Se clausuraron desde la Municipalidad establecimientos que violaban normas de seguridad. Hay cuatro químicas cerradas, dos de éstas, clandestinas.
Un universo de unas 500 industrias y establecimientos comerciales considerados “peligrosos” y radicados en distintos puntos de la ciudad. Eso es lo que se propone controlar por estos días la Municipalidad, en el marco de un plan de “refuerzo” de fiscalizaciones dispuesto como consecuencia de la explosión de la química Raponi Industrial SRL.
En ese marco, el secretario de Control y Fiscalización de la comuna, José María Fernández, informó que desde el viernes pasado el municipio lleva aplicadas más de 15 clausuras a diversas industrias. Cuatro de ellas representan los casos más “graves”, ya que se dispusieron sobre químicas. “Dos tenían vencida su habilitación y otras dos nunca la había tramitado, eran clandestinas”, dijo.
Las empresas se ubicaban en San Martín, General Bustos, Centro América y Rogelio Martínez. A dos de ellas los agentes llegaron por denuncias telefónicas de vecinos, una variable que se disparó desde la terrible explosión.
“Ayer (por el lunes) recibimos 15 llamados, pero la gran mayoría eran inexactos. Hay una especie de paranoia desatada en la gente. Igualmente, un par nos permitieron encontrar irregularidades”, apuntó Fernández.
El resto de las sanciones recayeron sobre empresas de diferente tipo, en muchos casos ubicadas sobre las avenidas Japón y Juan B. Justo, dos de los ejes por los que los inspectores municipales salieron a realizar los controles. La lista de más de una decena incluye un expreso, una fábrica de muebles, constructora, servicios médicos y cuatro fabricantes de polietileno, entre otras. “En general las clausuras fueron por violar medidas de seguridad. La mayoría puede subsanarlas rápidamente y levantar el cierre, calculo que mañana (por hoy) reabrirán varias”, señaló Fernández, asegurando que son ocho los grupos de inspectores que ejecutan las inspecciones.
Supuesto cuarto galpón
Respecto de la información que comenzó a circular en torno de que la explosión en Raponi se habría generado en un espacio no declarado a las autoridades como parte de la firma, Fernández negó que eso le conste al municipio, aunque no descartó su existencia.
“Nosotros habilitamos tres parcelas en el lugar: 6, 8 y 9. Son las mismas que tenían el permiso de Bomberos. Si hubiera habido otra parcela como depósito nunca estuvo habilitada, no lo sabemos y a las pericias las está manejando completamente la Justicia, nos limitados a brindarle toda la información que tenemos”, explicó el funcionario. La última inspección oficial a la química siniestrada fue el 6 de octubre pasado, y en la resolución realizada en ese momento por el área de Ambiente –la que la visitó– figuran las tres parcelas habilitadas ya citadas. “En ese momento tenía sólo químicos no inflamables”, dijo Fernández.
Según publicó el portal La Voz, “la explosión del pasado jueves 6 de noviembre se produjo en la parcela 10, en la esquina del Pasaje Cordeiro y las vías del antiguo ferrocarril”. Esa es “una parcela que no estaba habilitada por el municipio, según la resolución C-029/09 (CPC Centro América). Las fotos satelitales anteriores a la explosión permiten ver el terreno de esa parcela 10, con un techo tapando la mitad, y repleto de bidones azules en la parte al aire libre”.
En su Facebook, Mestre también explicó: “Ayer (por el martes) se clausuraron tres establecimientos que manipulaban sustancias prohibidas en barrios San Martín, General Bustos y Rogelio Martínez. Funcionaban sin habilitación y las habilitaciones y reglamentaciones están para cumplirlas”.
Habrá subsidios para los afectados
Autoridades de la Provincia y de la Municipalidad de Córdoba anunciaron ayer la disposición de subsidios no reintegrables para los vecinos de Alta Córdoba que no puedan pagar los créditos que se anunciaron tras la explosión.
Ayer, los vecinos del barrio hicieron una protesta en la que rechazaron los créditos ofrecidos por la Provincia y solicitaron subsidios. En conferencia de prensa, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Passerini, y el secretario municipal de Gobierno, Javier Bee Sellares dijeron que quienes no puedan afrontar los créditos anunciados, por 20 mil pesos y sin intereses, recibirán ayuda. Hasta el momento, ya se entregaron ocho subsidios de 5 mil pesos. Con respecto a los vidrios y aperturas que sufrieron roturas por la explosión, Passerini aseguró que ya se reemplazaron más de la mitad de los cristales y aberturas que resultaron dañados. “Seguimos trabajando a buen ritmo”, aseveró el ministro.
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