La iniciativa busca plasmar “una visión federalista, productivista, integrada, sustentable e inclusiva”, dijo Funes de Rioja.
El Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) se reunirá mañana luego del receso de invierno. Uno de los temas a tratar será la confección del “Libro Blanco”, un paquete de propuestas y recomendaciones de política productiva a largo plazo que los fabriles desean que se trate en el Congreso. Dentro de la entidad, existen algunas tensiones sobre cuál debería ser el tono del documento.
El escrito es impulsado por el flamante presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja. De todas formas, aún está en la etapa preliminar, pero se sabe que la iniciativa busca plasmar “una visión federalista, productivista, integrada, sustentable e inclusiva” de la producción industrial.
“Durante esta semana y la próxima vamos a tratar en el comité la secuencia de trabajo para llevar adelante este documento. La idea es presentarlo después de las elecciones cuando el Congreso ya esté conformado porque nuestra visión es de largo plazo y para eso se necesitan leyes”, explicó ante El Economista, Funes de Rioja. Además, el dirigente industrial aseguró que hasta ahora sólo hay estudios preliminares que “permitirán alcanzar ciertos consensos”.
Ante la pregunta por algún tipo de descontento interno en la casa fabril, Funes respondió que “de ninguna manera va a ser una imposición, sino que la idea es que las propuestas sean de abajo hacia arriba teniendo en cuenta una mirada transversal y regional”.
“Los apartados tendrán que ver seguramente con la cuestión laboral, fiscal, de acceso al crédito, de comercio exterior, de integración al Mercosur, entre otros puntos. Todavía falta discutir los puntos de vista”, comentó Funes de Rioja.
Descontento
Por otro lado, existen algunos descontentos ante la creación de este documento. Sin embargo, el conflicto no fue desatado por eso, sino que las internas en la casa fabril tienen otros condimentos.
Una fuente importante de la UIA dijo ante El Economista que “este libro va a repetir cuestiones que algunos dirigentes vienen señalando hace años y no sería bueno un enfrentamiento con el Gobierno debido al tono en el que puedan surgir algunas propuestas”.
Lo cierto es que esta iniciativa formó parte de las propuestas de campaña que hizo Funes de Rioja antes de que prosperara la lista de unidad que lo llevó a quedar al frente de la entidad, dejando a su competidor, Miguel Angel Rodríguez (Sinteplast), como secretario. “Cuando se aprobó la lista de unidad, también se aprobó un programa y esta medida forma parte de ese programa”, señaló Funes de Rioja.
“No queremos una declaración de guerra”
En junio, cuando Funes de Rioja reemplazó a Miguel Acevedo se hizo pública una interna a raíz del discurso que tuvo el nuevo presidente de la casa fabril. Algunos industriales, afines al Gobierno, sintieron que hubo muchas críticas a la gestión de Alberto Fernández y poco reconocimiento a las políticas de asistencia llevadas adelante por la crisis sanitaria.
“No queremos que este documento sea una declaración de guerra y sólo se centre en demandas como baja de impuestos o reformas laborales”, objetó ante El Economista otro dirigente industrial que formará parte de las reuniones del comité. Igualmente, la reforma laboral y la baja de impuestos es un problema que muchos empresarios vienen señalando hace tiempo. Algunos dirigentes entienden que antes de avanzar en ese sentido deberían darse otras condiciones como una mejora “más sostenida” de la actividad.
El capítulo impositivo estará presente en las discusiones para la conformación del “Libro Blanco”. Los empresarios no solo cuestionan la elevada carga, sino también la cantidad de tributos a pagar. Otro de los puntos en agenda será lo que en la industria llaman el triple cepo. Se trata de la prohibición de despidos, suspensiones y la doble indemnización. Según el propio Funes de Rioja, estas reglamentaciones forman un “tapón para generar empleo”.
Algunos empresarios tampoco están conformes con la conformación del comité ejecutivo. Además de algunos nombres que no gustan, objetan que se redujo la representación de las pymes y también de sectores que vienen desde hace varios años muy golpeados, como el textil y el calzado.
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El valor productivo del diálogo, según Herrero
En una interesante entrevista, el presidente de Toyota, Daniel Herrero, valorizó el rol del diálogo como un estímulo a la producción. En su caso, con el sindicato madre de la actividad automotriz (Smata), que lidera Ricardo Pignanelli.
“Cuando lo conocí a Pignanelli y empezamos a hablar de este proyecto, estábamos hablando de una compañía que hacía 45.000 unidades y tenía 1.600 personas. Hoy es el productor número uno de Argentina, el exportador número uno, con 6.700 personas y pensando, en este año de pandemia, hacer récord de producción y superar las 140.000 unidades”, dijo Herrero en el portal Cenital.
“Cuando vos dialogás, automáticamente convertís el proyecto en un proyecto de todos. Si yo te digo a dónde voy y vos me decís ‘bueno, pero mejor podemos ir a este lado’ y los dos consensuamos hacia dónde estamos yendo es muy difícil que ninguno de los dos no apoye el proyecto”, relata Herrero.
“Los sindicalistas y los empresarios, en el fondo, buscan lo mismo: crecer para generar más empleo (…) Discutamos de lo accesorio, pero dejemos, en el medio, un canal de previsibilidad que no se discuta. Si el objetivo es que nosotros tenemos que producir más y tenemos que seguir generando empleo, eso no se discute. Veamos cómo es la forma, la ergonomía, cómo vienen los nuevos trabajos, cómo capacitamos, qué es lo que pagamos, qué es lo que es la eficiencia, qué es lo que es la productividad, pero el camino principal no lo tenés que cambiar”, describió.
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