Nueve testimonios se escucharon en la primera audiencia. Las partes trataron de determinar si la madrugada en que murió Walter Maulucci en Arroyo Verde estuvieron dispuestos los elementos de señalización e iluminación.
Miguel Pérez y Miguel Ángel González todavía no salen de su asombro de que se encuentran ante la justicia federal imputados de homicidio culposo, una acusación que prevé penas que pueden llegar hasta los cinco años de prisión efectiva. Afuera, sobre el frente del Juzgado, un grupo de más de 70 asambleístas que viajaron desde Gualeguaychú, protestaron ruidosamente y se turnaban para ingresar al recinto.
Fue González el primero en declarar. Sin esconder nada, uno de los imputados recordó que la noche del accidente se encontraba durmiendo, aunque le aseguró al Tribunal Oral de Paraná que el acoplado contra el que chocó Maulucci en vísperas a la marcha del 2009 estaba señalizado con conos refractarios y luces que había colocado Gendarmería.
El fiscal José Candioti le exhibió un croquis a González sobre las luminarias y tras examinar el plano, el imputado no dudó en acotar que la Municipalidad había colocado “cuatro o cinco luminarias” y que esa cerrada noche estaban prendidas.
“Escuché el golpe, había mucha neblina, parecía una pared”, fue lo que detalló sobre el momento del impacto y las condiciones climáticas de ese día. Agregó que Maulucci había sido informado del corte y de la densa niebla, y que la barrera estaba levantada.
Pérez fue el segundo en declarar y sus palabras fueron muy similares al del otro asambleísta. Aseguró que había buena iluminación y señalización; y que la barrera estaba abierta.
Otros de los que declararon fueron el asambleísta Luis Correa, el periodista, Luis Molinuevo, y el empleado de Aduana, Sergio Damasco. Todos coincidieron en que existían señales luminosas y que la densa niebla pudo haber sido el factor determinante del siniestro.
Las testimoniales de los gendarmes fueron un poco contradictorias. Julio Rivero y Daniel Cortés dijeron que la barrera estaba baja, mientras que Rubén Rodríguez y Juan Lamouroux que la barrera estaba alta.
También discreparon en la cantidad de columnas de iluminación, pero además fueron números muy diferentes a los aportados momentos antes por los demás testigos. Ante esto, el defensor Osvaldo Fernández solicitó un careo entre el periodista Molinuevo y Julio Rivero, lo cual quedó desestimado por la presidenta del Tribunal, Lilia Carnero.
Fue justamente esta magistrada la que aclaró que esta instancia “no es lo mismo que la protesta contra la pastera”. Además se la mostró nerviosa por la presencia de los asambleístas en la puerta, pidiendo que bajaran la intensidad de la manifestación.
El juicio se desarrolló hasta las 15.30 y pasó a cuarto intermedio hasta hoy a las 9. Está previsto que para la audiencia de hoy declaren unos 10 testigos y mañana se realicen los alegatos. Fuente: Uno
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