lógicamente deberían abonar junto con la mercadería adquirida.

Y más allá de todo esto debemos hablar de la inacción del Municipio al respecto, ya que titulándose “ecológico” debería haber implementado medidas de difusión de la ley en la totalidad del comercio o haber impulsado en su momento una ordenanza de prohibición de utilización de ese tipo de bolsas.

Donde si hubo iniciativas en ese sentido fue en el Concejo Deliberante, con proyectos individuales de los Concejales Germán Castellá y Juan Pablo García, que lamentablemente terminaron en un cajón de una Comisión durmiendo el “sueño de los justos”.

No hay dudas que los políticos en general, cuando hablan de ecología tienen un discurso, cuando discuten sobre el tema lo hacen con argumentos dispares, pero al momento de concretar acciones sus preocupaciones no tienen urgencias ni tiempo, les parece que el hombre en nuestro planeta puede seguir teniendo derecho a todo.