El intendente Pablo Javkin, además, anunció la presentación de un proyecto que busca reducir el 70% de los desechos en Rosario en veinte años.
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, presentó en la tarde de este martes la nueva ordenanza de reducción de residuos, la cual planea disminuir en veinte años cerca del 70% de los desechos de la ciudad, y destacó que la nueva planta que trabajará con material reciclable permitirá procesar 50 toneladas de basura.
En la presentación que se realizó en el Centro Ambiental Rosario (Avenida De las Palmeras 4.500), el mandatario local manifestó que existe “un planteo de las organizaciones ambientalistas en relación al no cumplimiento” de las normativas vigentes, y aseguró que desde la Municipalidad van a trabajar junto a la Comisión de Seguimiento en una ordenanza que permita “reforzar y renovar” el tratamiento de residuos.
“Terminaremos el año elevando una ordenanza al Concejo de las nuevas metas. Creemos que hay que incorporar cosas que hasta acá no hicimos. Primero, separar orgánicos, la ciudad tiene una planta de compostaje pero a nivel domiciliario no estamos separando orgánicos, sino solo reciclables”, explicó el intendente a los medios, entre ellos Conclusión.
Y agregó: “También tenemos que cambiar en la estrategia reciclable el rol del recuperador informal y el rol que nosotros tengamos a la hora de separar la basura, cómo el contenedor naranja se valoriza y cómo intervenimos en la comercialización, porque hay una desventaja muy grande entre quién recupera el residuo en la calle y el valor que ese residuo tiene a la hora de, por ejemplo, la recuperación industrial”.
A la planta de Tratamiento y Compostaje inaugurada en 2013 –la cual se encarga del procesamiento de desechos- se le anexará la planta para Residuos Reciclables, que funcionará al lado de la ya existente y trabajará sólo con aquellos restos que se puedan reutilizar.
“Hoy estamos presentando una inversión que hicimos durante el año, que nos permite en 15 días utilizar esta planta, que recupera los reciclables. Lo que se dispone en el contenedor naranja va tener un nivel de trabajo de separación y de recuperación que complementa el existente. Teníamos 150 toneladas de capacidad y ahora esta planta incorpora 50 toneladas más”, señaló Javkin.
Además, detalló que la nueva planta “permite trabajar en una recuperación mejor del residuo que se separa”, pero resaltó la importancia de que los rosarinos separen en la basura en sus hogares.
Por otro lado, el intendente se refirió a las cooperativas que trabajan en estas plantas y señaló que el municipio paga los salarios de los empleados “todos los meses” pero reconoció que existe una deuda que data del año pasado, la cual se logró achicar a través del pago de bonos pero aseguró que se está buscando un “mecanismo” para saldarla.
En sintonía, afirmó que en estas plantas van a trabajar “empleados de Parques y Paseos y de cooperativas”, mientras que se analiza la incorporación de trabajadores informales al trabajo formal de la recuperación de residuos.
Sobre el Plan Basura Cero, una ordenanza que no llegó a cumplir con profundidad sus objetivos, Javkin sostuvo: “Parte de lo que salió mal tiene que ver con cómo se establecen las metas, por ejemplo, cómo trabajar los plásticos, cómo invertir y sobre todo, qué estrategia tomamos frente al 57% de los residuos que son orgánicos. La única manera de cumplir una ordenanza que reduzca el volumen de residuos, es trabajando con ese 57%”.
“Lo que vamos a presentar es un proyecto que no establece sólo una meta general sino que diga cómo y qué inversiones tiene que hacer el Estado para que eso se cumpla, y que cuando licitemos un pliego de residuos, eso también esté contemplado, porque a veces tenemos el sistema de recolección que no está pensado en la misma lógica que el sistema de basura”, agregó el intendente.
Finalmente, Javkin se refirió al compromiso ciudadano de separar los residuos: “En los últimos años hay una evolución de las nuevas generaciones hacia un comportamiento más sustentable, lo estamos viendo en el protagonismo de muchos chicos jóvenes en la lucha por los humedales, por los incendios, por las distintas opciones de alimentación, y creemos que esa es la clave a la hora de separar los residuos”.
“Si hacemos un manejo poco sustentable de la basura, primero evitamos un impacto social positivo, que es que la gente que vive de esta tarea lo haga en condiciones más dignas. Segundo, causamos un enorme daño ambiental; y tercero, nos obliga a gastar muchos recursos públicos en un tratamiento del residuo urbano que no es ni sustentable ni valioso. Entonces, son cuestiones que tenemos que trabajar en la educación con cada uno. Obviamente un gran aliado nuestro son los colegios”, concluyó el funcionario.
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